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—Hey, ¿qué haces aquí? — habló la pelinegra con un tono preocupado.

Bien, él realmente no sabía porqué se encontraba sentado en esa rígida banca a oscuras y a altas horas de la noche.

—¿Te enteras del clima que hace? — y cubrió a aquel desconocido con su paraguas para que no se mojara mas de lo que ya estaba.

Y para ser sinceros, él había perdido la noción del tiempo y, sin darse cuenta estaba expuesto bajo esa interminable lluvia, pero que importaba, si su corazón estaba en una desastrosa e imparable tormenta.

Dios, ¿por lo menos tienes a dónde ir? No pienso quedarme toda la noche esperando una respuesta, puedo irme en.. — sus palabras quedaron en la nada al ver al desconocido levantarse de aquella húmeda banca para alejarse. Y poco a poco su figura se perdió entre la oscuridad, como si ésta se lo hubiera devorado, y aquella idea no estaba lejos de ser cierta porque aquel chico estaba tan perdido en la tormentosa oscuridad que no lo dejaba ver la luz, que no le dejaba tener paz.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2020 ⏰

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