Volviendo a comenzar

1 0 0
                                    

Hola soy Lizzye Sophia Mayers, o Sophie como me llama mi tía, acabo de llegar a New York y diré que si es hermoso y tan diferente, pero no vivo mi vida como una pelicula de Hollywood, es más creo que si tratara de vivirla de esa manera iría presa en cualquier momento, tengo 21 años y voy a comenzar ir a la Universidad de Hamton Share una universidad para chicos Latinos como yo, me mude a New York hace 3 meses y estuve perdiendo el tiempo por aquí, otro poco por allá hasta que decidí volver a la universidad, con una nueva carrera, decidí que quiero ser psicóloga, creo que se adecua más a mi manera de ser, me gusta ayudar a las personas que realmente necesitan arreglar su vida, me gusta que la gente vea que efectivamente hay una solución a cada problema, a veces me gustaría poder auto aconsejarme y escucharme como muchos lo han hecho en el pasado, pero no puedo, no puedo perdonarme y no puedo dejar ir eso que tanto me atormenta, pero acá con mi nueva vida he aprendido algo, nadie me conoce y si me esfuerzo lo suficiente puedo olvidar y sí, demonios quería olvidar, en estos tres meses conocí a una chica Joselyn Fairy bastante increible la verdad, una rubia alta, como de 1,78, bastante escultural delgada con un pecho bastante pronunciado, un trasero firme como el de una barbie, piernas largas y muy bien torneadas, si la chica iba al gimnasio, su cara era como si miraras a una chica de revista, una nariz pequeña pero respingada, unos ojos verdes como la grama, pomulos pronunciados y unos labios gruesos sin llegar a ser vulgar, cejas perfectamente delineadas con un arco y en forma curva, sin duda alguna una chica modelo, lo que más me gustaba de ella? Su boca sucia era como hablar con un camionero, diablos la chica encontraba la groseria perfecta para cada oración, aún siendo una chica criada por padres estrictos, lograba ser tan salvaje, me encantaba pasar tiempo con ella, era como estar con una muy grande yo, a pesar de ser todo lo contrario, mientras ella era alta yo media 1:65, mientras ella era delgada yo era rellena con un trasero gigante, si ella tenía piernas largas, yo tenia unas piernas de tamaño normal, unos pechos a penas visibles y ni hablar de mi cabello, negro como la noche, ojos de un color miel intenso, cejas arqueadas, mucho cachete para mi propio bien, labios finos y una nariz algo grande para mi rostro, pero no me podía quejar realmente nunca sufrí por no tener la atención de algún chico y ahora que estaba comenzando de nuevo, el gran físico de mi amiga podía mantenerme al margen por un tiempo, como siempre hoy estaba en mi balcón esperando por Josel como me gustaba llamarla, ya que mi tía estaba trabajando, quedamos en pasar el día buscando un trabajo de medio tiempo, ella no lo necesitaba pero quería empezar a actuar como una dulto y tener responsabilidades, y yo quería realmente ayudar en casa aunque mi tía no me lo pidiera se que es costoso mantener a una persona y más en un país como esté, eran las 10:00 am y sonó la vocina del auto de josel, lista con currículo en mano y mi teléfono en otra me dispuse a ir hacia nuestro encuentro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 23, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Leeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora