Hotelroom 614 {ChanBaek | BaekYeol}

Final

- Park, tú y Byun vais a ir a Jeju a un congreso este fin de semana.

No había cabida para algo que no fuera un "sí", por eso mismo aquella información era una orden. Chanyeol asintió sin más, sabiendo que tendría que cancelar todos sus planes para aquel fin de semana, aunque no lamentaba tener que decirle a su madre que no iba a ir a aquella cita que la había orquestado con la hija de su amiga.

Le pasaron el itinerario de viaje y el nombre del hotel aquella misma tarde, por lo que cuando llegó a su triste y solitario estudio de soltero, se dedicó a mirar qué podía hacer en sus ratos libres en Jeju.

Chanyeol era bastante callado, en general. Era amable, pero tímido, y le costaba abrir su corazón a los demás; muy al contrario que Byun Baekhyun.

Byun Baekhyun era el nuevo administrativo de la empresa, había llegado hacía menos de un año, pero todo el mundo sabía quién era. Guapo, de cuerpo menudo pero atlético y con una sonrisa que hacía que la mitad de la plantilla cayera a sus pies. También era agradable y fácil conversar con él, era inteligente y, al contrario que Chanyeol, abría su corazón, y las malas lenguas decían que también otra cosa, con facilidad. No podía decir que no le hubiera llamado la atención el guapo novato, incluso para alguien como él estaba claro que era atractivo, y tampoco podía evitar el tentador pensamiento de que le gustaría besar y morder sus labios rosados. Sin embargo, él no era así, no era la clase de persona que simplemente va y besa a otra, mucho menos tratándose de un hombre, porque jamás había sentido algo así por ningún otro. Así que simplemente, se limitaba a seguir cerrado en banda, a hablar poco, y a trabajar en sus papeles.

Era casi irónico que los hubieran mandado a ambos a un viaje a Jeju para un congreso, pero Chanyeol sabía que el más bajo necesitaba la formación y que él era el empleado que menos temían que hiciera algo imprudente, ya fuera arrasar con el minibar del hotel o follarse a su compañero en los baños públicos del edificio de las charlas. No, Chanyeol no hacía ni una cosa ni la otra, y por eso sabía que lo mandaban a él. Aunque no podía negar que lo puso nervioso que Baekhyun se pasara por su cubículo a saludarlo y que se despidiera con un guiño coqueto.

- Qué suerte tienes -gimoteó Son Seungwan, una compañera del departamento de finanzas, mientras terminaba de imprimir las copias que necesitaba para llevar al congreso-. Yo quise ir, pero me dijeron que gasté demasiado en el último congreso y que no iba a proponerme para ir con Baekhyun.

Chanyeol hizo un sonido genérico con la garganta que podría ser interpretado como de lamento, y se fue. No sabía qué responder a esas cosas, no se sentía especial por que lo hubieran elegido como compañero de viaje del popular empleado, tan solo sentía que era la persona más neutra, más falta de personalidad que habían podido encontrar para colocar al lado del magnífico Byun Baekhyun y que él resaltara aún más. Porque ni incluso con su altura podría opacar su poderosa aura.

El viernes llegó rápido, y pronto se vio a sí mismo con su traje y su pequeña maleta de mano en la terminal del aeropuerto, esperando a su compañero. Pero lo que no se esperaba era que Baekhyun gritara su nombre, llamando su atención y la de todos los presentes, mientras se acercaba a él con un look más propio de un famoso que de un oficinista. El traje había desaparecido, en su lugar llevaba unos vaqueros claros que se le pegaban a los muslos, una camisa blanca y ancha a través de la cual podía adivinar la esbelta forma de su cintura, y unas gafas de sol negras que contrastaban con su pelo rubio oscuro. Dios, estaba demasiado guapo, y Chanyeol se sintió idiota con su traje.

- ¡Chanyeol! -exclamó de nuevo al pararse junto a él, quitándose las gafas de sol por fin y mirándolo a los ojos-. ¿Por qué has venido en traje? La primera conferencia no es hasta esta tarde.