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Mientras GOT7 se encontraba en medio de una filmación para su comeback, decidí tomarme unos minutos libres en el camerino de Jackson y Yugyeom para contestar algunos mensajes que habían llegado en las últimas horas.

En eso, se abre la puerta con lentitud, y supuse que era alguien del Staff que quería liberarse un poco del estrés al igual que yo.

Pero estaba equivocada.

Una mano masculina, con aquellas venas y huesos que tan bien conocía sujetaba mi muñeca con fuerza, logrando así que mi celular callera en la alfombra que recubría el suelo de aquella habitación.

Subí mi mirada rápidamente al dueño de la misma, y me encontré con unos oscuros ojos marrones, los cuales me miraban con cierta chispa y ardor, palpable en el ambiente.

Fue entonces cuando Jackson acortó la distancia que nos separaba en un fugaz beso apasionado, a la vez que me empujaba con brutalidad sobre una mesa que se encontraba detrás de nosotros.

El se encargó de cerrar la puerta con seguro, mientras bajaba sus ardientes besos a mi cuello, mordiendo mi piel con un poco de fuerza. Raramente no me causaba dolor; cualquier acción que provenga del castaño, era digna de ser disfrutada.

Cerré mis ojos y eche mi cabeza hacia atrás, dándole más espacio para atacar. Al mismo tiempo, una fría mano paso por debajo de mi pollera, acariciando mi muslo llegando a mi ya mojada ropa interior.

Tuve un escalofrío, el cual recorrió todo mi cuerpo, en el momento que Jackson comenzaba a masturbarme lentamente sobre la tela, como el solo sabía hacerlo.

Su dedo índice se colocaba sobre mi clítoris, haciendo pequeños círculos, provocando que mi respiración se vuelva agitada. Mordí mi labio y lloriqueé de placer.

- Ja-ackson... -Gemí casi en un susurro su nombre. Me acomode mejor en la mesa, un brazo detrás mío, mientras que mi mano libre estaba enterrando sus uñas en el amplio hombro del castaño.

- Eso pequeña, gime para mí... –Susurro sobre mi cuello, haciendo más presión sobre mi vagina, logrando que gimiera un poco alto, sonrojándome por ello. – ¿Te gusta princesa?

Su voz estaba ronca, bastante, dándome a entender que la lujuria recorría con velocidad por sus venas, al igual que yo.

Solo había una diferencia.

Yo me encontraba dominada por sus acciones, sus besos, sus dedos y su voz prendían cada parte de mi cuerpo.

Fue entonces cuando Jackson comenzó a bajar mi ropa interior sobre mis piernas, dejándola caer en el suelo. Yo no perdí tiempo y desabroche su cinturón con rapidez, algo torpe por el apuro que tenia de sentirlo dentro de mí.

Acerque mis labios a los suyos, para besarnos desesperadamente. Su lengua recorría cada rincón de mi boca, a la vez que el roce provocado con la mía nos generaban pequeños gemidos.

Rodeé mis brazos en su cuello pegándonos aun mas, ayudándome con mis piernas sosteniéndolo por detrás de su cadera.

Su miembro rozó con mi vagina por un segundo. Mis labios temblaron por el pequeño contacto de nuestros cuerpos.

- Angie... mmhg... joder –Gimió con aquella voz profunda que tanto amaba.

- Hazme tuya Jackson... Ya no aguanto... –Me quejé acercándome más a él, gimiendo agudo al sentir que el glande de su miembro ya había entrado por completo en mi vagina.

Jackson me tomo de la cintura, y termino de entrar en un solo movimiento brusco. Tan placentero. Entraba y salía lentamente, logrando que lo disfrute y lo sufra de forma interna. Quería más, pero así, era como tocar las estrellas con las manos. Apoye mi frente sobre su hombro queriendo mas cercanía, que nuestros cuerpos se fusionen en uno, Jackson lograba lo que nadie podría lograr en mi.

Deseaba entregarme a Jackson infinitamente, sus gemidos eran música para mis oídos. Su voz ya me convertía en una llama ardiente, que quemaba todo a su paso. Podría vivir con Jackson dentro de mí, este imbécil me tenía a sus pies, y sabía que nunca me negaría a tener sexo con él, o a cumplir sus fantasías más oscuras.

- Mmhg... Ahh Angie~ - Jackson se aferró con fuerza sobre el mueble. –Estas jodidamente apretada mujer... Se nota que ha pasado un tiempo. –Rio roncamente, moviéndose un poco más rápido, sin dejar de provocar ruidos con su garganta.

- J-Jack... a-ah... -Odiaba gemir agudo, sabía que nos escucharían si seguía así, pero al castaño que me estaba penetrando en ese momento no parecía importarle negativamente, de hecho, cada vez sus movimientos se volvían cortos y profundos.

Una de sus manos se escabulló debajo de mi remera por la parte trasera, acto seguido, una sensación de libertad se apodero de mis senos. Jackson desabrocho mi sostén, cosa que fue suficiente para que manipule mis pezones con facilidad. Joder, uno de mis puntos débiles.

Tome entre mis dientes su remera, callando mis gritos de placer, el cual era tan alto que pequeñas lágrimas salieron de mis ojos. Quería llorar de placer, así es, llorar y gritar a los cuatro vientos su nombre.

Iba a correrme en cualquier momento, y parecía que Jackson estaba a punto. Sus embestidas sumaron velocidad en el asunto a la vez que rozaban aquella zona que me hacia enloquecer.

Dos, tres, cuatro penetraciones más bastaron para que Jackson se viniera dentro de mí en bastante cantidad.

Podía sentir como su semen se escurría por mis paredes, mientras que el chico sacaba su miembro lentamente de mi vagina.

Escuchaba su respiración agitada, se le notaba cansado y un poco sudado, pero para mi suerte, la cosa no iba a acabar tan fácil.

Vacio completo fue lo que sentí por menos de dos segundos dentro de mí, antes de que Jackson pusiera dos de sus dedos dentro de mí de forma inesperada.

Este los doblo, tocando sin ningún esfuerzo mi punto G, y ahí no pude controlarme al gemir alto su nombre.

- ¡Jackson Dios sí! –Me moví sobre sus dedos, cerrando con fuerza mis ojos, disfrutando de aquellos largos dedos de Wang, quienes nunca hacían mal su trabajo.

Si imaginarse teniendo relaciones con este hombre ya es sumamente excitante, tenerlas supera la realidad, las expectativas.

Fue así como logre un excelente orgasmo gracias a los mágicos dedos del castaño.

Traté de controlar mi respiración, sentándome mejor en la mesa, mientras que Jackson me limpiaba y me arreglaba. Subí mi mirada y este traía una sonrisa sobre sus labios.

Me miró y rió un poco, sacándome una sonrisa al mismo tiempo. ¿Por qué podía hacerme sentir tantas cosas en tan poco tiempo?

- ¿Te estás cuidando, verdad? Aun soy demasiado joven para ser padre. –Rio, mientras me abrazaba, aprovechando para abrochar mi sostén.

- Si lo hago, de eso no te preocupes. –Susurré bajito toda sonrojada.

Colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y beso mi mejilla como despedida.

Ahora me tocaba limpiar todo este desastre.
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Capítulo kk sorry

No tenía mucha imaginación, pero prometo que el siguiente será mejor :D

Little and Dark Fantasy - Jackson WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora