Capitulo 9

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El rubio caminaba por los pasillos de la academia cuando se topo con el instructor de nombre Mizuki –hazte a un lado demonio- dijo de mala gana dándole un golpe al rubio en el hombro para moverlo nunca debió de haber hecho eso, ya que una sonrisa nada prometedora del rubio apareció en su cara, Mizuki siguió su camino ajeno a la amenaza que ahora se cernía sobre el, estaba en su oficina sin hacer nada medianamente interesante fuera de leer un libro llamado icha icha, de pronto algo paso el aire de su oficina se enrareció por alguna razón desconocida, necesitaba aire y que mejor que abriendo la ventana, se acerco a la misma y jalo, estaba trabada que mala suerte, jalo de nuevo y nada, volvió a hacerlo justo cuando una invisible bala de aire estrello el vidrio de forma muy conveniente -¡que rayos!- dijo el asustado chunin un segundo mas de hacer fuerza y habría acabado enterrándose alguno de esos vidrios afilados, nunca se dio cuenta de que el rubio de hecho estaba detrás de el –buen viaje-dijo a su espalda mientras el chunin se asustaba esa voz solo pertenecía a una persona que ahora mismo sonreía mientras una onda de aire lo empujaba a un pequeño charco de agua producto del vaso roto que tomo en la sala de profesores, todo mundo escucho el golpe del vidrio al romperse y corrieron a ver lo que ocurrió, la cara del Iruka perdió todo el color ahí en la ventana de su oficina estaba Mizuki con la cabeza de fuera de la ventana mientras un enorme pedazo de vidrio atravesaba su cuello dejando un charco enorme de sangre a sus pies -¡Mizuki!-grito Iruka corriendo a ayudar a su compañero herido no se dio cuenta del rubio tras la puerta que se disipaba en aire nebuloso como si fuese un fantasma.

De regreso a las clases el rumor de la muerte del profesor rondaba los pasillos, todos decían que fue un accidente pero cierto rubio no podía ocultar su siniestra sonrisa eso le divertía tanto quizá era verdad lo que decía Imari era un asesino consumado y la verdad la idea le encantaba.
El resto del día fue aburrido mucho de hecho y el rubio caminaba a casa después de salir de esa pesadilla, caminaba por las calles batsnte tranquilo mientras sentía esa conocida presencia a su espalda a decir verdad ya le estaba hartando su discreción, se alejo de las calles bulliciosas y se quedo inmóvil en un callejón y pronto entro en escena la conocida ojivioleta que lo seguía como siempre –sabes mes estoy hartando de que me acoses Namikaze- dijo el molesto rubio mientras ella sentía las lagrimas llegar a sus ojos pero como una mujer fuerte las contenía después de todo quería recuperar a su hijo –Naruto vuelve conmigo yo…yo lamento lo que paso por favor perdóname- dijo casi suplicante pero la expresión dura e inamovible del rubio era casi como ver una estatua –sabes algo…no me importa cuanto lo sientas hay cosas que no arreglaras con un perdóname, yo de verdad llegue a pensar que me amabas pero solo fue una trampa y no voy a caer por segunda vez- dijo molesto mientras salía del callejón, de inmediato Kushia corrió detrás de el y tratar de hacerlo entender pero era inútil el rubio simplemente no se detenía –espera no te vallas-dijo con dolor en su voz mientras el rubio se detuvo de nuevo, la miro frío y sin emociones una sonrisa apareció en su rostro y el corazón de Kushina latió con esperanza de pronto todo a su alrededor se deformo dejándole ver aquella fatídica noche en que todo se fue al diablo, e nemdio de esta ilusión todo era horrible sus risas resonaban con fuerza mientras los gritos de dolor de Naruto clavan hondo en ella, de pronto la imagen del pequeño y herido rubio fue reemplazada por la del actual Naruto que con una ultima mirada se alejo de ella dejándola dolida y en shock.

El rubio llego al día siguiente a la academia vestido de negro claro era un día fúnebre por la lamentable muerte de Mizuki que al final fue catalogada como accidente para felicidad de Naruto que de nuevo estaba sentado solo a la hora del almuerzo, la razón la heredera Hyuuga no asistió y las dos chicas antes mencionadas y tachadas de mironas no se sentían en confianza como para tratar de acercársele al rubio que ocasionalmente les sonreía de esa manera tan suya haciéndolas sonrojar, de nuevo fue donde Shino y tomo asiento a su lado ambos disfrutaban del silencio y de la compañía del otro hasta que claro Naruto abrió la boca
-entonces dime desde cuando lo haces- pregunto sereno mientras el Aburame lo miraba con curiosidad sin saber de que estaba hablando, -tu sabes de que hablo Shini_chan- la sonrisa delgada y esa forma de hablar pusieron histérico al chico de lentes
-desde cuando lo sabes- dijo con esa voz baja y serena casi indeterminada mientras el rubio hacia memoria pensando en cuando lo noto
-desde el primer día, algo así no se puede esconder de mi después de todo mi nariz en mucho mejor que la del cara de perro- Shino desvió la cara estaba expuesta su mascara y el ojiazul veía atreves de ella y esa sonrisa serena daba a entender que no mentía en realidad lo sabia, -ven vamos a platicar a otro lado- dijo el ojiazul caminando lejos de ojos curiosos seguido de cerca por el Aburame.

NEGRO DESTINO ( 黒運命)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora