One

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Paul Labile Pogba o como le digo yo: "loco desastre". 

Hoy me encuentro junto a el en su gran casa en Manchester, ha tenido su entrenamiento temprano y como siempre me he negado a asistir a cualquiera de ellos porque no quiero estar en mira o boca de cualquier chismoso y así hemos terminado...pues claro, él frente a mi, analizándome mientras termino un  proyecto de la universidad.

-¿Qué?- digo alejando mi vista del computador.

-Eres la peor- dice con molestia, la cual durará poco.

-Sabes que no quiero a conocer ninguno de tus amigos y creo que quedó claro después de mi huida al venir ellos de sorpresa. Y vuelvo a escuchar la voz de el tal Lingard y me iré de aquí.

-No seas así, solo quiero que te rodees mas en mi medio. Eres y soy tu familia aquí.- quise llorar con eso. Luego de ser su guía en mi país nos llevamos muy bien, dos meses después con la aprobación del intercambio todo vino a mejor y el quizo que estuviesemos por cerca, nada de Londres o Belfast. Así llegue a Manchester, irónico, ¿no?

-Paul, eres mi mejor amigo y no quiero que crean cosas y...-me interrumpe.

-No dirán nada. Te conocen sin verte, eres mi hermana y estas aquí y has sacrificado por mi, solo te pido esto.- resoplo y se que no me puedo negar, apago el computador y me enderezo.

-¿Sabes qué? Mañana después de mis clases pasa por mi e invítalos aquí, sean normales y de hogar por unas horas. Veremos y también serán mis amigos.- sonríe y me abraza, definitivamente no cambiaría a este loco futbolista.

Tomo mis cosas y me dirijo a mi habitación, dejo todo listo antes ya que en poco acabo clases y que creen, iré a Rusia, cortesía de Paul y su madre al ser parte de su familia e invitarme a que ganen su segunda estrella para la selección Francesa. En fin, me ducho y a dormir. 

Al levantarme al siguiente día, le dejo el desayuno a Paul y una nota con mi hora de salida, tomo el autobús y hago lo mio. Al ser viernes sus entrenamientos no son hasta muy tarde y es amable en venir por mi, por ello al ser las 3, veo su auto y subo en el.

-Pogba.- asiento

-Campbell.-ríe

-¿Qué es tan gracioso?.- río igual mientras el comienza a conducir

-Harás nuevos amigos. ¿Nerviosa?.- me mira de reojo.

-¿Debería? Se quienes son y no son nada especial para mi. Sinceramente si jugaras en otro equipo si que lo estaría. 

-¿Como cual?

-PSG o de vuelta a la Juventus.

-¿En serio? ¿Acaso estas flechada?, si es asi sabes que tengo muchos contactos y podria armarte citas, soy buen cupido.

-No gracias, quiero vivir tranquila, hacer mi carrera y al final me enamoro o no encontremos pareja jamas y como mutuo acuerdo nos casemos. Aun tenemos 6 años faltantes.- reímos aunque en realidad es buen acuerdo.

-Llegamos.- nos bajamos del auto y de repente siento muchos nervios. ¿Cómo me puedo sentir así? Son solo un grupo de hombres muy hormonales que juegan con balones.

-¡Hola a todos he traido el paquete!.- en serio no dijo eso. Le doy un golpe y voy hasta la cocina donde veo a Marcus Rashford. Aborten la misión y casémonos ahora.

-Hola.- digo simplemente y siento que mi voz salio como un hilo y Paul ríe como nunca.- Callate.

-Marcus Rashford, eres la amiga de Paul. Un placer.- Me abraza y creo que moriré.

-Amelié.- sonrio.

-Lindo nombre, poco común pero lindo en tí.- Paul comienza a toser como si se ahogara mientras a mi se me suben los colores al rostro.

-Gracias por decir eso. ¿Hay mas personas aqui?.-pregunto.

-Sí, todos están en la parrilla o jugando por alli, vamos.- me tiende la mano pero Paul me abraza 

-Así que, ¿seré cupido ahora?.- dice divertido.

-Claro que no, calla  y camina.

 Al llegar al patio veo a quien no quería, Jesse Lingard, a una distancia considerable, Martial, Lukaku, de Gea, Fellaini, Rojo y Romero.

-¿Solo ellos? Paul, puedes hacerlo mejor.- río y veo como se acercan los demás.- Hola soy Amelié, un placer.

Todos me saludan y se ven felices, a pesar de no estar todos por varias razones, Paul está feliz de tenerlos aquí y que yo sea parte de sus amistades me hace feliz igualmente. En fin, me alejo un poco y me siento en una banca que hay al final del jardín analizando como he llago hasta aquí, cierro mis ojos y suspiro pesadamente y en definitiva no quiero cambiar el curso de mi vida. 

-Paul dijo que me odias.-¿QUÉ? abro mis ojos lentamente para hacerme la desentendida a sabiendas de quien habla.- No nos conocemos, te pregunto, ¿por qué?.- Oh no.

-No es nada personal. Simplemente no eres de mi agrado, igual si seremos "amigos" desde ahora hay que empezar bien.- se endereza y me tiende la mano.

-Jesse Ellis Lingard.- tomo su mano y sonrió.- ¿Te veré en el mundial?.

-Lo harás.- me da una mirada y asiente.

-Entonces espero seguir vendiéndonos a menos que esté alguien mas.- simplemente niego e intercambiamos números para mantener contacto. 

Regresamos a la casa y luego de comer y charlar dejamos por sentado que varios se verán en Rusia y que espera salir campeones de tan preciado trofeo para sus carreras. 

(...)

-¡PAUL!- grité. Sinceramente es un acto constante. Llevo casi una hora esperando por él. Teníamos que ir a Francia a la reunión y como digo yo "bendiciones al mundial", claro está, es algo muy deseado por ellos pero no tengo aún emoción y más con alguien que tarda más que un grupo de modelos en pasarela.

En fin, cuando se dignó en salir de donde sea, pedí el auto y fuimos al aeropuerto, retrasados, muy retrasados. 4 horas después al llegar a París veo la emoción de la gente ya alistando banderas y las camisetas de la selección francesa y los rostros de sus iconos.

Paul me lleva a casa de su madre para que me consienta un poco ya que según él, ella lo desplaza por mi, nunca ve muchas mujeres a su alrededor y soy lo mejor de la vida de su hijo.

-Te veré después- hacemos nuestro súper handshake. -Usa el vestido rojo, seré además de tu mejor amigo, cupido y demás- ríe maliciosamente mientras yo alzo mi ceja.

-Ja ja ja, muy chistoso. No me habías dicho nada de ese plan. Manipulador.- se ríe y como no, su ""plan"" debe ser excepcional, pero entre nosotros los más lindos tienen el corazón ocupado y no soy una rompehogares así que muy bien que estoy. Debería de aceptar a Rashford.

-Está lista a las 8. Mamá irá igual.- Toma su morral y cierra la puerta. Bufo, ¿Qué puede pasar? Y claro, hoy era uno de esos días dónde me equivocaba.


AmeliéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora