Un Amigo

Hola. Antes que nada me quiero presentar mejor; Mi nombre es Leonardo David Martínez.  Soy de Buenos Aires, Argentina y tengo 18 años. Lo que van a leer a pocos les va a importar  y no sé si muchos van a terminar de leer si quiera, pero aún así tengo la necesidad de compartirlo porque algo así no lo puedo esconder.

Les quiero hablar de un cambio que tuvo mi vida no hace mucho, el 07/04/2018 para ser  más precisos, y hasta el dia de hoy que escribo esto ah sido lo que me mantuvo, de una manera extraña y curiosa, firme en mi vida cotidiana. Hablo de un amigo que me encontró despues de separarnos por años, me parecio raro que haya podido reconocer mi rostro despues de mucho tiempo. Casi siempre el tiempo juega en contra cuando se trata de reconocer a una persona que no ves en un largo tiempo y eso es algo que incluso a mí me pasa, aún así pudo reconocerme en aquel banco de la plaza cuando era de noche. Al acercarse a mí pude recordarlo y ahí empezo todo.

Un amigo genuino hace la diferencia siempre. No se siente bien andar solo por la vida ni poder compartir cosas que dan ganas de gritarlas y algunos quizás piensen "¿Por qué no simplemente las decís si tanta necesidad tenés de hacerlo?" pero no es tan sencillo. Hablo   de esas cosas que para uno son delicadas y que solo a personas de confianza se le pueden contar, pero en la ausencia de éstos son escondidas en el fondo de nuestros corazones y algunos de esos secretos nos hieren tenerlos ocultos y cuando salen al exterior son materializadas en lágrimas, momentos de ira, desprecio hacia los demás pero aún más a los que te hieren, tener caras que llaman la atención a los demás por ser tan serias o tristes formando en ellos prejuicios que los alejan sin darse cuenta lo difícil que es tu vida y menos la necesidad de ser escuchado o escuchada, algunos de esos secretos nos llevan a lugares de soledad para ellos sentirse seguros sin importarles el motivo de que nos dañan por dentro y ante el peligro de ser descubiertos nos hacen sonreír para que nadie sospeche que estamos siendo lastimados lentamente. Hay secretos que son destructivos para nosotros incluso sin darnos cuenta de ello pero ¿A quién decirle si no hay nadie que me haga sentir la confianza que necesito para contarlo?.

Una vez escuché a alguien contar a muchas personas algo que leyó, se lamentaba de no recordar al autor, pero aún así lo compartio y hablaba sobre la descripción de un verdadero amigo:

Un Amigo es:
Un tesoro.

Alguien que le ama tal como es pese a lo que sea.

Alguien que no solo ve quien es usted, sino quien puede llegar a ser.

Alguien que está allí para levantarle cuando caiga.

Alguien con quien pueda compartir sus experiencias diarias.

Quien acepta lo peor de usted, pero le ayuda a ser lo mejor.

Alguien que entiende su pasado, cree en su futuro, y le acepta hoy tal como es.

Alguien que llega cuando todo el mundo se ha ido.

Verdaderamente son un tesoro las personas así y quizás hayan muchos, pero todos escondidos porque han sido lastimados por ser buenos. Personalmente eh visto personas que tienen las cualidades antes mencionadas, pero que pocas veces, o nunca, reciben lo mismo a cambio. Nadie les dedica el tiempo que ellos a los demás si, entonces la injusticia se hace presente y la falta de amor hacia ellos les genera un argumento que los aparta de la sociedad, o ya deja de importarles lo que les pasa a los demás. ¿Se merecen esos tratos aquellos que lo dan todo por los demás?

Mi amigo es una persona que cumple con 2 cosas que mencione antes; 1)las características de un buen amigo y 2) las injusticias que sufren las personas así. Me duele reconocer que yo fuí una de esas personas que entran en la mención número 2, que a pesar de que él dio mucho por mí, yo no le devolví lo que se merecía; amor. Del amor nacen los buenos amigos, ese sentimiento es lo que guía a las personas a darlo todo por otra, incluso dar la vida en rescate de otro se vuelve una opción y ,de ser necesaria, la ejecutarían sin pensarlo dos veces. Hoy en día sería muy difícil ver, escuchar y leer sobre una escena de ese tipo. Estamos demasiados ocupados en nosotros mismos para darnos cuenta de lo valioso que está a nuestro alrededor; las personas.