Acto Primero, Escena IV

10 1 0
                                    

Escena: El Accidente De La Chimenea

(La casa Cantares. Aswier y Hayley)


Aswier: Mi amor, Hayley, ¿puedes prender la chimenea?

Hayley: Por supuesto, y no te preocupes, yo sé cómo hacerlo. (Fuego falso en la chimenea, gritar y llevar las manos al rostro)

Aswier: ¡Mi amor, qué sucede!

Hayley: ¡Mi belleza ha muerto!

Aswier: No digas nada, porque mis ojos son capaces de ver más allá de tu rostro, por favor aparta tus manos.

Hayley: ¡Mentira, eres un mentiroso!

Aswier: Si al apartar tus manos de tu rostro, yo corto mi respiración o hay un gesto de desprecio en mi cara, entonces júzgame y condéname.

Hayley: Prefiero morir antes de que veas mi rostro. Y si he de condenarte, entonces tus ojos deben ser expulsados de tu hermosa cara.

Aswier: Jamás mis ojos negarán una mirada a tu rostro, porque en mis ojos está impregnada la belleza y no pueden ver fealdad.

Hayley: Unas palabras hermosas que sólo merece una mujer bella.

Aswier: ¡Qué mis ojos sean sacrificados! Escribiré con mis lágrimas que amo tu rostro. Hoy mis ojos morirán si me traicionan.

Hayley: ¡Quiero morir! Pero qué digo, si a la verdad ya estoy muerta; sin belleza no soy nada en este mundo superficial y engañoso.

Aswier: Deja que mi sirviente sane tus heridas, y no dudes que mi amor se mantiene firme. Mi amor es como un sol que ni miles de océanos podrán apagar.

El Ritual De Un Amante (Obra Teatral)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora