Encuentros extraños

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Abro los ojos, un fuerte dolor me viene a la cabeza, siento como si me hubieran dado un martillazo. Miro a mi alrededor y no estoy en mi habitación, intento incorporarme pero algo me detiene. Bajo la vista hacia mi abdomen y me encuentro con un brazo. Ahora viene cuando me empieza a entrar el pánico y por supuesto la duda de mirar, no mirar, despertarlo o levantarme con el suficiente cuidado y sigilo como para que no se de cuenta. Opto por mis segundas opciones y trato otra vez de incorporarme pero, el brazo me agarra más fuerte y su cuerpo da la vuelta conmigo, lo que significa que quedo encima de él. Es bastante más grande y fuerte que yo así que poco puedo hacer. Me remuevo encima de él  hasta que me termina soltando, pero mi cuerpo toma la mala decisión de girarse hacia la izquierda en vez de hacia la derecha, que era donde me encontraba principalmente, así que me caigo al suelo. Está helado en comparación a mi. Caigo en las rodillas, lo que provoca un fuerte ruido y que se me vayan las ganas de volver siquiera a levantarme algún día. Miro hacia arriba y solo puedo pensar que quien quiera que sea ese tipo, tiene el sueño muy pesado, porque no se a ni inmutado, y estoy segura de haber despertado a medio mundo con el golpe que me he dado. De todas formas doy gracias a que no se haya despertado porque no tengo ganas de mantener una conversación incómoda con nadie en estos momentos.
Intento levantarme y un fuerte mareo hace que me tenga que apollar en la pared para mantenerme en pie.
En ese momento me doy cuenta de que no llevo mi ropa y, aunque no recuerdo ni lo que llevaba puesto anoche, estoy segura de que no era una camisa de hombre y  de que llevaba sujetador.
Pienso en mirar la cara de mi acompañante, pero decido buscar primero mis cosas por si tengo que salir corriendo. Intento recordar como llegué a esto pero todo está borroso. La imagen de una ya muy borracha Alexandra ofreciendome una especie de líquido azul me viene a la cabeza.
Alex, ella me ha arrastrado a esto, yo no quería venir, pero a ella le acaban de romper el corazón y quería venir a distraerse. Y como yo se lo que es "distraerse" para ella, no me quedó otra opción que acompañarla para que no se metiera en algún problema. Que irónico teniendo en cuenta como me he despertado yo.
No hay rastro ni de mi ropa, ni de mi móvil, ni de mis ganas de vivir, así que decido salir a ver si encuentro a Alex, ya sea vomitado en una maceta o tirada en algun sitio con una resaca monumental.
Al salir me encuentro con un salón enorme, está repleto de vasos rojos y botellas vacías. Hay dos chicas durmiendo en el ámplio sofá. Una de ellas está prácticamente haciendo el pino y la otra parece una estrella de mar. Mis ojos recorren la sala y se paran en un montón de ropa. Me parece ver que ser mueve y las prendas se empiezan a caer de encima de un sujeto mientras este se levanta.
-Oh Dios mio- es lo único que se me ocurre decir ya que el tipo está desnudo, completamente. Cuando se termina de incorporar se encuentra de espaldas a mi. Le miro de arriba a bajo, al llegar al trasero me quedo pensativa. Yo conozco ese culo.
Este se da la vuelta y como le estaba mirando el trasero mi vista queda fija en otro sitio. Siento como el color me sube a las mejillas y me obligo a mi misma a salir de la paralisis para quitar la vista de ahí. Mis ojos suben hasta su rostro y, lo sabía. Ya conocía ese culo.
-Nathan, me harías el favor de taparte- le digo.
-¿Qué demonios ha pasado?- pregunta sin hacer caso a mi petición.
-Nath...
-Oh, sí- busca torpemente algo para taparse y yo le lanzo lo que parece ser un vestido.
-¿Gracias?
-Tu solo tápate- le ordeno- ¿Tienes idea de como has llegado a esto?
-Ni la más remota.
-Ya somos dos-me le quedo mirando-  busca unos pantalones y ayudame a encontrar a Alex.
-¿Pretendes que me ponga unos pantalones ajenos?
-¿Tienes una idea mejor?
-Soy partidario del nudismo-me sonríe.
-No, gracias, ya visto todo lo que tenía que ver.
-Lo que tú digas- se encoge de hombros- pero no me digas que no has disfrutado de las vistas-me dice. Deja caer el vestido que lo cubría y se pone a buscar unos pantalones. Yo simplemente aparto la vista. Definitivamente demasiada confianza es mala. Pienso en el momento en el que empecé a beber, pero no lo recuerdo, tampoco recuerdo las estupideces que seguramente he hecho. No me darían vergüenza si no fuera porque aún me queda un baile al que asistir, en el que tendré que verle la cara a la misma gente que estaba en esta fiesta de graduación .  Maldita sea si unos idiotas no hubieran pintado el gimnasio para su "broma magistral", yo no tendría que preocuparme por las barbaridades que cometí anoche.
Me giro para ver si ya ha encontrado unos pantalones y mi nariz choca con la suya.
-¿Se puede saber que demonios haces?-le digo sin apartame.
-Observar como piensas-me sonríe- haces unas caras muy graciosas.
-¿Sigues borracho?-enarco una ceja. El se aparta y me mira fijamente.
-¿Realmente no recuerdas nada de lo que pasó anoche?
-¿Hay algo importante que deba recordar?-le pregunto a mi pelirrojo amigo y este se sonroja, lo cual es extraño teniendo en cuenta nuestra escena de unos segundos atrás. Recuerdo como conocí a este chico, fue hace unos dos o tres años. Él iba caminando por el instituto tranquilamente,  no recordaba haberlo visto antes, y yo al verlo pelirrojo, de ojos azules y lleno de pecas, solo se me ocurrió gritar desde el otro lado del pasillo "madre mía, estos Weasleys se reproducen como conejos". Estaba segura de no pillaría la referencia, pero me contestó "estoy seguro de que Luna Lovegood, apreciaría tu extravagancia" y desde ese momento somos amigos.
-¿Qué demonios hice, hiciste o hicimos para que te pongas así?
-N-Nada, será mejor que lo recuerdes por ti misma, ahora vamos a buscar a Alex-hace una pausa- pero también me podrías explicar tu atuendo.
-Solo se que me he despertado en esa habitación al lado de un tío.
-¿Qué tío?-su cara se pone del color de su pelo- vosotros...
-Espero que no, tampoco he visto quien es.
-¿Porque no vamos a mirar?
-Porque tenemos que encontrar a Alex, si nosotros nos hemos despertado así, no quiero ni imaginar en que situación estará ella.

¿Dónde está Alex?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora