Dangerous...[Brad y tú] [The Vamps]

Capitulo 9 "¿Entonces qué quieres, Brad?

-No…-dije masajeando mis brazos con la esponja-¡BRAD! ¡¿QUÉ COJONES HACES AQUÍ?! –Grite horrorizada al verlo parado en el marco de la puerta.

-Bueno… no atendías la puerta. Así que entre-dijo encogiéndose de hombros, como si fuera lo más normal del mundo. Lo mire asustada

-¡Pues, vete!-grite, tratando de no moverme mucho, ya que el agua apenas me tapaba los pechos. Agradecí a la espuma por ser blanca y no dejar que vea nada.

-No, quería hablar-dijo sentándose en la tapa del retrete.

-Ahora no, dame unos minutos y saldré-dije tomando el shampoo que estaba en la encimera a mi izquierda.

-Bien-dijo mirando su celular-¿Quieres merendar algo?-preguntó, negué con la cabeza

-Tengo trabajo en…-tome mi teléfono que estaba en la encimera-¡En veinte minutos!-grité.-¡Sal de aquí! ¡Debo cambiarme!-le tire pequeñas gotas de agua, el frunció el ceño y salió

Envolví la toalla sobre mi cuerpo y salí del baño apresurada, tome una calza negra, una musculosa* blanca y mi sudadera negra por último mis vans blancas. Cepille mi cabello lo más rápido posible, dejándolo todo mojado, sin tiempo a secarlo.

Agradecí a Brad mentalmente por haberme recordado del estúpido trabajo. Si faltaba esta vez, Anne me despediría y no quería eso, me quedaba sin ahorros y tenía que restaurarlos. Lo que mis padres me mandaban mensualmente solo alcanzaba para pagar la renta y comprar comida. Mientras que yo, tenía que trabajar para comprarme ropa, zapatos, joyas entres esas cosas. Según ellos ‘Soy lo suficiente grande y debo ser responsable’ ¡Agh!

Tome mi bolso rápidamente, y salí de la habitación.

-¿Quieres que te lleve?-preguntó Bradley sentado en el sofá.

-Por favor-dije dirigiéndome rápidamente a la puerta-

-Hey tranquila, falta 10 para las 6-dijo parándose

-¡Rápido Brad!-lo tome del brazo y salimos, el río.

{…}

-Gracias por traerme-dije aun sentada en el asiento del copiloto-Luego discutiremos eso de ¡Por qué carajos entraste cuando me estaba duchando!-lo mire enojada, el me encogió de hombros-Eres un desgraciado, ¿lo sabes?-negó con la cabeza-¡Agh! Eres… estupendo-gruñí, se me acabaron los insultos.

-Me lo dicen mucho, luego de una sección de eso… ya sabes-volteo su cabeza para mirarme, me enrojecí de la furia.

-Genial-dije y salí del automóvil para entrar a la tienda fingiendo una sonrisa. Ni siquiera sé el por qué, siento esto. ¿Furia? ¿Quiénes carajos serán esas con las que se revuelca?  ¿Por qué estoy furiosa? ¡Ni siquiera me importa su vida! ¿Celosa? Por favor, lo aborrezco. Suspiré.

{…}

Luego de esperar a Austin durante quince minutos, debajo del oscuro cielo de California, él por fin llego. Se notaba triste, cansado. Decidí no gritarle en la cara el por qué demoro tanto, se notaba bastante mal.

-¿Estas bien?-pregunte subiendo al auto, el no respondió-¿Qué va mal?-insistí

-Nada, olvídalo, solo estoy cansado, no más preguntas-finalizó, coloque mis auriculares para distraerme, odiaba que me tratará así, pero no lo presionaría mucho, jamás lo vi, tan fastidiado. Estaba pálido, los parpados se le caían, tenía la mirada cansada.

-Austin me estas asustando-dijo mirándolo, él se encogió de hombros. Suspiré.

Llegamos a casa luego de diez minutos aproximadamente. Me baje rápidamente, quería correr a mi cama y gritar en la almohada, desahogando todo lo sucedido, comenzando por lo de esta tarde, de los chicos. Y terminando por Austin que cada vez se ponía más insoportable.