Los alumnos seguían progresando, algunos ya trabajando, otros todavía con la mente en blanco. Decidí empezar a ayudar a aquellos que parecían tener complicaciones. La primera persona que captó mi atención fue una chica de pelo castaño.
—Uraraka¿verdad?—me acerco a ella provocándole un cierto susto.
—¡(t/n)!—esconde en su pecho un papel e intenta no mirarme demasiado.—¿A qué has venido?
—Parecía que tuvieras algun problema con la actividad, así que he venido a ayudar.
—U-um...—me enseña el dibujo que había escondido.—Me gustaría crear dentro de una especie de burbuja algo, sin embargo no sé si podría conseguir algo así...
—Técnicamente no debería de darte yo la idea, pero...—miro a Aizawa para comprobar que estuviera dormido. Una vez comprobado el perímetro, me acerco a la oreja de Uraraka.—Podrías aprovechar tu gravedad y hacer una representación del sistema solar.—sus ojos se iluminan y me coge de los hombros.
—¿¡Podemos ir a buscar los materiales!?—en poco tiempo algunos de sus compañeros ya miraban hacia nosotros, provocando que la pobre se sonrojara de la vergüenza.
—Anda, vamos.—me río ligeramente y camino junto a ella hasta fuera de la clase.
—Creo que esto debe de ser el comienzo de un gran equipo.—me dice emocionada mientras nos dirigimos a algún almacén con equipo artístico.—Aunque que mal que no seas de mi clase...—sus labios se encorvan hacia abajo.
—Técnicamente si que lo soy, me podéis considerar como un segundo profesor o la persona que viene a las clases a hacer el trabajo sucio.—Aunque todavía no había hecho demasiadas tareas, mis sentidos me decían que sólo necesitaban un monitor para encargarse de las cosas aburridas, pero tampoco me iba a quejar después de que se me dejara esa paga estando de prácticas.
—Hm... Ah, mira, debe de ser ese.—Uraraka señala una puerta algo ancha color azul. Cuando entramos, el lugar esta tan lleno que parecía un supermercado.—Podría usar una pelota de playa transparente.
—Y pintarla de negro o azul oscuro por dentro.—Uraraka siente tanta admiración por mi que se abalanzó hacia a mi y me agarró fuerte de las manos.
—¡Impresionante! Wa-—ambas nos desequilibramos y caemos, sin embargo antes de tocar al suelo Uraraka utiliza su poder y consigue hacerme flotar, no obstante, noto cierto peso sobre mis pechos.
—¿Uraraka, estas bien?—busco alguna señal de vida pero lo único que noto es como su rostro se vuelve rojizo.
—¡L-lo siento tanto!—se aparta y hace varias reverencias como disculpa.
—Tranquila, sólo me alegra que estés bien y no haya daños.—levanto mis brazos para que dejará de disculparse mientras le sonrío para que no se preocupara.—Además, al menos has aterrizado en un lugar blando, imagina que hubieras caído de cara al suelo.—su rostro vuelve a encenderse, sólo que esta vez parecía más calmada.
—N-no sabes cuanto lo siento...
—Tranquila, ahora sólo recoge lo que necesitas y vuelves al trabajo.
—S-sí...
La clase prosiguió con rápidez, muchos de los alumnos empezaban a ayudarse entre ellos, consiguiendo ahorrarse tiempo los unos a los otros. Todo estaba saliendo tan bien que incluso llegó un momento que no sabía que hacer. Estaba funcionando todo tan... bien. Decidí sentarme en el borde de la mesa del profesor hasta que pudiera ver alguna situación en que un alumno se quedará bloqueado. La oportunidad se me presentó antes de lo previsto.
—Terminé.—dijo un estudiante con pelo e ojos de diferente color.
—Vaya, como se esperaba de alguien recomendado.—observé la escultura que había creado con hielo.—¿Todoroki, cierto?—él asiente.—Se supone que íbamos a dejar otra hora mañana pero... ¿Vosotros tenéis alguna cosa que hacer?
—No, normalmente todo lo que hacemos són actividades físicas.—no sé si lo hacía aposta, pero su personalidad combinaba con su talento.
—Ya veo... Entonces no sé muy bien qué hacerte hacer. Quizás cuando Aizawa se despierte puede darte faena.
—Entiendo.—y con ese poco intercambio de palabras vuelve a su mesa y deja la escultura de hielo encima de ella. Sé que su personalidad es indicada para el mundo profesional pero, me era algo incómodo mantener una conversación tan fría.
—D-disculpe, (t/n)-san, uh ¿sensei, senpai?—oh, ese era el popular Midoriya. Nunca hubiera imaginado que habrían tantos detalles sobre él.
—¿Necesitas alguna cosa?—quizás la pregunta había sido un poco directa.
—Me gustaría utilizar un bloque de piedra para mi trabajo.
—Mmm...—me siento algo preocupada. Lo que me pedía era algo difícil.—Tengo que hablar con Aizawa entonces, no creo que podamos encontrar uno de la nada.
—Comprendo, entonces intentaré pensar en otra idea.
—Tampoco la descartes, seguramente a mitad de ésta segunda hora se despierta.
—Tiene usted mucha confianza en eso...—Midoriya ríe un poco nervioso ¿De verdad Aizawa hacía esto normalmente? Que escuela tan rara...—Bien, entonces seguiré buscando ideas. Si aceptan la petición avisame.
—Por supuesto, puedes confiar en mi.—Finalicé nuestra conversación.
Después de Midoriya, ningún otro estudiante vino pidiendo ayuda. Podía considerar mi primer día como un éxito. Al sonar la campana que indicaba que ya se habían acabado las clases de hoy, todos los estudiantes marcharon dejando antes los proyectos en sus bolsas para seguir en sus dormitorios, o en la misma aula. La mayoría se despidieron de mi antes de salir, haciéndome sentir como una de sus tutoras. El día no podía salirme mejor.—Mmm... Parece que con eso todos se van a casa...—Aizawa se dirige hacia a mi mientras guarda su saco de dormir.—Buen trabajo, no estubo mal para tu primer día.—estira sus extremidades y sale del aula.—Nos vemos mañana.
—Gracias, lo mismo digo...—contesté nerviosa. Vaya, un elogio por parte del profesor del aula ¡Nada mal, nada mal! Creo que estaba incluso abusando de mi suerte. Volví a la sala de profesores a por mis cosas, recogí todo de mi taquilla y salí fuera de la academia, sin embargo, me encontré con un estudiante de la clase A. —¿Esperas a alguien Kirishima?—decido sacarle de sus pensamientos.
—Ah, (t/n)-san—su rostro se relaja un poco al verme.—Sí, Bakugou se ha dejado algo dentro, y digamos que me ha dicho que le espere.
—Por lo que he visto eres de las pocas personas que se les ha podido acercar ¿cierto?
—Digamos que sí, pero tampoco hace falta hacerlo sonar tan especial.—después de la respuesta de Kirishima, Bakugou aparece con su mochila en su espalda encurvada y unas llaves en su mano libre.
—Vámonos.—indica a su amigo.
—Claro.—gira su cara para verme y me da una bonita sonrisa.—¡Nos vemos en las clases (t/n)-san!—asiento con la cabeza y me quedo mirándolos un rato, más bien, escuchando un poco de la conversación:
"¿Qué te ha parecido (t/n), Bakugou?"
"Molesta..."
"Ah... Era de esperar que pensaras así."
"Eso es porque no necesito a ninguna niñera cuidándome"
Suelto un suspiro y observo mis manos. Mentiría al decir que sus palabras me habían afectado un poco. Sé que era una tontería entristecerse por algo así pero, verdaderamente quería tener una buena relación con la mayoría, y esforzarme mucho para conseguir mi meta... Me hice un pellizco en mi mano. No podía dejar que una cosa así me afecte a mi o a la relación que tenga con Bakugou, acababa de empezar y lo estaba haciendo muy bien. Agarré mi bolso con fuerza y me fui a casa. Mañana iba a enseñarle de que material estoy hecha.
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Bad Apple [Various!BNHA x reader]
FanfictionLa mejor escuela de héroes, lugar donde sueños se hacen realidad y esfuerzo es requerido sin parar. Un lugar como ese, no era para cualquiera, ni siquiera para la persona más adinerada. Requería voluntad, pasión y muchas horas que sacrificaban el ti...