Hablemos de amor, pero de todo lo que este implica, desde momentos felices hasta corazones rotos, desde sentir que tocamos el cielo hasta arder en las llamas del infierno, hablemos de lo que pensé que eras y de lo que terminaste siendo
Hablemos de esa sensación en el pecho al comenzar, aquella donde no cabe la felicidad. Hablemos de cuando el amor comienza a fluir y las emociones no se pueden contener.
Hablemos de como cada mañana parece eterna, de como tus manos picas por tenerle una vez más, por rozarle, de como al marcharse le esperas voltear.
Hablemos de ti, de mi y de lo nuestro. Empecemos por lo bueno, de como nos conocimos, de como nuestras almas se conectaron en ese instante, de como nuestras vidas cambiaron con tan solo una mirada.
Hablemos de lo bien que me hacías sentir, de la manera en la que no te molestaba hablar de lo nuestro, Hablemos de ese amor que siento cada que tomo tu mano, de lo bien que me siento caminando a tu lado.
Hablemos de como el mundo paso de blanco y negro, a color, de como se fue la oscuridad cuando en tus ojos el sol resplandeció, hablemos de todo y sorprendámonos cuando no sintamos pasar el tiempo y de pronto nos demos cuenta que ya anocheció.
Hablemos de todas esas veces que apareciste cuando más lo necesitaba, de todas esas veces que pasamos sin dormir con tal de estar hablando, de todos los momentos que tuvimos.
Hablemos de tus caricias, de nuestros encuentros clandestinos donde eramos testigos de nuestro amor. Donde no existía tristeza ni melancolía y solo eramos tú y yo demostrando nuestro amor.
Hablemos de las veces en que me mirabas a los ojos y me sonreías con amor, de esas tardes grises donde me animabas a seguir adelante.
Pero hablemos también de cuando te marchaste, de cuando tu amor se acabo. De como las largas tardes se convirtieron en largas esperas. Como tus sonrisas se tomaron muecas.
Hablemos de como cambie al verte reír y que no fuera por mi. Hablemos también de esos días en lo que todo aparentaba estar bien cuando en realidad todo comenzaba a ser toxico.
De lo sólo que me sentí al no sentir tu mano alrededor de la mía. De como mis ojos no volvieron a brillar.
Hablemos de las promesas que hicimos y de las que no cumplimos, de los planes que teníamos y los que no haremos, hablemos de como viniste a cambiarme el mundo para luego dejarlo.
Hablemos de lo infausto e impuro de ese falso sentimiento, de lo absurdo de dar lo que no tenemos a quien no se lo merece. De escupir “nunca” y para “siempre” jugando a que conocemos lo qué es la eternidad. De refugiarse en escritos y en el arte para evitar eso que llaman mundo real. Lo egoísta que es dar amor solo para recibirlo, lo estúpido de construir relaciones bajo supuestos e ilusiones. Es tan cruel el sentimiento, tan crudo, que solo los humanos podemos poseerlo. Es así, más real la poesía que ese amor en el que apoyas tus precarias esperanzas, amar para no morir.
Hablemos de todo, sin ocultar nada.
Hablemos de ti, de mi, de lo que fuimos y lo que no.
Seamos sinceros, no tenemos porque mentirnos más.
