「 The Monster 」❛ Eyeless Jack.

Prólogo.

Los habitantes de este pueblo siempre relatan un mito ya conocidos por todos aquí.

Se dice, que un extraño ser vaga por el bosque, robándole los órganos a la gente que se atreve a pisar su territorio en el anochecer.

Algunos dicen que es tan alto como un árbol, otros lo comparan con una bestia sedienta de sangre, o dicen que es un cirujano lunático en busca de venganza. Pero, todos concuerdan en algo: porta una máscara azul.

Gran parte de los padres les cuentan esta historia a sus hijos para que no se acerquen al bosque. En cambio, mis padres me advierten de si voy, tenga cuidado. Me conocen muy bien, saben como soy.

» Este mito me ha cautivado. No sé porqué, pero mi curiosidad crece a medida que lo vuelvo a oír. ¿Existirá de verdad? ¿O sólo será un cuento barato?

─ ¿Está todo bien por ahí?

─ Sí, mamá. No te preocupes ─Respondía.

Actualmente, me encontraba en una videollamada con mis padres. Ellos se encontraban en Alemania, mientras yo, en Londres. Simples cosas del trabajo.

─ ¿Fuiste al bosque? ─Preguntaba esta vez mi padre─. Sabes lo peligroso que es, no creo que es buena idea que estés tan intrigada en la leyenda, hija.

─ Pero si aún no he ido, pa' ─Respondí de nuevo.

─ ¿Aún? ─Repitieron los dos, mi madre dando una preocupada mirada y mi padre arqueando las cejas.

Al darme cuenta de mi error, lo corregí.

─ ¡Q-Quiero decir...! ¡No me voy a adentrar al bosque! ¡Sólo quiero sacar un par de fotografías y-y ya!

En eso mi padre suspiró, y me miró.

─ Sabes perfectamente que eso no nos molesta. Siempre has sido una chica muy curiosa por su entorno ─Sonrió nostálgico. Parece que recordaba cuando era menor.

No pude evitar soltar unas risas al recordar las escenas que montaba cuando íbamos al campo o encontraba algo nuevo, todas ellas contadas por mis padres, ya que yo no las recordaba muy bien.

─ ah-... Tenemos que cortar, cielo. Ya es hora de tomar el tren, tenemos una reunión importante. Hablamos luego, ¿de acuerdo? Te queremos ─Mi madre se despedía mientras que mi padre se levantaba. Seguramente fue a por el maletín de trabajo.

─ Yo también os quiero, y extraño ─Sonreí levemente, mientras ellos hacían leves gestos con la mano de despedida─. Adiós.

Colgué y cerré el portátil, dejándolo sobre mi escritorio. Allí mismo, se encontraba mi cámara, que tomé y observé por unos minutos.

¿Por hechar un vistazo al bosque no pasaría nada, no? Sólo es ir a investigar un poco y volver, tampoco es tan peligroso.

Miré la hora en mi teléfono, y luego la ventana. Aún eran las 07:42 pm, y no había anochecido. Tenía tiempo de sobra para ir.

Me levanté de la cama y tomé una mochila no muy grande, mientras metía lo necesario: mi cámara, una linterna, mi teléfono, una pequeña libreta junto a unos bolígrafos (en caso de no encontrar nada y quedarme allí, relajándome) y una pequeña navaja, no me protegería de todo, pero algo es algo.

También tomé una sudadera negra y la até a mi cintura, colocando después la mochila en mi espalda.

Sin nada que esperar, salí de mi habitación y bajé las escaleras. Fui a la entrada, tomé las llaves de mi casa, abrí y cerré la puerta detrás de mí.

Empecé a caminar hacia el bosque, por suerte se encontraba a un par de minutos de mi hogar.

Sumiéndome en mis pensamientos, el camino se hizo más corto. No me di cuenta de cuando llegué, pero ya estaba allí, frente al misterioso bosque que albergaba tantos secretos, que daba tanto terror a los habitantes de este pueblo.

Decidí adentrarme poco a poco en él para descubrir la verdad. Y es lo que voy a hacer.