Capítulo 36

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− Tantos bebes tan adorables me dan diabetes.− dice Zoe en voz alta. Ulises se ríe.

− Es lo que tienen los bebes.− dice el castaño sonriéndole.− En unos años crecerán y odiaran el mundo entero. Te lo aseguro.

− No quiero pensar en adolescentes ahora.

− Nosotros lo somos.

− Cierto.− dice pensativa la pelinegra. Ulises se vuelve a reír.

− Eres un caso.− dice besándole los suaves y dulces labios de la ojiverde.

− Es lo que tiene salir conmigo.− dice después de corresponderle. Vuelve su vista al cielo de color morado por el atardecer.

− Nunca dije qué no me gustara.− dice volviéndola a besar.− Ya te lo dije. Todo me gusta de ti.

− Eres un romántico sin remedio.

− Es en lo único qué no me parezco a Elena.− ambos se ríen y Zoe acorta la distancia que los separa. Suena el cuerno a lo lejos.− ¿Te quieres levantar o estas muy a gusto ahí?

− Tengo hambre así qué toca ir a cenar.− dice Zoe levantándose del césped.

− Pues yo estaba muy a gusto aquí.− se recuesta en el césped.

− Pues ahí te quedas.− le dice su novia. Ulises se levanta y la abraza por la espalda.− Eres un caso.

− Esa eres tu.− besa su cuello.− Te quiero.

− Y yo a ti, Ulises.− dice la pelinegra muy seria.

El hermano perdido (CCM #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora