Su celular sonó con el tono de llamada especialmente configurado para aquella chica. Se quejo entre dientes por la hora a la que estaba siendo molestada un domingo por la mañana.
— Namjoo, ¿por qué llamas a esta hora?
— ¡Yoonji-ssi! ¿Has visto? Dios, creo que moriré
— ¿Eh?
— Abre la puerta y te explico
Rodó los ojos cortando la llamada y arrastrando sus pies hasta la entrada de manera perezosa. Trató de ordenar un poco su cabello antes de por fin abrir.
No alcanzó a abrir por completo la puerta cuando la alta chica se abalanzó sobre ella, tirandola al suelo. Yoonji soltó un quejido por el golpe, más no pudo evitar estirar sus manos para rodear la cintura de la morena.
— ¡Yoonji! Han revelado el nuevo concepto, tengo muchas teorías y necesitaba que tu las escuches
— Namjoo-ah —se quejo— Ni siquiera me gustan esos chicos
— No mientas Yoonji
Las manos de la nombrada comenzaron a acariciar con suavidad la cintura de la muchacha que tenía encima, quien sintió sus mejillas enrojecer.
La morena deslizó sus dedos en el teléfono celular
— Mire que guapo luce Taehyung Oppa
La pálida frunció el entrecejo sentándose en el suelo, quedando cara a cara con la chica. Tomó sus mejillas apretando con cuidado, acercando la cara de morena a la suya
— No me agrada que digas que ese chico es guapo, Namjoo. Me siento celosa
Yoonji selló la poca distancia, besando de manera lenta a su novia.
Intentó bajar su mano a los glúteos de la morena, quien rió entre beso alejando la traviesa mano.
Se aferró a su cuello de su novia, siguiendo el lento ritmo. Se atrevió a morder el labio de la pálida quien soltó un quejido.
— Te quiero tanto Yoonji
— También te quiero Namjoo
— ¿Ahora puedes escuchar mis teorías?
— Solo si me besas luego
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