Especial 2

361 21 11
                                    

Narradora:

Hace muchos años atrás una mujer pelicastaña tuvo una hija a la cual iba a llamar Midoriko pero justo el día en el que la niña nació, desapareció

-Señora Naomi tenemos muy malas noticias - Dijo el doctor demasiado serio

-¿Qué ocurrió? - Preguntó Naomi preocupada, quien acababa de despertar hace unos minutos

-Lamento informarle que su hija a desaparecido - Dijo el doctor con una expresión triste

-Pero, ¿Cómo es eso posible? digame, ¿Cómo pudo desaparecer mi hija? - Preguntó Naomi desesperada

-Entiendo que es difícil para usted pero tiene que ser fuerte - Dijo el doctor muy serio

-¿Cómo quiere que sea fuerte? Mí hija recién nacida ha desaparecido!! ¿Qué le voy a decir a Aome? Ella estaba muy feliz - Dijo Naomi empezando a llorar

-Pero... - Naomi interrumpió al doctor

-Por favor quiero estar sola, creo que usted no entiende el dolor de una madre que ha perdido a un hijo

El doctor salió de la habitación y dejó a la mujer sola, pues entendía que estaba pasando por una situación muy difícil

-Hija... - Dijo Naomi entre sollozos

La mujer lloró hasta quedarse dormida, al pasar un par de horas despertó y hay estaba Aome, su hija mayor

-¿Qué ocurre mami? ¿Por que estas triste? - Preguntó la pequeña muy preocupada

-No es nada hija, no te preocupes - Dijo Naomi intentando sonar tranquila

-¿Y dónde esta mi hermana? - Dijo súper emocionada la pequeña

-Hija... Este es un tema delicado, en este momento no puedo explicarte bien que paso pero cuando seas más grande te prometo que te diré todo - Dijo Naomi aguantándose las lágrimas

-¿Le paso algo malo? - Preguntó la pequeña un poco extrañada y preocupada al ver la expresión de su madre

-Tranquila cuando seas grande te diré todo - Dijo Naomi abrazando a su hija y lloró en silencio

Pasaron varios días y regresaron a la casa, la mujer pelicastaña no dudó en llamar a un detective para que descubriera que paso y que la ayudara  a encontrar a su hija, aquel detective era de cabello corto y plateado, sus ojos eran verdes esmeraldas y era muy amable

-Señor Mizuki por favor necesito que me ayude a descubrir que paso con mi hija - Dijo Naomi muy desesperada

-Claro señorita, haré todo lo posible por encontrar a su hija eso no lo dude - Dijo Mizuki dedicándole una sonrisa sincera

-Gracias... De verdad - Dijo Naomi sinceramente pero en el fondo se sentía muy triste

-No tiene porque agradecer - Dijo Mizuki sonriendo pero notó la tristeza de esta por lo que la abrazó

La mujer pelicastaña en ese momento se puso a llorar, no era que ella confiara mucho en el detective pero necesitaba alguien con quien desahogarse

-Tal vez no confíes mucho en mi por que no me conoces pero te aseguro que encontraré a tu hija cueste lo que cueste - Dijo Mizuki muy serio

-Confío en que traerás a mi hija de vuelta - Dijo Naomi un poco más tranquila

Narra Mizuki:

Luego de que la señorita Naomi se fuera, empecé al instante investigar sobre la desaparición de su hija.

Llegué al hospital y pedí que me mostrarán las cámaras de seguridad pero en el vídeo sólo salía un hombre que estaba usando una capucha, pero justo instantes después encontré una pluma

Siempre te he amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora