Catoptrofobia

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Resulta cuanto menos curioso, que de vez en cuando iba a la casa de mi abuela a visitarla antes de que falleciera, su casa; una casa vieja, de crujiente madera, que aun siendo el punto más alto del día, dentro de ella se perpetuaba el ambiente, un tanto demasiado oscuro y frío, para lo que debía esperar, la casa quedó sola después de su fallecimiento, se cubrieron todos los muebles en sábanas para que no acumularan demasiado polvo, esa casa lúgubre con costras de pintura cayéndose a pedazos y ligera pero notoria podredumbre asomándose en la madera, pronto no estuvo sola, ya que mi madre, hermano y yo tuvimos que habitarla tiempo después por la muerte de mi padre, que había muerto hace pocos días atrás, por un accidente de autos, en el cual perdió la vida, mi madre no quería vivir más en aquella casa donde vivió una gran parte de su vida junto a él.

Es entonces, que trasladamos nuestras cosas a aquella casa que le pertenecía mi abuela. Rápidamente íbamos a instalarnos pero primero teníamos que limpiar las recamaras del polvo, solo tenía que limpiar la habitación que me correspondía, mi habitación, era algo amplia tenía algunos muebles que estaban cubiertos por las mantas que a su vez estaban cubiertas de polvo, procedí a limpiar, quitando suavemente las delgadas sabanas que dejaban ver lo que resguardaban, excepto una, no sabía que era lo que ahí se escondía y quizá jamás debí de haberlo sabido ya que desde que quite de forma extrañada y un poco torpe su gruesa sabana, todo fue diferente desde que eso sucedió, porqué detrás de ella se encontraba un espejo ovalado demasiado viejo, con machas en su superficie que a simple vista eran permanentes, de gran tamaño capaz de reflejar todo el cuerpo de una persona suficientemente alta, sus bordes eran como el marco de una foto, algo en él era inquietante, mi mente no me daba las palabras para expresar la sensación al verme reflejado en él, la imagen que recibía de mi mismo no era como daba por hecho que debería de ser, en ese momento un escalofrió me recorrió desde mi nuca hasta mis tobillos, cuando ahí vi mi reflejo no sabía si era yo, la parte instintiva de mi persona me decía corre, mi parte consiente quedó perplejo ante mi reflejo, en él podía notar diferencias a mi persona mi reflejo era ligeramente más alto y lo que me sorprendió fue que mi reflejo era más pálido, tenía leves ojeras y los ojos un poco hundidos, con la sensación mas desagradable tape nuevamente el espejo que yacía en la habitación.

Inmediatamente me dirigí al cuarto de baño, apresurado abrí la llave del agua caliente, rápidamente el baño se inundó en vapor cubriendo por completo el espejo frente a mí, lavé mi cara desesperado por olvidar aquella situación, por querer lavar rápidamente, algo del jabón para la cara calló en mis ojos, solo podía entrever el espejo por el ardor cuando en ese momento juraría haber visto como mi reflejo se movió acercándose hacia mí y mirándome fijamente con la misma cara de antes, cuando reaccione ante aquella imagen rápidamente abrí los ojos aun ignorando el ardor, como había de esperar mi reflejo esta vez era normal, quizá estoy alucinando después de tantas cosas que han ocurrido últimamente, -mejor olvido lo que aquí pasó- dije, pero cuando me disponía a retirarme, mire el espejo en el baño nuevamente, todo parecía normal hasta que me gire hacia la puerta, di algunos pasos, gire levemente la cabeza, no sé por qué hice eso quizá solo quería comprobar que todo estaba en orden, fue algo de lo que me arrepiento de haber hecho porqué cuando giré mi cabeza mire con mi vista periférica mi reflejo, ¡no había desaparecido! seguía viéndome de frente, a pesar de que le estaba dando la espalda, el me veía de frente, con la misma cara de antes, di un paso mas y di un portazo por la impresión, una vez más me dije, - solo es tu imaginación no hay nada de que temer-.

Rápidamente llegó la noche, estaba en mi recámara, acostado y preparado para dormir, cuando me giré para encontrar una posición mas cómoda voltee a ver al espejo, tenía una abultación redondeada y pequeña a la altura de la cabeza, cuando percibí aquel acontecimiento en ese mismo instante la sábana que cubría el espejo fue completamente liza nuevamente, me exalte en ese momento, dije -es el viento quien movió la sabana-, el resto de la noche transcurrió normalmente.

En la mañana, justo cuando desperté y recobre la conciencia, lo primero que note es que aquella sábana que cubría el espejo estaba en el suelo y sorpresa mía fue al percatarme de que la ventana estaba cerrada y aquello que sucedió de noche no pudo ser el aire, simplemente lo cubrí salí de mi habitación, regresé tarde, antes de que cayera la noche, abrí el cuarto, el cual lo había dejado con llave, nuevamente la sabana estaba tirada en el suelo y un poco estresado por todo lo que hasta ahora venía pasando, decidí ver directamente al espejo, me senté frente a él, ahí estaba yo, lo vi directamente durante un largo tiempo, en los primeros minutos todo parecía completamente normal, no estaba la expresión que antes había visto en él, transcurridos 10 minutos de ver mi reflejo en el espejo de un momento a otro note que en mi reflejo, que la piel se tornó a tonos grisáceos, fuera de ello todo parecía normal , transcurridos otros 10 minutos note que cambio el color de un gris suave a un gris perpetuo; decidí ignorar todo aquello, veía mi reflejo directamente, transcurrieron 20 minutos hasta que note un siguiente cambio notorio, cuando en mi reflejo note que comenzaron a aparecer ojeras, sabía que solo era un reflejo en el espejo, que no podía ser real, permanecí quieto, rápidamente la noche me atrapo, deje las luces apagadas solo era visible, en ese momento solo era mi reflejo y yo. Varias preguntas saltaron a mi cabeza y con la fiereza de un animal esas preguntas golpearon mi mente, dijo mi voz interna -¿ese soy yo?-, -¿estás seguro?- Alguien respondió dentro de mi , rápidamente voltee a ver nuevamente el espejo no había notado que había surgido un cambio, ahora mi reflejo estaba sonriendo, con la sonrisa más tétrica me miraba finamente su boca, dejaba ver que dentro de él no había nada, tembloroso vi directamente a los ojos y note que estos eran inexistentes sabía que me estaba mirando porqué podía sentirlo, vi esas cavidades donde antes había ojos solo para ver que estaban llenas de la nada. Solo podía estar seguro que ese no era yo, pero no podía saber si ese era yo porque jamás me había visto la cara con mis propios ojos y no podía saber si así era en ese momento, seguí viendo pero esta vez desvié la mirada y notaba como hacia muecas, mire directamente nuevamente y en cuanto observe, note que de el vacío donde deberían de estar los ojos comenzó a salir sangre como si estuviese llorando, gota tras gota caía empapando su cara, sabía que solo era el reflejo y no era, pero aun así pase mis dedos para tratar de limpiar la sangre que cada vez se hacia mas espesa. Cuando vi mi mano cubierta de sangre, mi inquietud fue tan grande que decidí levantarme, seguía viendo directamente cuando alguien entro al cuarto y encendió la luz, el reflejo había desaparecido mis manos estaban limpias, entro mi madre corriendo asustada, le pregunte por que estaba así a lo que me dijo, que me escucho gritar desesperado, cuando en realidad no sucedió eso, rápidamente mi madre se calmó y salió del cuarto, decidí ignorar el espejo nuevamente, fui directo a la cama cuando escuché que algo se movió, gire la cabeza, era ese espejo que estaba girado hacia mi dirección en la cama, me cubrí para no verlo más, pero escuché algo que se movió más aun, era otra vez él, que se había acercado, me hice el dormido para ignorarlo, en ese momento escuche las palabras que me harían helar la sangre, con la voz más desgarrada y grave que jamás había escuchado en mi vida:

Sé que estás despierto, yo soy tú, soy esos miedos que guardas, estoy en todos lados y ahora que me conoces jamás te dejaré solo, nunca volverás a estarlo por qué siempre te veré, estaré donde quiera que estés, en cada cuarto de vayas ahí estaré esperándote, por toda tu existencia, en cada reflejo... ese no serás tú como tal, seré yo...










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CatoptrofobiaWhere stories live. Discover now