COMPARTIENDO HABITACIÓN 2-MIRACULOUS

"Es humana, comete errores"

- Marinette, quiero perdonarte, pero algo dentro de mí sigue roto- se dijo así mismo, hechó su cabeza para atrás y miró el techo, ¿por qué sucedió esto? Quería alejar de sus vidas al tal Lionan.

- maldita sea lo hora en la qué te acostaste con ese desgraciado- murmuró con enojo y decepción.

POV ADRIEN

Estoy cansado, física y emocionalmente. Quiero creer que esto nunca pasó, pero no puedo engañarme a mí mismo, sé perfectamente que ella lo hizo por gusto, y eso es lo que más me enoja. ¡¿Acaso no soy suficiente?! ¡¿No la pude satisfacer como ella deseaba?!

¿Es hora de acabar esta relación? ¿Y si realmente no estabamos destinados? ¿Solamente forzamos las cosas?

Plagg, te necesito ahora mismo, nunca creí que diría esto.

✴✴✴

POV NORMAL

- parece que Adrien y Marinette están en problemas emocionales- comentó un anciano.

- ¿enserio, maestro?- preguntó una tortuguita voladora (:v).

El viejo asintió, se acercó a una caja de Miraculous y la abrió. En ella estaba los aretes de Ladybug y el anillo de Chat Noir, que recuerdos.

El mayor tomó los accesorios y les habló.

- tendrán un poco de tiempo para hablar con sus ex-portadores, tendrán que ayudarlos a aclarar sus sentimientos. En especial tu, Plagg, tendrás que ayudar a curar el corazón roto de Adrien- mencionó y lanzó los Miraculous al techo, para después convertirse en unas luces rojas y verdes. Aquellas luces viajaron por los cielos hasta llegar al lugar de sus antiguos portadores.

El rubio seguía ahogado en sí mismo. Es tan doloroso, tan tortuoso.

De repente miró hacía enfrente de él, estaba una caja negra, ¿cómo no reconocer esa caja? ¡Sus suplicas fueron escuchadas!

Abrió con rápidez la caja y encontró lo que tanto quería en esos momentos, el anillo. Se colocó el accesorio e inmediaramente apareció un gatito negro.

- ¡Plagg!- exclamó con extrema felicidad.

- ¡Adrien!- exclamó en el mismo tono el pequeño minino. ¿De qué serviría negarlo? Extrañaba al modelo. Aunque estaba prohibido encariñarse con los portadores, Plagg no pudo evitarlo. Él vió cada etapa del muchacho, como sufría, como sonreía, como pensaba, ecétera.

El kwami negro abrazó la mejilla de su ex-amo. Adrien estaba tan feliz de verlo de nuevo.

- bien, chico, no tengo mucho tiempo. Dime que es lo qué está sucediendo- mencionó y se pocisióno enfrente de el rubio.

- mi novia, Marinette, me engañó. Ella se disculpó, pero algo hace que no pueda perdonarla- dijo con una mirada y tono triste.

- ¿quieres llorar?- pregunto Plagg, él siempre era tan directo, tan directo que a veces provocaba incómodidad.

- no- mintió. Negarselo le dolía, pero no podía llorar, ese no era Adrien.

- ¿sabes? Hawk Moth ya no está. No tienes que preocuparte de que te akumaticen- mencionó para darle más seguridad al muchacho.

De repente, por las mejillas del chico se deslizaron una gotas cristalinas. Plagg abrazó al oji-verde y limpió las lágrimas de este con cuidado, estaba siendo tan atento y adorable.

- gracias, Plagg- agradeció con una pequeña sonrisa.

- deberías perdonarla, al igual que tú, ella también es humana, ella también comete errores- explicó el gatito.

- sí, pero hizo todo eso estando consciente- contradijo al kwami, con anhelo de que entendiera la situación.

- ¿quién o qué te asegura que ella estaba consciente?- preguntó.

- no creo que ella sea tan tonta de caer en ese idiota de Lionan y el alcohol, estamos hablando de una ex-heroína- respondió. Al parecer el gato se quedó sin argumentos, tenía razón.

- sé que ella es humana, ella puede caer en la lujuria. Pero por alguna razón no puedo perdonarla- dijo cabizbajo el rubio.

- oh, chico- el gato acarició con suavidad la cabeza del contrario.

Con Marinette y Tikki...

La luz se posicionó en las manos de la chica, en ella apareció una cajita con símbolos extraños. Era obvio de que se trataba. La abrió y se colocó rápidamente los aretes.

En frente de ella estaba lo que más quería en esos momentos.

- ¡Tikki!- exclamó con alegría y la abrazó fuertemente.

- ¡Marinette!- expresó con felicidad. A decir verdad, para Tikki la mejor Ladybug y la mejor ama ha sido Marinette.

- T-Tikki, cometí un grave error- dijo comenzando a sollozar.

- ¿ahora que hiciste?- preguntó la kwami rojiza mirándola con seriedad, la azabache estaba emocionalmente preparada para recibir el regaño de su vida.

- le fuí infiel a Adrien- respondió cabizbaja.

- ¡Marinette, ¿por qué lo hiciste? Él es un excelente muchacho! ¿Sabes lo destruido que debe estár? ¿Lo que puede estar pensando? ¡Talvez él no se crea suficiente y te deje!- la regañó con enojo. Maldición, no la regañaba de esa manera ni su madre.

- discúlpate con él. Si en verdad lo amas pediras perdón y no lo volveras a hacer- aconsejó aún con tono enfadado.

- sí, sí- dijo.

- Marinette, hablo enserio, Adrien no merecía esto-

Esa frase dolió, pero las verdades duelen, solo queda aceptarlas. El rubio ha de estár destrozado, Tikki es una buena consejera, te dice lo mejor que puedes hacer, aunque muchas veces eso signifique perder el orgullo.

- por ahora, solo quiero despejar mi mente- comentó.

- ¡Tikki, transformación!- exclamó, el traje comenzaba a revelarse, como lo extrañaba.

Con Adrien y Plagg...

- deberías salir un rato y tomarte un respiro de todo esto- mencionó el kwami obscuro.

- ¡Plagg, transformación!-

Una luz verde lo cubrió, su traje negro hacía presencia al igual que su antifaz. Se siente bien.

Finalmente, saltó por la ventana y comenzó a saltar por la ciudad con ayuda de su bastón, en busca de el liberamiento de sus pensamientos.

Los héroes de París volverían por unos minutos. Solamente a dar una última guardía.

¡Hola! Nuevo cap, nuestros Tikki y Plagg volvieron. Si les gustó el cap regalenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)