Vistamar es uno de los lugares más llamativos de país y motivos le sobran. Cuenta con uno de los puertos más grandes y antiguos del continente, lo que provoco que emergiera una cultura bohemia sin igual, su arquitectura va desde lo gótico a lo posmoderno, endulzado con los llamativos colores de las casas subsidiadas del gobierno. Su liosa geografía hizo que, independiente del lugar, el panorama siempre sea el magnánimo océano pacifico, he ahí el porqué de su nombre.
Todos estos atributos no hacen más que resaltar la imagen de la ciudad, pero lo que realmente agrega una plusvalía al sector es su gente. Más de la mitad de los residentes son nacidos y criados aquí, algunos incluso ni siquiera se han planteado la idea de vivir en otro lugar y es que Vistamar no solo ofrece empleo, sino que además cuenta con buenas universidades, agradables espacios para compartir a orillas del borde costero y con un clima que hace pensar que solo existe la primavera, estas cualidades, aderezadas con la gentilidad de los residentes hacen que las personas de regiones aledañas quieran pasar sus mejores días aquí, todos excepto Rouss, ella cree que es un montón de mierda.
Si se quisiera definir a esta mujer con una sola palabra, lo más probable es que sea desastre. Hace años que arrastra un alcoholismo del cual no está interesada en tratar, esa adición ha decantado en una serie de características que la hacen resaltar de la mayoría. Es común que expele una fragancia un tanto desagradable, suele ser grasa y cerveza, pero hay ocasiones en las que se esfuerza por empeorar ese olor. Su identificación puede decir que tiene 23, por supuesto es difícil acertar en la edad, después de todo no solo el alcohol ha estado presente en su vida. Sin embargo, no deja de ser una mujer fuerte, con un porte cercano al metro con sesenta centímetros, si un día se lo propone puede que su cabello negro brille por lo limpio y no por una agitada noche en un bar, Aunque hoy no llego ese empujón.
Hace un mes que trabaja para un señor dueño de una hamburguesería, era la encargada de los despachos a domicilio y no podía estar más hastiada de este empleo. Lo básico era odiar el hecho de trabajar, detestaba la idea de levantarse temprano para dejar la comida a alguien que poco le importaba, recibir una miseria de dinero que apenas alcanzaba para cubrir su cuota de alcohol y tener que usar una bicicleta para recorrer la ciudad, lo segundo que odiaba era el uniforme rojo con el cocodrilo bordado en la chaqueta. Obviamente haría todo lo posible para cambiar esta situación y hoy es el día en que llevaría a cabo este plan.
Ya había entregado la mayoría de los pedidos, los cuales solían estar basados en una hamburguesa con papas fritas, este dato no sería relevante salvo por el hecho de que, durante toda la mañana, ha estado con un humor fatal producto del creciente apetito, este trabajo solo empeoraba su semblante, si quería dejar este asqueroso oficio tendría que de alguna manera aligerar esta situación.
Estaba a pocas cuadras de su última entrega, la bicicleta se sentía más liviana, pero la temperatura ambiente aumentaba a eso de las dos de la tarde. Rouss quería estar algo presentable por lo que, mientras pedaleaba, comenzó a ver su aspecto en los vidrios de los autos estacionados. Su ropa estaba bien, después de todo la chaqueta roja se la entregaban en el trabajo y las calzas negras no se veían sucias, sus zapatillas si estaban desgastadas, pero era de esperarse, en cuanto a su rostro este dejaba mucho que desear, el cabello, como de costumbre, estaba sucio, apelmazado, sin embargo si se acomodaba la gorra este pasaría, con algo de suerte, desapercibido. En cuanto a su rostro, este claramente reflejaba el trasnoche, Rouss en el pasado usaba, o más bien dicho, abusaba del maquillaje, pero después de pasar tanto tiempo sin este tipo de productos fue perdiendo la costumbre y con ello la habilidad, por lo que no había forma de camuflar sus ojeras. De cualquier forma se detuvo un momento cuando vio que un hombre regaba en las cercanías, quedaba a unos metros del edificio al que se dirigía y si algo podía ayudar en su imagen era una aire más fresco, o al menos eso pensaba Rouss.
ESTÁS LEYENDO
Falsos Amantes
Action"Franklin", de esa forma se hace conocer una de las personas mas poderosas del bajo mundo español. Su identidad es un enigma del cual la policía aun no logra resolver, incluso entrar en su organización puede resultar imposible. Es por esto que, con...