Los vientos del destino

Lo que desató 1.

Realmente no creo que me este pasando esto, no por que yo sea la gran cosa si no por que creí durante tres años que el lo era.
Matias: nena de verdad, podemos continuar juntos no es tanto escándalo, tu eres mi reina jamás vi a ninguna de esas más de una vez.
Sol: ¿de verdad crees que me valoro tan poco como para seguir contigo a pesar de esto? MATÍAS TE EH ENCONTRADO EN NUESTRA CASA CON OTRA Y TODAVÍA ENCIMA ME DICES TAN TRANQUILO QUE NO ES LA PRIMERA VEZ .
Matias: vale, si ya no quieres estar pues no estamos solecito, y perdón, pero no me eres suficiente.

La habitación se siente un poco más fría después del sonido de la puerta cerrarse, me dejó caer sobre la cama y aferró mis dedos a la orilla de la cama y me dejó caer, no es lo peor que me ah pasado ni que me pasará, pero se siente como si me hubieran arrancado una parte de mi, como si alguien arrancará un órgano vital; supongo que hubiera dolido menos si yo lo hubiese sospechado, si las cosas hubiesen ido mal, si discutieramos, pero no fue así, jamás esperaría eso de el, tres años viéndolos casi todos los dias, viajes familiares, fiestas todo juntos, en tres años remotamente discutimos un par de ocasiones ¿qué fue lo que pasó? ¿es algo en mi? ¿es físico o interno? De verdad creo que no me doleria tanto si hubiese sucedido algo, si alguien me hubiese advertido pero no, éramos la pareja ideal, siempre juntos siempre fieles, siempre fieles, y llegar, a nuestra casa, nuestro hogar lugar de comidas llenas de risas salas de maratones de películas abrazados, noches llenas de caricias en la habitacion, la habitacion donde el se había estado acostado con quien sabe cuantas.
Bss bss bsss
Margo: BEBEEEEEEE, vamos al Oro, dile a Matías nos vemos en dos horas ¿estas?
Sol: Matías y yo no estamos ya juntos
Margo: bueno, pues llámale dile que iremos todos.
Sol: no me entiendes Margareth, no estamos juntos, hemos terminado, se acabo -es inevitable, no puedo contener las lagrimas-
Margo: voy para allá.

Me tiro en la cama y grito, tengo que hacerlo, se que Margo llegará pronto y no me importa que ella me vea así tengo que, sacar todo está furia, este dolor, ya no regresare a este lugar así que que más da, aviento las cosas por la ventana, estrelló los recuadros en las escaleras, rompo todo y grito, como jamás había gritado, alcanzó a oir la puerta abrirse, a llegado, es las ventajas de vivir a unas calles de tu mejor amiga, lo pienso y se que ya no viviré más aquí, sólo siento unos brazos envolverme y se que ella no me juzgará, siento un hilo de baba caer y no me importa, sólo lloro, no puedo ver si quiera, siento que me quedaré seca, Margo me empuja sobre un sillón y se aleja.
Margo: ¿que paso cariño?
Le cuento toda la historia hipando y no soy capaz de ver su reacción, malditas lágrimas; se levanta y cuando creo que saldrá corriendo a asesinarlo oigo un cajón estrellarse.
Margo: ten, estas sentada sobre el sillón donde se cogió a otra, destrozalo Sol que no pueda volver a hacerlo.
Me acerca un cuchillo y yo sólo lo clavo, lo clavo y lo clavo y lo clavo, me siento como esquizofrénica oigo mil voces en mi cabeza gritando nombres de sus posibles amoríos, recordando incoherencias en sus historias, y una, suave al fondo de todo ese odio me dice, destroza todo y sal, sal rápido y no veas atrás no merece verte así, ¡no lo permitas! Y si, te vez bastante loca y dramática haciendo esto.
Suelto el cuchillo y oigo el sonido del metal contra el suelo, me limpio un poco la nariz y de la mano de Margo me voy.