Eran ya cerca de la media noche en Seúl y los ensayos de EXO para el comeback con Wolf, habían terminado por hoy. Todos estaban exhaustos, algunos fueron a tomar unas duchas y otros fueron a buscar comida.
Baekhyun anunció que saldría un rato, Chanyeol al no tener nada más que hacer, le siguió. Caminaron un rato hablando sobre cualquier cosa, como el por qué de los caracoles de caminar tan lento, por qué las frituras tenían formas de triángulos, por qué las chicas podían ser tan exasperantes a veces. Hablaron muchas cosas, algunas sin sentido, y no desaprovecharon ninguna oportunidad para coquetearse, ganando muchos sonrojos y tímidas sonrisas. No era que a Chanyeol le gustara Baekhyun, o que a Baekhyun le gustara Chanyeol, porque coquetear es normal ¿no? Incluso si es entre amigos del mismo sexo. No, no se gustaban, claro que no. Qué ridículo.
No podían negarlo.
Hubo una ocasión en que estuvieron especialmente cariñosos en el dormitorio de EXO, al día siguiente por la mañana Kyungsoo le preguntó a Baekhyun si tenía alguna clase de sentimientos hacia Chanyeol, a lo que él sólo balbuceó algo sin sentido mientras sus mejillas se tornaban rojas y se alejó. Una respuesta bastante clara para el otro.
Ninguno lo había negado. Baekhyun no podía negar el sentirse feliz mientras el gigante de orejas grandes estaba alrededor, no podía negar el sentirse aun más feliz cuando Chanyeol sólo le prestaba atención a él. No podía decir que no le gusta esa sonrisa tan blanca y perfecta y sus ojos tan llenos de brillo. No podría decir que no le gusta todo de él. Porque lo hacía.
Chanyeol no podía negar que le gustara la manera en que el más bajo se sonrojaba cuando le hacía un cumplido o cuando le abrazara, no podía decir que no le gusta la voz de Baekhyun aunque sólo la use para gritar, no podía negar que su corazón se aceleraba al oírle cantar, no podía negar sentirse lleno con Baekhyun cerca. No podría decir que no le gusta todo de él. Porque lo hacía.
Llegaron un pequeño parque, se sentaron en una banca blanca debajo de un árbol, riéndose después de algún comentario que hizo el más alto.
Baekhyun tenía ceguera nocturna, Chanyeol le comentó que las estrellas se veían especialmente hermosas esa noche.
― Sabes que tengo ceguera nocturna, apenas puedo verte a ti. No puedo ver bien las estrellas ― mintió, podía ver muy bien al menor.
― Y ¿puedes ver la luna?
― Sí.
― Entonces sólo ves la estrella más brillante.
― Idiota. La luna no es una estrella. El sol sí es una estrella ― Chanyeol permaneció un momento en silencio.
Un largo rato de silencio.
― Si lo piensas, tú serías como el sol, como el centro de EXO, tienes mucho talento. Los demás miembros serían como las estrellas, muy brillantes, pero no tanto como tú ― Chanyeol pudo notar el sonrojo en el rostro de Baekhyun, no podía negar que él también se había sonrojado al decir aquellas palabras.
― ¿Tú qué serías? ― preguntó el mayor.
― Creo que sería la luna, la luna no brilla por sí misma, no como las estrellas, yo no tengo nada que ofrecer.
― La luna no es del todo inútil, ¿sabes, Channie? ― Chanyeol le miró con la confusión plantada en su rostro ― La luna refleja la luz del sol, así mientras la mitad del planeta es alumbrada por el sol, la otra mitad es alumbrada por la luna. ¿Sabes lo que significa? ― el alto negó con la cabeza ― Como tú eres la luna, significa que no podría hacer esto sin ti.
Chanyeol no pudo evitar el sonrojo que se apoderó de sus mejillas.
― Además, aunque haya miles de estrellas brillantes en el cielo, yo sólo puedo ver la luna ― Baekhyun lo vio a los ojos y sonrió. El corazón de Chanyeol latía desenfrenadamente, su cara ardía. Baekhyun no se encontraba de diferente manera.
― ¿Puede gustarme una estrella, Baekhyunnie? ―el mayor entró en pánico, ¿a -su- Chanyeol le gusta otra persona del grupo?
― Claro que puede gustarte una estrella, Channie ― respondió, con decepción.
― ¿Aunque sea la estrella más brillante y esté muy por fuera de mi alcance?
― No creo que haya algo fuera de tu alcance, Chanyeol.
― Y ¿no es raro?
― Claro que no. Puedes preguntarle a la estrella si quieres ― Baekhyun no podía creer que le estaba aconsejando a la persona que él quería, cómo ser feliz con otra.
Hubo un largo silencio.
― ¿Baekhyunnie? ― el susodicho sintió un tono diferente en la voz de Chanyeol. Baekhyun volteó a verle ― Me gustas.
Está bien, Baekhyun no se esperaba eso. No estaba seguro de cuánto tiempo habían estado en silencio, de lo que estaba seguro es que su boca estaba abierta y de que la cara de Chanyeol era puro nerviosismo.
No estaba seguro de qué debería hacer, es decir, a él también le gusta Chanyeol, pero ¿qué iba a hacer después de decírselo? Iba a ser incómodo. El contacto visual seguía ahí y estaba seguro que el más alto estaba esperando por una respuesta, pero ¿qué puede hacer con tantas cosas pasando en su cabeza y en su estómago?
Sin pensar mucho en lo que estaba haciendo se acercó al más alto, lentamente, quedando unos pocos centímetros entre ambos rostros. Se vieron a los ojos una vez más, Chanyeol alcanzó la cintura opuesta tímidamente, acercando al mayor a su cuerpo.
Cerraron sus ojos al mismo tiempo y terminaron de acercarse, sus labios colisionando suavemente, liberando nuevas sensaciones en ambos chicos. Sintiendo una repentina calidez en el frío clima. Las manos de Baekhyun alcanzaron las mejillas del otro, profundizando el beso.
Se separaron en busca de aire, jadeantes. Baekhyun sintiéndose un poco mareado, como si estuviera drogado, se recostó en el hombro de Chanyeol, rodeándole la cintura con los brazos y depositando un pequeño beso en su pálido cuello. El más alto, le devolvió el abrazo, apretando ligeramente el pequeño cuerpo entre sus brazos. No se dieron cuenta en qué momento Baekhyun se sentó en el regazo de Chanyeol. Pero ahí estaba.
― No sé si te hayas dado cuenta, pero, también me gustas ― dijo Baekhyun, sintiendo su rostro ruborizarse.
― Sí lo hice, pero, gracias por confirmármelo ― rieron. Chanyeol se levantó de la banca y Baekhyun soltó sus piernas del cuerpo del menor para quedar de pie.
― Vamos a casa ― dijo el mayor con una sonrisa, tomando la mano del otro y entrelazando sus dedos.
― Vamos a casa ― reafirmó Chanyeol, besando con delicadeza la mano que tenía entre las suyas y luego besando la mejilla opuesta.
Sonrieron, y por milésima vez en la noche, sus mejillas se adornaron con un rojo carmesí.
(A/N): Si quieren que haga una Parte ll, háganmelo saber, con gusto lo haré♥.
