único

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La pareja se encontraba acostada en el sofá viendo una película, la cual fue elegida por el menor.

-Hyung, ¡¿Vió cómo las puertas se abrieron al mismo tiempo y todas las cosas volaron por todos lados?! -- preguntó emocionado el menor, refiriéndose a la película proyectada, era una de las tantas de actividad paranormal y una de las favoritas del chico castaño.

-Eh, s-sí, la ví -- contestó por otro lado el mayor, que a decir verdad no la estaba pasando tan bien, éste, odiaba las películas de terror, pero con tal de satisfacer los caprichos de su pequeño, se encontraban viendo tal película en su día libre.

El mayor se hundía cada vez más en el sillón, con el bol de palomitas encima de su  pecho, utilizándolo así para ocultar su visión de la, según él, horrible película. JungKook estiró la mano para agarrar más palomitas y al no encontrarlas a su alcance giró el rostro para mirar a su acompañante.

-¿YoonGi-hyung?, ¿Está bien? -- cuestionó un poco preocupado el menor viendo la cara, un poco más pálida de lo normal, de su novio.

-Sí, pequeño, no pas-- su oración se vio interrumpida por su propio grito al ver una escena fuerte de la película.

-Hyung, si le causa miedo la película podemos cambiarla.-- dice el menor con el seño fruncido, preocupado de la reacción ajena.

-No, no, no, ¿Qué dices?, ¿Asustame?, ¿Yo?, ¿Cómo crees?-- contesta el pelinegro seguida de una risa nerviosa.

-Pero, hyung, no tiene porque temer, lo que pasa no es real y si en todo caso hay algo de lo que quiere que lo defienda, yo lo defenderé, no se preocupe.-- Intenta hacerlo reaccionar el menor, denotando preocupación en su voz pero totalmente convencido de sus propias palabras, al ver la mirada aterrada de su hyung favorito.

-¿Qué estás diciendo ahora? -- contestó YoonGi quitando por fin la mirada del televisor, para posarla en los ojos del castañito, e incorporándose en su asiento. -- Y en todo caso si alguien protegerá a alguien de algo, ese seré yo, porque soy el mayor y porque soy fuerte.-- dijo muy convencido de sí mismo.

-Así que eres fuerte.-- murmura el menor, mirándolo con el inicio de una sonrisa.

-Sí, fuerte y, y, y feroz, sí, eso, soy fuerte y feroz.-- dijo asintiendo vigorosamente.

-¿Entonces tengo un novio fuerte y feroz?-- preguntó JungKook suspirando y cerrando los ojos al tiempo que sacaba el bol del torso del mayor para recostarse él en su lugar, poniendo su cabeza encima de dónde se encontraba su corazón, para al final sonreír tranquilamente.

-Claro que sí, bebé, no tienes nada que temer, yo te protegere, tú sólo sigue viendo la película.-- respondió fingiendo demencia.

-Claro, hyung, es adorablemente fuerte y feroz,  tanto así que podría ganarle a un peluche de felpa en un combate cuerpo a cuerpo.-- contestó el menor riendo tiernamente.

El mayor al escuchar eso hizo un puchero inconsistente, sintiéndose un poco decaído, él era consiente de que no era la persona más fuerte y musculosa y escucharlo de la boca de su propio novio lo dejaba un poco inseguro.

El menor al no recibir respuesta levantó la mirada para observar a su hyung, encontrándolo con la mirada triste y perdida.

-Hyung, sólo bromeaba, ¿lo sabe, cierto?.--preguntó un poco preocupado.

El mayor sólo pudo sonreír débilmente mirándolo de reojo, para finalmente darle un beso en la coronilla de la cabeza y hundir su nariz allí mismo.

-Claro que sí, cariño; sé que eres consciente de que tienes un novio fuerte y feroz, en espíritu al menos, que te defenderá de todo el mundo de ser necesario.- murmuró el pelinegro mayor sobre el cabello del menor.

-YoonGi, amor, para mí eres el chico más valiente, fuerte, feroz como también tierno y atento, eres perfecto, perfecto para mí, deja de pensar en lo que sea que esté atormentando tu cabeza ahora mismo.- dijo el menor adivinando los pensamientos de su novio, pegando su mejilla con la del contrario, refregándose contra él como un gatito buscando mimos. Lo conocía demasiado bien para saber lo que esa mirada y ese tono de voz significaban, inseguridad, él era bastante consiente de los complejos que tenía el mayor de su cuerpo, lo cuáles por supuesto que no entendía, porque a sus ojos era perfecto, con su mirada gatuna cargada con cariño que le regalaba cada día, su sonrisa hermosamente tierna que mostraba cada vez que lograba hacerlo reír con alguna de sus ocurrencias, su pequeña nariz que amaba juntar con las suya para entregarle mimos, sus grandes manos que tanto amaba tomar entre las suyas, su delgada figura que adoraba abrazar, su amplio pecho en el cual disfrutaba acurrucarse, todo, todo de él le parecía perfecto y lo amaba, maldita sea que lo hacía y anhelaba que YoonGi pudiera hacerlo también.

YoonGi no pudo discutir contra eso, más viendo los ojitos de su novio, llenos de amor mezclados con un poco de angustia por querer que crea en sus palabras, por querer que deje sus inseguridades atrás y por querer que se ame como él lo hacía. Sonriendo, giró la cabeza para depositar sus labios contra la mejilla de JungKook.

-Estoy bien, amor, quita esa expresión preocupada de tu rostro ahora.- le dijo despegando apenas sus labios de la mejilla de su novio, por lo cual al hablar su aliento rozaba esa zona, haciendo reír al menor; y fue en ese momento en que YoonGi olvidó si quiera por qué estuvo decaído en primer lugar, ahí teniendo a su novio entre sus brazos, mimandose mutuamente se dió cuenta que sus inseguridades estaban infundadas y ni siquiera importaban ya que tenía a la persona que amaba allí entre sus brazos, dedicándole miradas llena de cariño.

Costaba dejar las inseguridades atrás, sí, pero teniendo a la persona que amas (y que te ama) recordándote lo importante que eres para él y lo valioso que eres en el mundo es como sales adelante, así es como intentas superarte día a día, para ser una mejor persona para él y para tí mismo.

¡Gracias por leer!

Fuerte y feroz 《YK》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora