La idea de salir y disfrutar el mayor tiempo posible con mi grupo de amigos no funcionó, sin embargo, tuve experiencias ( no de gran magnitud ) que valen la pena ser recordadas por mucho tiempo más.
Era ya mediodia, anhelaba tanto aquel momento suponiendo que iba a descansar y divertirme lo necesario para volver a retomar las clases pasado un mes, pero no sucedió como realmente deseaba.
Este era el año en el que cada uno de los estudiantes de ultimo grado de bachiller comienzan a preocuparse y a dejar a un lado sus distracciones; se acerca la prueba, aquella que al oirla te pone los pelos de punta, no quieres saber nada sobre ella pero es un obstaculo que debes atravesar para prepararate y poder ser lo que siempre has soñado. Quería estar muy lista para afrontarla de la mejor manera asi que decidí entrar a un instituto en el que te dan bases de distintas materias para que, al día del examen puedas responderla correctamente y con ello sacar un puntaje bastante alto para entrar de manera directa a la Universidad que quisieras. Apreciaba esa idea, así que empecé a estudiar desde Marzo de este mismo año en aquella institución.
Los horarios eran muy variados, por esta razón, al estar en mis vacaciones usualmente trataba de ir todos los días que pudiera, no obstante, hubo una vez en la que tuve que faltar en diversas ocasiones por motivos artísticos; los ensayos eran muy arduos, extensos y requerían suficiente tiempo del artista para poder tener todo listo y demasiado limpio para las presentaciones.
Fueron dos presentaciones de las cuales una era la más importante de todas, se trataba de una audición para poder bailar en el Salsodromo ( uno de los eventos más importantes de la ciudad en la que vivo), logrando el objetivo esperado por todos, dar un espectáculo en el que no hubo percance alguno durante el acto, siendo uno de los pocos grupos que clasificaron para ser participes de esta gran actividad.
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Dichos ensayos interrumpian mis clases, pero sin duda podría afirmar que valió la pena ser parte de eso, sin embargo, hablé con la coordinadora de la academia mostrandole mi caso y ella, compadeciendose de mi estado, me dio tiempo suficiente para aprovecharlo y estudiar bastante con la meta de sacar buenos resultados; claro, ese era el sueño que compartiamos mi familia y yo, no sin dejar mi pasión que es el baile por un lado, por ende tuve que organizar mis horarios y rendir en las dos situaciones que se me presentaban en esos momentos.
Los jornadas en el instituto eran largas y tediosas, aunque en cada momento aprendia cosas muy interesantes que nunca habia visto, los docentes eran geniales y explicaban sus materias de la manera más ludica posible, las personas que asistian a las lecciones eran super sociables y participativas, haciendo que el ambiente fuera muy calido entre todos.
Iba mañana y tarde normalmente todos los días, sacrificaba mis fines de semana simplemente para ir a clase, mi idea era sacarle el máximo provecho a estas, perdiendome de ciertas reuniones familiares, paseos o ensayos, sin embargo considero y constantemente tengo esta frase presente: "Por cada esfuerzo disciplinado, siempre hay multiples recompensas" de Jim Roh, que es un método de incentivación para mi de salir adelante, teniendo en cuenta que al final lograré muchas cosas.
Finalmente, después de tanto tiempo y espera llegó el momento de presentar la prueba, en donde demostré todas mis habilidades y conocimientos, estando segura y confiada en lo que hacía. Ahora simplemente queda la espera de los resultados y los recuerdos pasajeros que tengo de mis vacaciones.
