La Apuesta

Final

-Daniel Pimentel, ¿Aceptas a Sophia Trevejo como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarla y respetarla todos los días de tu vida?-le preguntó el sacerdote a Daniel

El moreno lo miró

-llevo aquí media hora parado esperando que me diga que la puedo besar, claro que acepto -dijo Daniel

El sacerdote negó soltando una pequeña risa

-Sophia Trevejo, ¿Aceptas a Daniel Pimentel como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?-le repitió a Sophia

La chica sonrio y asintió

-si, lo acepto -le respondió

El sacerdote asintió

-El señor confirme con... -dirigió la vista a el pie de Daniel que se estaba moviendo impaciente - ay! Por Dios! Pásenme los anillos, a este chico le dará un ataque si no lo caso ahora mismo -pidió el sacerdote sacándole una sonrisa a Daniel

El sacerdote le entrego el anillo a Daniel

-Sophia, recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel -dijo poniendo el anillo en el dedo anular de Sophia

Sophia sonrió y tomo el que ahora le pertenecería a Daniel

-Daniel,  recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel-le repitió poniéndolo en el dedo anular del rizado

Pasan las arras a las manos de Daniel después de ser bendecidas por el padre

-Sophia, recibe estás arras como prenda de la bendición de Dios y del cuidado que tendré de que no falte nada en siento hogar -dijo pasando las pequeñas monedas de oro a las manos de Sophia

Quien las recibió entre sus manos

-Daniel, yo las recibo como prenda de la bendición de Dios y en señal de los bienes que vamos a compartir

Después de un momento siguió la ceremonia

-ahora los votos -indico el sacerdote

Daniel aclaró su garganta

Se habia aprendido una hoja completa con todo lo que sentía por Sophia y estaba listo para decirlo

-Sophia, bebé desde que llegaste hace dos años a la escuela, recuerdo que te conocí porque te sentaste a un lado mío, me ofreciste una paleta de Sandía, que desde aquel día se convirtió en algo intaltable en mi departamento, recuerdo todo lo que vivimos como si lo hubiéramos vivido hace unos segundos, desde el primer beso sentí que eras la indicada, sabes... Yo prometí jamás casarme... Prometí jamás enamorarme, prometí jamás sentir amor por alguien... Y llegó el día de La Apuesta el dia que... Que simplesmente le dio un giro a mi vida totalmente inesperado, tuvimos una química impresionante y me hiciste feliz a un nivel que es incontable, me hiciste cambiar, me llenaste, me... Me hiciste algo que jamás pensé llegar a ser... Me hiciste Feliz, me hiciste ver y sentir las nubes cada vez mas fuerte y aquí estamos, frente al altar uniendo nuestras vidas para siempre, el chico inmandable e inconyrolable termimo siendo controlando por una chica... gracias por todo y por siempre amor mío, te amo -finalizó Daniel 

Todos en la iglesia aplaudieron

Seguía Sophia

-Daniel, jamás pensé enamorarme tan perdidamente de alguien, pero sin embargo lo hize, me hiciste darme cuenta de muchísimas cosas, y descubrir muchas cosas que no sabía que existian, nos contamos cada uno de nuestros sueños y de la mano del otro los estamos logrando, recuerdo cuando para ti yo solo era una chica infantil y tú para mí eras un chico totalmente inalcanzable y aquí estoy parada frente a ti casandome y uniendo tu vida con la mía, no se que mas decir... Estoy tan feliz que no puedo esperar a vivir una vida entera contigo, te amo, mi amor -finalizó Sophia

Todos en la iglesia volvieron a aplaudir

El sacerdote dió un pequeño discurso y se acercó a los novios

-diria el discurso más largo pero ya te me estás muriendo aquí, así que con la bendición de Dios... Sophia Trevejo y Daniel Pimentel... Están oficialmente casados, Daniel, puedes besar a la novia -le indico el sacerdote

Daniel sonrió de oreja a oreja y tomo a Sophia de las mejillas  para acercarla a el y plantar un beso en sus labios

Un beso romántico y el primer beso como esposos de hambos

Se separaron y sonrieron

Salieron de la iglesia y a las puertas de esta Daniel tomo en brazos a Sophia caminado hasta la gran limusina color blanco que los esperaba fuera

Recién casados...

Y aquí estoy yo... Entre la multitud, viendo cómo mi hija es feliz recién casada... Es triste como ella a pesar de que yo no sea feliz... Lo pudo lograra pero como ella dijo hace dos años... No me necesita para vivir, felicidades chicos...

»F I N«