La Hermana De RM

007

–_____–se escuchó la voz de Jimin sonar por toda la habitación.

–¿Si?– conteste girando mi cabeza.

–¿Que haces?– dijo entrando en mi recámara lentamente.

–Por el momento nada, ¿que pasa?– niega.

–Solo quería ver si quieres dar una vuelta en el parque– me pregunto mientras se sentaba en el extremo de la cama.

–Por supuesto –conteste alegre – no tengo nada que hacer ahora y una pequeña vuelta no le haría nada de daño a nadie.

–Correcto – sonrío – pues te veré en 15 y después nos vamos seguido al parque.

Asiento para después ver cómo Jimin se para del mi cama y se va lejos de mi vista. Empecé a mirar mi armario para fijarme para ver que ponerme cual decidí optar por una camisa ancha color marrón con un estampado en el centro acompañado de unos pantalones color negro rasgados y una botas tipo militar.

En menos de unos cuantos minutos me cambie perfume y todo que termine con "e" para después de a ver terminado Jimin tocó mi puerta y entró después de yo decir un "estoy lista" el todo lo contrario de mi, llevaba una camiseta blanca con una chaqueta negra, unos pantalones negros rasgados.

–Te vez bien – alargue con una sonrisa coqueta.

–Lo sé, tu tampoco te vez mal –Sonrío.

–Que diva – ríe por mi comentario – bueno, ¿nos vamos o que?

–Cierto, si fuera por mí me quedaría toda la tarde escuchando como me algas.

–Creo que juntarte con jin te hizo daño – niega. Empezamos a irnos de mi habitación, bajamos las escaleras y nos fuimos de la casa.

Llegamos al mismo parque que kook me llevo la otra vez y en vez de ir a la heladería nos fuimos a dar una pequeña vuelta por todo el lugar y empezamos a comprar algodón de azúcar.

–Mira Jimin – a señale a un muñeco de kumamo y Mario bros, cuando los vi lo primero que pensé fue en Suga y Jin en esa vitrina.

–¿Te gusta Kumamo? ¿Y... Mario bros? – asiento, para decir verdad solo lo quería para Jin y Suga– pues vamos a comprarlo.

–Si es posible, también quiero ese de panda,

–¿El morado? –Pues si wey es el único que hay.

–Si – Jimin asiente para empezar a caminar a la vitrina donde están todos lo peluches.

–¿Como que no puedo comprarlo? – pregunto alborotado Jimin.

–Lo siento señor, esto es para jugar, ¿ve eso?– señaló a unas botellas que estaba apiladas una encima de la otra.

–Bueno quiero participar.

–No tienes que hacerlo Jimin – niega repentinas verses.

–No te preocupes no me moriré en el intento– sonrío tiernamente. Qué lindo en tratar de hacerme feliz.

–Muchas gracias Jimin, pero eso no es para mí es para los chicos.

–Entonces, prefiero no gastar mi energía por ellos.

–Hey, pero el panda es para mí – me queje viendo cómo se alejaba lentamente.

–Ah, sí voy – se desvivió rápidamente para así continuar con el juego.

*💖*

–Me la pase muy bien Jimin – le sonríe al chico.

–Me alegra saberlo.