Civil Light - El poder de la luz. [EN DESARROLLO]

Esta es mi historia.

¡Hola! Soy James, James Williams y esta es una historia, mi historia de como pude hacer cosas que no diré ahora porque se consideraría spoiler pero solo diré, es genial.

Es el año 2020 y yo tenía 15 para entonces, el mundo era aterrador; toques de queda obligatorios, desapariciones, crisis económica, se acabó el petróleo y varias cosas.

Yo vivía tranquilo y acostumbrado a esa vida de opresión en mi humilde casa, pero tenía una mentalidad diferente, algo que llamarían anarquista, quería un mundo libre sin esa manipulación brutal en la que vivía.

Estaba en clases y le conté a mis compañeros de clase. Oh por cierto, ¿Olvidé decir que tenemos superpoderes? Pues yo manipulo la luz, de día es más estable, puedo generar calor a través de cristales y cosas así.
¿En qué me quedé? Ah si la clase:
—Quiero que el mundo sea libre del gobierno de Zhanu, haremos una... ¡Resistencia!— decía yo. —Bien, y entonces ¿Qué haremos? Solo somos niños, además son todo el gobierno Zhanu contra un puñado de chicos, no cuentes conmigo.— me dijo mi compañero, Rell. Obviamente me desanimó bastante, pero soy un terco condenado y me puse a trabajar.
Ya de noche en casa investigue sobre superhéroes, confección, DIY, defensa personal y celulas de resistencia en el globo.
Sobre lo último no encontré mucho por desgracia.

Me puse a entrenar, estudiar y confeccionar mi traje por un mes en total, logré más que suficiente, soy la luz del civil y la esperanza de la civilización, soy Civil Light.

(Nota del autor: Traje de James como Civil Light)
Estaba en mi habitación, tomé un par de bastones de ski para defenderme en caso que mi luz no funcione, sostuve mi casco y lo miré, pensé y reflexione.
—¿Por qué haces esto, Jimmy? ¿Por qué luchas una causa perdida?— Dije con el casco en mis manos y lo pensé unos segundos. —Por libertad, para que las demás personas que no puedan hacer nada por miedo, se sientan seguras. Por las sonrisas de los niños en la calle, porque el miedo no domine nuestras vidas... por libertad.—
Era bastante tarde y mi luz no sirve mucho de noche, pero debía intentarlo, comencé a cubrirme en mi luz y me formé con ella, me convertí en una esfera de luz, una centella. Salí por la ventana y viajé hasta una bahía a la costa de mi ciudad, Nueva Santiago.

1:15 AM Bahía de la Costa Este de Nueva Santago.

Llegué hasta una bahía, un puerto para ser exactos, como centella entré a un contenedor y volví a la normalidad para pronto asomarme, habían 4 soldados de Zhanu siendo comandados por otro, más grande, tenían armaduras azul marino y púrpura, el grande tenía armadura más pesada. Y entonces tomé una piedra y la lancé para distraer a los soldados.

—¡Dispersense, ataquen con letalidad y defiendan las cajas!— dijo el comandante, todos asentieron con la cabeza y se separaron por el puerto a buscarme, lo que ellos no sabían es que yo estaba vigilando todo, un paso delante de ellos; así que de contenedor en contenedor me moví con sumo cuidado acercandome a un soldado, pero perdí el equilibrio y casi caigo, choque con un contenedor y me detectaron. Eran cinco contra uno, estaba perdido, pero no me rendí y luché.

Se acercaron uno por uno, como si de turnos se tratara, el soldado me atacó con su habilidad, lanzaba y controlaba proyectiles de cristal a su voluntad, me rodeó con ellos; pero él no sabía mi poder, creé rayos de luz desde mis dedos y los lancé hacía los cristales para provocar calor (Nota del autor: Cuando James lanza luz sobre un cristal se calientan como una lupa al sol.)

Dirigí mi luz hacía un solo cristal, el que estaba frente a el precisamente y solté el rayo de luz hacía el pecho del soldado, dañandole el pectoral derecho, este cayó al piso con dolor, la quemadura era grave; pero yo seguía en apuros, usé los cristales que seguían suspendidos en el aire para quemar a los tres restantes pero ellos se me abalanzaron, estaba rodeado, justo antes de que comenzará la golpiza de mi vida cae una flecha en el centro de nosotros cuatro, esta lanzaba humo, el humo nos cegó, yo me hice a atrás, espalda a la pared mientras oía golpes y quejidos leves; he de admitir que tenía miedo. Los golpes cesaron y el humo se dispersó, logré divisar a una chica frente a mi, con capucha y bufanda.

—Soy Kogeth, no te preocupes, soy de los buenos— dijo ella con voz confiada luego de poner sus manos en sus bolsillos.

—S-- soy... Civil Light, un gusto— contesté con confusión mientras rascaba mi nuca algo nervioso.
—Sigueme, te llevaré a un lugar seguro— dijo ella y poco después tomó mi mano con fuerza —Agárrate— dijo Kogeth mientras se elevaba del suelo, volaba y llegamos a unos 500m del suelo —¡Woah, Nunca he volado así!— dije yo con mucha impresión.
—Je, Civil Light, ¿no? Buen nombre; tienes potencial— decía la encapuchada mientras sobrevolabamos unas ruinas —¿Que es este lugar?— pregunté asustado.

—Nuestra base, nuestra resistencia al gobierno de Zhanu en Nueva Santiago—  respondió con seriedad y seguridad —Genial pero... ¿Por qué en éstos escombros?— dije yo, pero inmediatamente Kogeth respondió:

—Este lugar está desolado, los Zhanus no patrullan ni pasan por aquí— entonces ella aterrizó y yo caí al piso al pisar mal en un escombro de las ruinas he inmediatamente un miembro de la resistencia me ayudó a levantarme —¿Estás bien?— dijo el chico, a lo que yo respondí —Sí, solo me tropecé, gracias de todos modos— y le sonreí.
—Me llamo Jean, ¡Jean Hernandez a tu servicio!— dijo él con entusiasmo, luego me sonrío algo emocionado.

—Un gusto Jean, soy Civil Light- dije para que luego Kogeth me da un golpe en la nuca —nombre real.

— dijo con una voz tenebrosa -está bien, soy James Williams, pueden llamarme Jimmy— dije algo nervioso, pero a la vez estaba contento, al fin encuentro alguien que me entiende, gente harta de la soberanía Zhanu como yo, gente con esperanza de luchar, con esperanza de que este mundo puede volver a ser un mundo mejor, como en sus tiempos dorados antes de que Zhanu llegara al poder.

Soy James Williams, soy Civil Light y esta es mi historia.