Única parte

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Corría por los techos de varios edificios de Gotham con agilidad y cayendo con gracia al aterrizar. Los detalles en vibrante azul de su ajustado traje negro y la máscara domino en su rostro contrastaban con la oscuridad de la noche y su cabello azabache. Nightwing estaba de patrullaje sin Batman o alguno de sus acompañantes disfrutando al viento golpear su cuerpo cuando daba una voltereta sin prisa ni presión.

Era una noche bastante tranquila, lo cual agradecía enormemente. Los crímenes que había asistido eran menores. Dos robos a joyerías y un intento de asalto, todos realizados por delincuentes novatos de los que la policía podía fácilmente hacerse cargo y ya no necesitar su ayuda ni de su mentor.

Alrededor de las 2:30 de la madrugada decidió regresar a la baticueva. Habían pasado al menos tres horas desde su último "servicio" por lo que asumió que ya no sería necesaria su presencia. Claro que no contó con que alguien que lo veía desde lejos fuera a frustrar su ida.

Levantó su cuerpo de la orilla de uno de los edificios de Wayne Enterprise decidido a retirarse cuando un olor familiar llegó a sus fosas nasales. Aquel olor a cigarros y roble que odiaba reconocer.

— ¿Ya te ibas, pretty bird? — si la fragancia no era suficiente para saber quién era el que estaba detrás de él, en definitiva, esa ronca voz y el apodo característico se lo confirmaban.

— Eso no es de tu incumbencia, Jason. — Respondió con altivez y altanería en un intento de ocultar sus nervios sin voltear a verle y comenzando a caminar lejos del ojo esmeralda.

— ¿No es de mi incumbencia? — contraatacó con una pregunta juguetona — Goldie, todo lo que tiene que ver contigo es de mi incumbencia.

— ¿Porque eres un acosador y tienes una insana obsesión conmigo? — sonrío ladinamente aún sin voltear a verle. Sintió como el olor se hacía aún más fuerte y cercano.

— Porque soy tu alfa y es mi deber saber todo de ti. — murmuró cerca del cuello del acróbata.

Dick sentía sus piernas flaquear y su respiración volverse errática. El aliento caliente de Jason atravesaba su traje y se colaba por su piel sintiendo escalofríos y cosquilleos por todo su cuerpo y concentrándose en su parte baja.

— En tus sueños soy tu omega, Little wing.

— ¿Tan descarado eres para negarlo? — tomó del brazo a Richard y lo volteó para que le mirara de frente. — Tú dirás una cosa, pero tu cuerpo dice otra completamente distinta, Dickiebird.

Le había dejado sin palabras. No podía pensar bien con el aroma ajeno abrumándole y el rostro ajeno a centímetros del suyo. Dick Grayson creía que esto estaba mal y debía marcharse antes de que fuera demasiado tarde. Por el contrario, su omega deseaba que fuera demasiado tarde.

— ¿Por qué niegas la naturaleza? — murmuró a su oído. — Sabes que quieres esto tanto como yo lo quiero.

— Lo que quiero es que me dejes ir ahora. Wally me espera ¿sabes? Y es un tanto impaciente. — si Jason iba a jugar sucio, él también lo haría.

El rostro de Red Hood se deformó en una muestra de furia. Casi como si tuviera al Joker frente a él listo para matarle por segunda vez. Grayson sonrió con suficiencia al cumplir su cometido y volvió a darle la espalda dispuesto a marcharse, pero el moreno le jaló de nueva cuenta con brusquedad y de la misma forma junto sus labios.

No podía, o mejor dicho, no quería romper el contacto. Era un beso rudo y demandante donde ambos luchaban por tener el control. Las manos de Richard tiraban del cabello de la nuca de Jason, mientras las de éste vagaban con descaro sobre el bien formado y dotado trasero del mayor.

No era la primera vez que se tocaban de esa manera, pero siempre terminaban viviendo una experiencia totalmente distinta a la anterior.

Todd fue empujando a Dick hasta topar con un con una especie de armario en el edificio y le apretó entre la pared y su propio cuerpo, restregando su entrepierna en su muslo. El omega gimió con fuerza al sentir la dureza del chico contra él deseando tenerlo dentro.

— Tómame. — suplicó.

— No te escucho. ¿Qué quieres que haga?

— ¡Tómame! ¡Fóllame! ¡Haz de mí lo que quieras! — gritó entre jadeos sin una pisca de vergüenza. Toda su cordura y lado racional se había ido al carajo.

Jason trataba de mantenerse dentro de sus cabales y disfrutar del sonrojado rostro de su hermano adoptivo, pero le era difícil con el aroma a duraznos y sandía invadiendo sus fosas nasales.

No supo en qué momento terminaron en el piso, pero el alfa estaba recostado de espalda con el omega sobre él restregándose contra su entrepierna aún con la ropa puesta. Gruñó con excitación y empujó a Nightwing sin nada de delicadeza al piso quedando él entre sus piernas. Como pudo se deshizo del traje y comenzó a acariciar el erecto pene con ayuda de los fluidos que salían de su entrada.

— Mírate. Sin siquiera tocarte ya estabas escurriendo. Dime, pretty bird, ¿el idiota de West te hace sentir así?

— Ahh... J-Jason — el placer que sentía era indescriptible y le era imposible hablar sin que jadeos y gemidos escaparan de su boca. Se estaba perdiendo en sí mismo.

— Dime que él te toca mejor de lo que yo lo hago. Dime que mientras estas con él no piensas en mí. — antes de que el omega pudiera responder introdujo dos dedos de lleno en la entrada lubricada del mayor haciéndole suplicar por más.

Dick se vino de inmediato manchando la mano de Jason y su torso. Sintió un alivio, pero no se sentía satisfecho así que con la misma fuerza que el alfa había aplicado en él, le empujo y bajó sus pantalones hasta que el gran y duro pene de Todd estuviera al aire. Relamió sus labios como si lo que estuviera viendo fuera un festín y lo metió en su boca succionando desde la cabeza hasta la base. Red Hood emitió un sonido como de un animal salvaje en reacción, lo que provocó que el omega se excitara y comenzara a simular embestidas con su boca. Antes de que el de ojos esmeralda pudiera eyacular, el primer chico maravilla se separó y se auto penetró moviendo sus caderas a un ritmo errático, casi desesperado.

La noche silenciosa y tranquila había sido interrumpida por sonidos acuosos y gruñidos desesperados de dos jóvenes que no sabían como expresar su amor reprimido sin que terminara en una situación candente.

Jason, sin poder evitarlo, se vino dentro de Dick mordiendo el hombro del mayor, pero sin llegar a marcarlo. Éste, por su parte, terminó eyaculando al sentir el caliente semen llenarle y los dientes de Todd abriéndose paso en su carne. Ambos se recostaron con la respiración entrecortada y sus corazones bombeando a mil por hora.

— ¿Por qué todos nuestros encuentros terminan en sexo? — preguntó Richard volviendo un poco en sí.

— Porque tú no puedes vivir sin mí y yo no puedo vivir sin ti.

— Eso no responde mi pregunta.

— No preguntes, solo gózalo.

— Eres un idiota.

— Y tú un imbécil, pero aun así te amo.

Nightwing puso los ojos en blanco y se estiró para dar un pequeño beso en los labios del antihéroe.

— Yo también te amo.

Jason sonrió ante aquella declaración y apegó con fuerza el cuerpo ajeno hacia el suyo.

Porque, aunque ambos intentaran estar con alguien más, siempre terminaban regresando a donde mismo.


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Esta historia surgió mientras escuchaba "Animals" de Maroon 5 y tomó un rumbo distinto al que tenía planeado.

 Disculpen el horrendo y soso lemon, es la primera vez que lo escribo je y no puedo evitar avergonzarme. Al igual el omegaverse, que aunque no fue muy especifico,  quería hacerlo de esta pareja que me hace feliz.

Se aceptan críticas constructivas y opiniones. Un saludo, espero que les haya agradado.

¡Hasta la próxima! ;)

Encuentros extrañosWhere stories live. Discover now