𝐚𝐥𝐥 𝐠𝐫𝐨𝐰𝐞𝐝 𝐮𝐩 + 𝐠𝐠𝐮𝐤𝐠𝐢

two

El aire pareció tensarse, y YoonGi tuvo que controlar el impulso de huir. Estaba tan acostumbrado a estar protegido y escondido detrás del hombro del mayor, que incluso caminar así por el pasillo se sentía raro. Llegaron al dormitorio, y YoonGi dejó escapar un audible suspiro, con angustia. Jeongguk se quedó allí, y finalmente el rubio comprendió el significado de todo esto. Él no iba a besarlo, no iba a presionarlo contra la pared, y desde luego no iba a cargarlo a ninguna parte. Todo dependía de YoonGi.

"Bien" Dijo para si mismo. "¡Está bien! Soy grande, tengo 16 años hoy, casi 17, puedo hacer esto" Jeongguk sonrió, y aunque fuese un gesto pequeño, YoonGi se sintió mejor. Intentando dejar de dudar, se acercó y presionó a su pareja contra la pared, sus manos subiendo para empujar inciertamente el pecho contrario. Por lo general, cuando se besaban, Jeon envolvía sus brazos alrededor de él, y lo sostenía fuertemente. Desafortunadamente, YoonGi tenía que ponerse en puntillas para llegar a los labios de Jeongguk, y se le hacía demasiado difícil poder mantener el equilibrio. Así que solo se conformó con posar las manos en su cara y acunar sus mejillas. Por desgracia, no parecía tener el mismo efecto, ya que mientras YoonGi se regocijaba en el hecho de que por fin había encontrado una posición cómoda, los fuertes y tatuados brazos de su pareja, se movieron para envolverse suavemente alrededor de su cintura, y una vez más, YoonGi, recordó, lo bien que encajaba entre ellos.

"No" Gruñó él, y Jeongguk retrocedió, removiendo sus brazos descubiertos y mirando al menor con cautela. El adverso, los extrañó tan pronto se fueron de su cintura, y los repetitivos pensamientos - acerca de todo esto- golpeando su cabeza, lo hacían querer llorar, porque las cosas realmente no deberían ser tan difíciles. ¿Por qué no podía hacerlo simplemente? ¿Por qué todo no podía fluir como cuando YoonGi se dejaba tocar por Jeongguk? Fácil y espóntaneo, tal como actuaba Jeon. Fuerte, rudo, autoritario y apasionado, con un tierno YoonGi acurrucado contra él, olvidandose del mundo por completo.
El pensamiento envió una extraña punzada al cuerpo del menor, y se dió cuenta de que no estaba excitado, para nada. Todo había sido demasiado torpe e incómodo hasta el momento. Darse cuenta de eso lo hizo sentir enojado y con un puchero entre sus labios rojizos y una inconsciencia muy notoria, accionó un empujón al fornido cuerpo de Jeon, presionándolo contra la pared en un intento de intimidación. Jeongguk lucía más confundido que nunca, pero cerró sus ojos cuando el rubio lo besó arrebatadamente, mordiéndole los labios y usando demasiado su lengua. El beso fue incómodo para ambos y YoonGi sentía más ganas de llorar que nunca. Aún sabiendo que era tecnicamente imposible ir corriendo a los brazos de papi en este momento, depositó todo su esfuerzo en mostrarse valiente. Con decisión, aferró su pálida manito en la parte posterior del muslo de Jeon, esforzándose por sostenerse de él. A pesar del toque torpe y el rebusqueo de sus dedos, Jeon levantó su pierna, e hizo su mayor esfuerzo para segurarla en la pequeña cadera de YoonGi. El único problema era la pequeñez de la mano de YoonGi ; sus dedos no podían abarcar tanto el grosor como el ancho del muslo adverso. No importaba lo mucho que intentase aferrarse, sus dígitos se deslizaban por el material de sus ajustados jeans negros una y otra vez. ¿Cómo Jeongguk podía sostenerlo tan fácilmente? ¿Cómo podía atrapar a YoonGi contra la pared y presionarse contra él hasta que su respiración se cortase? ¿Cómo tenía tal dominio y posesión sobre él, logrando sentir desesperación y lujuria sólo con palabras que ocasionaban que se retorciera de placer y lloriqueara como un niño? La respuesta era indescifrable, algo que el menor no podía explicar con lógica, y mientras más se carcomía la conciencia con ello, más se le escapaba el muslo de Jeon de entre sus dedos. En un último intento desesperante de valentía, cogió el otro muslo y tiró de el, tensando su cuerpo entero en preparación para el peso que difícilmente se aproximaba. Fijando sus pálidas y escuálidas piernas en un intento de crear una base fuerte y sólida.

Lo único que se oyó, fue el golpe seco de ambos cuerpos caer.

YoonGi dejó escapar un grito agudo cuando se tropezaron y sus anatomías de desviaron hacía atrás, aferrándose desesperadamente al cuerpo de Jeongguk y aterrado de golpear el suelo. Aterrizaron con un sordo sonido, Jeongguk logrando abrir sus robustas piernas para no apoyar su peso sobre su pareja y pasando su brazo alrededor de la cabeza de YoonGi para que sirviera como apoyo contra la dura madera.