2. Gabriel y Jack se conocen

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Para Jack todos los viernes a la tarde eran especiales. Terminaría su jornada laboral y rápido se iría a entrenar, solo con un fin.
Luego de un mes de estudio, comprobo que esa persona, iba al mismo gimnasio los viernes y se quedaba bastante tiempo; parecía ser bastante popular por lo que le costaba acercarse y entablar una conversación con él. De qué se hablaba en un gimansio con un completo desconocido? No se le ocurria ninguna idea.

Entró al vestidor de hombres, se cambio y subió a la zona de máquinas. Primero, hay que calentar, por lo que corrió en la cinta; indirectamente miraba, buscaba al ser que le estaba quitando el aliento sin saber quien era. Jack era de las personas que primero conocía y luego pensaba si estaba enamorado o no, pero esta vez era distinto; desde que lo vió por primera vez sintió como el aliento se le escapaba y sus ojos no podían despegarse. Parecía un adolescente que no controlaba sus hormonas.
-Hola Jack, cómo estas?-
-Hola Jesse, Hanzo. Es viernes, comienzan mis vacaciones.-
Jesse Mccree, un estadounidense con acento tejano, alegre y sociable; Hanzo Shimada, es su pareja de origen japonés, hombre de pocas palabras menos con su amado "vaquero". El rubio los conoció en el gimnasio, pronto se llevaron bien y en alguna que otra ocasión tomaban unos tragos.
-Bien por ti, te iras a algún lado?-
-No creo, pero si quieres ir por unas cervezas avisame.-
-Qué buscas? Estas esperando a alguien?-
Interrumpió el nihon.
-Por qué lo mencionas?-
-Generalmente cuando hablas con los demás prestas atención y luego sigues la conversación, pero ahora se siente como si te estuvieramos interrumpiendo.-
-Miel, podrías dejar de analizar a las personas?-
-En realidad, tiene razón, estoy buscando a alguien...- confesó.
Como si de magia se tratará, ahí aparecía. Esta vez se vestía diferente, una musculosa que dejaban ver sus trabajados biceps y unos shorts que mostraban parte de sus piernas. Jack sentía que babeaba en ese instante, jamás había visto un cuerpo tan perfecto y trabajado como ese.
-Gabriel Reyes? Espera, te gusta Reyes!?-
Jesse preguntó en un tono elevado.
-Te cuesta mucho ser discreto no?-
-Hombre, si que aspiras alto. Podrías dejar de violarlo con los ojos?- rió
Morrison lo miró confundido y enojado.
-El señor Reyes es el dueño des establecimiento.- acoto Hanzo.
Eso explicaba el porque siempre estaba ocupado. Al ser el propietario, debía estar al tanto de las máquinas, el personal, los clientes.
-Te lo presentaré.-
Antes de reaccionar Mccree se dirigía a Reyes, confiado y divertido.
-Diablos... Shimada, ayudame.-
-No lo creo, debo admitir que quiero ver esta situación.-
-Eres igual de sádico que tu pareja.- se burló.
-Qué puedo decir? Ese hombre cambió mi vida.-
La sonrisa de Jesse le daba mala espina a Jack, no quería quedar como un acosador ni nada por el estilo, aunque tecnicamente podría ser uno.
-Gabriel, te quiero presentar a un amigo. Él es Jack Morrison.-
-Ho-hola- nunca tartamudeaba, pero ese hombre le intimidaba, claramente había revolucionado sus sentimientos.
-Jesse, esta claramente fue tú idea, el pobre hombre no tenía intención de charlar conmigo, esta ocupado entrenando y nosotros interrumpiendolo.-
-Fijate que te equivocas, justo estaba preguntando por el dueño de este hermoso establecimiento.-
Gabriel fulminó a Jesse con la mirada, y luego miro al rubio.
-Disculpame, mi nombre es Gabriel Reyes, es un gusto conocerlo señor Morrison.- le tendió la mano.
-Señor Reyes, el placer es todo mio.- se la estrecho.
Jesse y Hanzo se fueron antes que se les pudiera reclamar algo y eso alivió el ambiente.
-Entonces Jack, eso era todo, necesitabas que tus amigos me trajeran aquí para que puedas charlar conmigo?-
Morrison no podía creer lo rápido que cambió el tono de su voz. Ahora sonaba más intimidante y directo.
-Sentí todo este tiempo tus ojos sobre mí, me siento halagado-
-Lo siento, no creí que fuera tan evidente.-
-No te preocupes, no me molesta, ven a mi oficina. Quisiera que esta charla quedará solo entre nosotros.-
Dos curiosos los miraban desde lejos, susurrando. Gabriel, le hizo señas para que mirara, Jack accedió, pero sin saber lo que estaba ocurriendo. 

Ambos fueron a la oficina del jefe ubicada en el último piso, Jack no sabía si era él pero sentía una tensión particular en el ambiente. Acaso Gabriel estaba interesado en él? El de tez morena sacó una llave, abrió la puerta y lo invito a pasar.
-Que bonita oficina...-
No pudo ni terminar su frase, algo sello sus labios y lo arrinconó contra la pared.
-Dime si voy muy rápido, pero me aguante un mes que pasearas en mi gimnasio con tu cuerpo, que me miraras como si de carne se tratase.-
Antes de poder responder lo volvió a besar y eso terminó de romper a Jack. Ambos hombres se dejaron llevar por la pasión que acumularon durante este tiempo, la ropa sobraba y el ámbiente que antes se percibía como incómodo, se torno a uno de pasión y lujuria.

Durante los próximos minutos lo único que se oía en esa oficina eran gemidos, y dos cuerpos chocando entre sí con intensidad.

Mi fortaleza y mi debilidad (Reaper76|Moicy)Where stories live. Discover now