Capítulo 3

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—Bambam es un amigo —dijo Mark a Jackson—. Maneja los negocios de la gente que baila en ese lugar. Son sus muchachos, si quieres puedes llamarlo, le cuentas lo que necesitas y según el dinero que le ofrezcas, te mandará a su mejor joya.

Jackson debía admitir que sonaba interesante, había frecuentado suficientes antros y los encontraba realmente entretenidos. Pero ¿que pasaría con Jennie?

—No, no —respondió pensándolo mejor—. Jennie no siente nada por mí, lo que menos necesito es alguien que le baile y la folle para que después se vaya con él.

La idea era buena, pero demasiado riesgosa. Así como podía reavivar la llama pasional con Jennie, también podía terminar por alejarla de él. Era un 'no' definitivo.

—Entonces llama a una chica. Jennie es hetero, ¿verdad?

Supuso que sí, ya que en el club solía verla coquetear con muchos hombres, nunca una mujer.

—Sí —respondió seguro.

—Llama a una chica, tal vez ambas puedan pasar un tiempo agradable, y tú observar o sumarte. Deja que la bailarina los seduzca, y que despierte en Jennie lo que parece haber perdido.

—¿Cuánto dinero? —preguntó BamBam.

Al parecer el 'no' de Jackson no era tan definitivo, ya que luego de haber oído la sugerencia de su amigo Mark no había demorado más de quince minutos en marcar el número de la tarjeta y llamar al tal BamBam. Primeramente estaba tratando de decirle lo que estaba buscando y quien lo había mandado, pero el hombre sólo preguntaba acerca del dinero.

—¿Sabes cuánto dinero tengo? —preguntó, arrogante.

Era verdad, Jackson Wang tenía mucho dinero y no le temblaba el pulso a la hora de firmar cheques de grandes cifras cuando era necesario.

BamBam rió al otro lado del teléfono.

—No, no lo sé. Por algo estoy preguntando.

—¿Cuánto quieres? ¿Cuánto quiere ella? Mándame a tu mejor chica, te aseguro que la paga será buena, muy buena... —aseguró, sonriente.

—Lis... —la voz de Jisoo sonaba muy ronca.

Dejé lo que estaba haciendo y me acerqué a ella, quien descansaba en el sofá de la sala.

—¿Qué pasa, Chu?

Tosió, y al toser hizo una mueca de dolor.

Mi pobre mejor amiga estaba muy débil. Había agarrado una ligera neumonía en algun lado.

Por suerte, nos dímos cuenta a tiempo y todos los medicamentos parecían frenar el virus. No estaba mejor, pero tampoco estaba peor.

—¿De nuevo vas a trabajar? —preguntó finalmente.

Asentí con la cabeza y me eché un poco de perfume entre los pechos y en el cuello.

—Sí. Y no empieces otra vez.

—Pero llegaste hace unas horas y ya te vas de nuevo...

Los medicamentos que necesitaba eran muy caros, y en esa situación no podía ir a trabajar.

Teníamos una renta y gastos que pagar, más los medicamentos. No me quedó otra opción, tuve que aceptar otro trabajo.

—No me gusta que bailes ahí Lisa, pero te respeto. Solo te pido que no hagas cosas que no quieres...

Jisoo era ayudante en un hogar de adopción, y yo bailarina en un antro.

¿Diferentes, verdad?

Pero la vida nos había cruzado para algo, y estabamos casi seguras que era para juntar nuestros sueldos y pagar un alquiler en un lugar decente.

—No haré nada que no quiera. Lo prometo —dije poniendo mi mano sobre mi corazón.

—Entonces ve y buena suerte.

El antro en el que trabajaba era un lugar muy lindo, siempre repleto de gente con dinero.

Bailar era mi gran pasión, de hecho me fuí de mi país natal para perseguir ese estúpido sueño aquí en Corea.

No me había ido mejor que en Tailandia, pero algo era algo.

Me gustaba bailar, aunque fuese para hombres mayores que se babeaban y después me perseguían preguntandome cuánto cobraba. Me gustaba.

—¡Lalisa! Qué suerte que llegas temprano —exclamó BamBam al verme entrar al lugar.

—Igual todavía tengo que maquillarme y vestirme.

Pareció no haberme escuchado, porque me tomó del brazo y me llevó hasta la barra.

—Te tengo una propuesta increíble —casi murmuró.

Estaba cansada, solo quería que la noche terminará de una vez y asi poder ir a dormir unas hermosas 4 horas.

—No estoy de ánimo para suspensos, sólo dilo.

Parecía nervioso, se miraba sus manos y jugaba con sus joyas.

—Alguien muy poderoso me ha pedido una chica para hacer un trío...

No lo dejé terminar, comencé a caminar hacia mi camarín.

Sabía que yo tenía mis reglas, y el contacto sexual era una de ellas.

—¡Espera, Lisa!

Lo ignoré.

—Te va a pagar lo que quieras, y a mí también —me frené—. Ademas podemos discutir y ponerle reglas. Vamos, escuchame Lisa, sé que te va a interesar...

Tenía razón. Me interesaba.

Estos días todo lo relacionado con el dinero me interesaba.

—Te escucho.

—Bueno, como ya te dije, él es alguien muy poderoso, con mucho dinero. Quiere hacer un trío con su novia. Yo sé que eres lesbiana, así que podemos arreglar que solo tengas sexo con la chica. Además puedes bailar y simplemente seducirlos, no hay necesidad de que tengas sexo, al menos no con él.

Me interesaba, mucho.

Aphrodite [JenLisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora