Día para relajarse.

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—Nee, Onii-san, ¿por que hoy no estaremos peleando?— Dijo Link niño, dando vueltas sobre su pie a medida que avanzaba unos pasos, tal y como lo hacia cuando se transforman en deku.

—Por qué estoy cansado, me duele la espalda.— Dijo mayor, no era su hermano, sino él mismo, aunque del futuro, pero al menor le hacía feliz tener un hermano mayor.—Además no te preocupes mocoso, Link Toon también irá. Pueden jugar ambos.— Dijo al ver lo inquieto que estaba.

Cuando ambos llegaron a la casa de "El Link salvaje" Como todos le decían al de ropajes azul cielo, apenas él pequeño Link vio a su versión "caricaturesca" salió corriendo a abrazarlo.

—¡Toon! ¡Extrañaba verte!.—Gritó él pequeño abrazándolo.

—¡Wa!Espera me asfixias. — Al separarse ambos salieron corriendo a cualquier lado para jugar.

—¡No vayan a tocar las armas! ¡Que se rompen!.— Dijo algo molesto del de cabello despeinado, era bastante mas largo, y parecía que no le habían cepillado este en un largo tiempo.

—Oh, casi me pierdo de la fiesta.— Llegó el rubio-castaño-claro, aquel chico capaz de convertirse en lobo. Claro también nombrado como los demás.—Este chico casi me mata con su neburi, odio viajar en pájaros.— Refunfuñó jalando de la mano al otro rubio, que despreocupado llevaba las bebidas para todos, menos claro, los pequeños.

—Link Toon y Link-chivi tomaran leche.— Dijo el dueño del neburi dejando las botellas con leche en la mesa y a un lado el sake.

—De cualquier modo, hoy estuve con Zelda. Dijo que el reino ya estaba bien , aun sin nosotros.—Dijo el salvaje.—Admitamoslo, somos nada mas que Héroes en tiempos de paz, ya nadie nos ocupa.— Dijo tomando la botella y abriéndola dándole un sorbo enorme.— Y en pocas palabras ¿ahora que?.— Se cruzó de piernas sobre el taburete.

—Si somos héroes en tiempos de paz, ¿Por que no contribuir con esta?.— Dijo el hombre lobo, sentado sobre la mesa con otra botella de sake.

La charla seguía así, sin llegar a ningún punto, mientras que los pequeños, estaban jugando en la habitación de su "Descendiente salvaje", ambos jugaban con sus pequeñas espadas de madera, hasta que cayeron cansados en la cama.

—Oye.. Toon... ¿Por que desde tan pequeños hemos tenido que enfrentarnos a monstruos?.— Dijo el más pequeño mirando sus manos con cortes de la misma espada kokiri, y algunos raspones por caerse.

—Supongo, que porque Zelda nos lo pidió, era nuestro deber ayudarla, como los caballeros en los cuentos.—Dijo dejando su varita de los vientos a un lado.—Aunque, nunca recibimos ni un beso a cambio.—Sonrió algo decepcionado hincándose en la cama tomando una almohada.

—¿Nunca has besado a nadie?.— Dijo el pequeño sorprendido ante las palabras de Toon.

—Nop. —Dijo este sonrojado.—¿Tu si?

—Bueno, no se si cuenten, de ves en cuando, Onii-chan me besa a modo de buenas noches, pero es solo un pequeño beso.— Su rostro parecía un tomate tras haber dicho esto, y un foco se encendió sobre su cabeza.—¿Quieres probar?.— Dijo el pequeño tomando el rostro de Toon.

—P-pero... ¿Es seguro?.—

—Totalmente, a mi nunca me ha pasado nada. — Dijo seguro acercándose más, y tras haber obtenido el consentimiento del menor, prosiguió a juntar sus labios, moviéndolos inexpertamente, pero buscando como hacerse sentir bien.
Sus lenguas se juntaban, en una ardiente danza, y los hilos de saliva escurriéndose por las comisuras de sus labios. Y aunque les hubiese gustado continuar, la voz de uno de los mayores les hizo reaccionar.

Un día para relajarse[Linkcest-yaoi-Oneshot]®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora