Una mañana mientras mi mejor amiga lian y yo esperábamos el bus para ir a la escuela, me comentaba que había perdido la virginidad con su novio.
- ¿en serio? -conteste entusiasmada.
- quieres saber los detalles o no? -pregunto lían mientras subía al autobus-
- ¿que estas esperando?
Lian era un espíritu libre, le daba igual lo que pensarán los demás y si le gustaba un chico iba por el sin importarle nada, éramos tan parecidas que daba miedo, nos conocíamos desde los 4 años de edad, sus padres compraron una casa a tres cuadras de la mía, en ese entonces no era una calle muy habitada por lo que nuestras madres comenzaron a reunirse todos los domingos en las tardes para tomar té y tener sus charlas de madres perfectas. desde entonces somos las mejores amigas.
Escuchar a lian decir como joy la embestía una y otra vez encendía un fuego entre mis piernas que no podía calmar. Debía hacer que se callará o tendría que meter mis dedos debajo de mi falta frente a todos los que iban en el autobús.
- BASTA!- le grite a lian, quien me miró como si hubiese enloquecido -
- que te pasa?
- me duele un poco la cabeza y tú historia parece no terminar.
El resto del camino no hablamos mucho. Al llegar a la escuela, carlos el enamorado de mi hermana me abordó con una lluvia de preguntas y perdí a lian de vista.
no sabia si era muy idiota o demasiado insistente, verónica ni siquiera notaba su existencia pero el insistía en que algún dia seria su novia, y quien era yo para decirle que mi hermana jamás voltearia a verlo.- puedes hacerme una pregunta a la vez - reclame un tanto molesta -
- lo siento, queria saber si...si ya esta confirmada tu fiesta de cumpleaños -
Rayos mi fiesta, la había olvidado por completo. Mi hermana se ofreció para encargarse de los preparativos y yo me desentendi por completo.
- si, por supuesto, El sábado en la noche - conteste mientras me abría paso para entrar al salón -
- y a este que le pasa - pregunto lían mientras me acercaba a ella.
- ya sabes, busca cualquier excusa para acercarse a verónica- conteste mientras me acomodaba en mi lugar -
-pobrecito- dijo lian entre risas
Pensé que estaba molesta por haberle gritado en el autobús, pero verla burlarse de carlos hizo que mi corazón volviera a su lugar, ella era mi mejor amiga y no queria malos entendidos entre nosotras.
Sin duda fue el día más largo en la escuela, moría de ganas por llegar a casa, darme un buen baño y tomar una rica siesta.