Una pesadilla en Leaf Street

304 27 3
                                    

ACLARACIONES: Los personajes son de Masashi Kishimoto, el autor ORIGINAL de este one-shot es PeinSaku de fanfiction.net, yo solamente traduzco esta obra al español.

.

Una pesadilla en Leaf Street

  -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-  

[DOS AÑOS ANTES]

–¡SHIZUNE!–

Una mujer con cabello corto y oscuro entró corriendo a la oficina del Hokage, deteniéndose solo para mirar momentáneamente a los "invitados" de pie frente a su mentor. Sabía que estaban allí, por supuesto, los había dejado entrar, pero eso no le impedía mirar boquiabierta cada vez que los miraba. Todo fue tan irreal.

Incluso se pellizcó dos veces para asegurarse de que no estaba soñando.

–Sí, Tsunade-sama?– ella jadeó, jadeando por su loca carrera. Sabiendo que estas personas estaban a solas con el Hokage, comprensiblemente, la puso un poco nerviosa.

–Tráeme Sakura–, le ordenó la mujer de cabello rubio.

–Sí, señora.– Con un destello de sus manos, desapareció en una nube de humo blanco.

.

–¡Sakura, Sakura!– el capitán de ANBU pelirosa alzó la vista al oír su nombre.

–Oye, Shizune-nee,– saludó Sakura. –¿Algo mal?–

–Tsunade-sama te necesita–, respondió ella. –Es importante. Y hagas lo que hagas, no grites–.

.

–Como sabemos-–

Tsunade fue cortada cuando apareció un remolino de hojas.

–Ah–, murmuró. –Aquí estás Sakura–.

Sakura se inclinó cortésmente, con las cejas ligeramente levantadas y una curiosa sonrisa en su lugar. –¿Shizune-nee dijo que me necesitabas?–

–Ah, sí–, gruñó Tsunade, claramente incómodo. –Me gustaría que conozcas a nuestros ... nuevos invitados–. Hizo un gesto hacia el otro lado de la habitación, y Sakura se giró.

Su primera reacción fue congelarse. La primera reacción de Inner-Sakura fue gritar.

¡SANTA MADRE DE MIERDA!

Los Akatsuki.

Ahí en carne y hueso.

De pie en la oficina del Hokage.

Sakura solo podía mirar en silencioso shock, su ojo izquierdo atrapado en medio de contracción, mientras que Inner Sakura despotricaba con una serie de maldiciones creativas que ella no sabía que existían. Si hubiera sido en otro momento, Tsunade se hubiera reído de la expresión de su aprendiz, pero, por así decirlo, ella no se divirtió con esta situación.

–Ves mi problema–, Tsunade inexpresivo.

Pasó otro momento tenso antes de que Sakura se recuperara y nivelara a los infames criminales con una ceñuda mirada mortal. –¿Quieres que me deshaga de ellos?–

Por su parte, la mayoría de los Akatsuki parecían bastante molestos porque ella había insinuado que podía matarlos. Sasori ya estaba bastante enojado: matar a alguien tendía a hacerte ganar un lugar especial en su Lista Negra. Deidara y ese tipo con el cabello plateado al que le gustaba apuñalarse a sí mismo se sintieron supremamente ofendidos por sus palabras. Y, para ser justos, tenían derecho a estarlo; no importa cuán volátil sea su temperamento, Sakura no tenía ninguna posibilidad contra todos ellos sola. Kisame se estaba divirtiendo como el infierno por su espíritu, e Itachi no parecía que le importara una mierda de ninguna manera. Ese otro monstruo cuyo nombre nunca recordaría la estaba mirando críticamente, tratando de determinar cuánto dinero recibiría por traer su cadáver a la estación de recompensas. Tobi se encogió y se agachó detrás de Deidara, lo que sólo irritó a este último aún más, y Zetsu estaba demasiado ocupado mentalmente sumergiendo su cuerpo en comestible y no comestible para prestar atención a lo que ella decía.

Una pesadilla en Leaf StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora