-Estoy muerto de miedo.
-¿Habrá cometido usted alguna vileza?
-¿Más aún que desatender mis labores? ¿Más aún que ni lo concibo?
-Más aún.
-Pues sí. Podría decirse...
-Algún día lo sabrá, puedo asegurarlo. Más aún porque usted ya no puede ocultarlo.
-He de llevarmelo a la tumba.
-¡Sin motivos!
-Con pavor querrá decir.
-Yo utilizaría cobardía.
- No.
-¡Es de valientes aferrarse al orgullo!
-Nunca he sido fan del sarcasmo estimado amigo.
-¡Cobarde!
-¿Cobarde? Si fuese cobardía, como alude usted, ya estaría suplicando yo a su... Coraje hay que tener para mantener la cordura. Coraje y tequila...
-Entonces... ¿Lo acepta?
- No he dicho nada.