Civil Light - El poder de la luz. [EN DESARROLLO]

¿Por qué estás aquí?

  //Refugio de la resistencia, Ruinas de Nueva Santiago. 1:30 AM

Estaba con Kogeth y Jean sentados alrededor de una fogata que hicimos para conocernos mejor, estaba todo tranquilo hasta que Kogeth preguntó —¿Qué te inspiró a hacer esto James? Sé sincero.—   
eso me hizo reflexionar mucho sobre todo lo que he hecho hasta entonces, me hizo recordar cosas que esperé nunca recordar, al menos no así. 
—Bueno, pues... cuándo Zhanu tomó el control, haciendo el golpe de estado mundial ellos fueron a las casas de los opositores, algunos se los llevaron, algunos murieron en el acto.
Recuerdo que estaba en mi cuarto leyendo un libro para mi escuela y escucho que algo o alguien derrumba la puerta gritando el nombre de mi tío Javier, luego de unos gritos salió de su cuarto preguntando que quién era con una voz sarcástica, escuché unos golpes y me asomé, vi como se llevaron a mi tío frente a mis ojos, al momento de que se fueran corrí a la sala de estar, habían hecho un desastre...
Lloré por horas hasta que mi madre llegó del trabajo, le conté lo que sucedió. Desde ahí siempre odié a los Zhanu, no le he contado esto a nadie más que ustedes y a mi madre—
al decir todo esto agaché mi cabeza con los ojos llorosos, Jean me levantó la cabeza con su mano y me miró a los ojos y me dijo

—Oye, tranquilo Jim. Te entiendo— me sonrió con amabilidad mientras Kogeth miraba de lejos con una sonrisa de oreja a oreja mientras se reía en un tono bajo 

—¿Qué pasa Kogeth? estás roja— le pregunté curioso, cuando se dio cuenta se tapó la cara hasta la altura de las mejillas con su bufanda y se arregló la capucha —N-nada, solo que parece que estoy algo resfriada— dijo con algo de inseguridad, segundos de ello me levanté y sonreí —Esto fue genial, no creí que de verdad hubiera gente que peleara contra los Zhanu— dije mientras miraba mi reloj 
—pero es tarde y me van a matar si demoro mucho más— reí un poco avergonzado al decirlo pero Kogeth se levantó de inmediato, me tomó de la muñeca y sin decir nada se elevó del piso tomándome la muñeca unos metros —¡hasta pronto Jean!— grité emocionado mientras el me miraba mordiéndose el labio inferior riéndose en voz baja, eso fue algo incómodo para ser sinceros. Miré a Kogeth algo curioso
—¿sucede algo? te noto rara— pregunté a lo que me respondió 
—¿Rara? no me conoces, quizás esté tranquila pero para ti sólo esté rara— dijo mientras volaba cerca del muelle donde nos encontramos antes, solo me quedé callado y esperé a que bajáramos. Segundos después descendimos y me soltó, me miró, se despidió de mí moviendo su mano y simplemente se fue volando.

Bajé la mirada un poco y me dirigí a la calle para volver a casa hasta que oí un grito a la distancia, era bastante común oír gritos a estas horas con los Zhanu patrullando, pero me dirigí al lugar que afortunadamente quedaba camino a casa, fue en un callejón oscuro así que creé una pequeña esfera de luz para iluminar ese oscuro callejón, seguí oyendo gritos cada vez más fuertes, seguí hasta que logré divisar a un soldado de Zhanu con una señorita, este soldado buscaba ultrajar a la señorita, así que hice una bola grande de luz y la lancé arriba de ambos para ver mejor y potenciar mis poderes—

¿Aprovechándose de una señorita indefensa haciéndose llamar los defensores del planeta? que patético— dije con una voz algo confiada, pero el soldado me miró, soltó a la joven y me miró—
¿Y quién se supone que eres tú? ¿un chico ridículo con casco de power ranger y bufanda de abuela creyéndose héroe?— dijo con voz burlona mientras recubría su antebrazo izquierdo con hielo
—¿o eres un chico suicida? ¿quieres morir junto a esta insignificante mujer? que así sea—

golpeó el piso con su mano izquierda creando estacas de hielo en el piso, una casi me corta el brazo, solo dejó un raspón pero logré esquivarla con un salto hacía el soldado, él siguió creando cada vez más estacas mientras me acercaba, recibí muchos raspones, varios profundos, dolía mucho pero en mi mente sabía que si me detenía esa chica moriría, quizás yo también y mi familia se preocuparía, la familia de la chica también, yo quiero salvar gente, quiero hacerla feliz, quiero que se sientan seguros, ¡soy Civil Light! con eso en mente golpee al hombre en la cara con una fuerza que ni yo sabía que tenía, lo tumbé al piso y se rompió esa máscara que lleva su uniforme, una horrible máscara de hecho.
Vi su rostro, su ojo morado y su nariz sangrando, su rostro asustado, sus expresiones de terror me dejaron anonadado, pero aún así cree una bola de luz para amenazarlo, la acerqué a su rostro
—te irás y no dirás nada a nadie, ¿está bien? si no te encontraré y no tendrás nada que hacer ante ello— él solo afirmó con la cabeza, se levanto lentamente y se fue corriendo sin mirar atrás. Yo apagué las luces que cree y suspiré
—esa estuvo cerca, ¿no?— dije al mirar a la chica, era una chica pelirroja, estaba asustada, me miraba con temor
—no te preocupes chica, vine a ayudar, ¿no te hizo nada malo?— ella negó con su cabeza, tragó saliva y preguntó
—¿quién eres? ¿por qué me salvaste?— a lo que respondí
—puedes llamarme... Civil Light, y te salvé porque no soporto el abuso de poder de los Zhanu, no soporto su dictadura, además no puedo evitar ayudar a quién lo necesita— ella parecía asombrada, y al mirar mis heridas se preocupó—

¡estás herido!— dijo ella
—si, pero no es nada, ya sanará, lo que importa es que estás bien—
dije con una sonrisa
—y... ¿como puedo contactarte si te necesito? ¿algún lugar donde te pueda encontrar? ¿algún número o algo?
— preguntó preocupada

—ahora mismo no tengo nada, pero suelo pasear por las ruinas que hay a unos minutos de aquí por las tardes— dije contento

—está bien, bueno... vivo en estos edificios, solo que me gusta quedarme aquí a pensar antes de acostarme, no te preocupes, entraré de inmediato— dijo ella
—vale, yo debo irme, también soy humano— dije riendo, le acaricié la cabeza como si fuera una niña pequeña y me fui. Volví a mi casa, entré por la ventana a mi cuarto, me quité mi traje, lo escondí en mi armario, me escurrí al baño, me curé las heridas y me fui a acostar. Fue un día extraño, genial, con mucha emoción y adrenalina.

Soy James Williams, soy Civil Light. Y es por esto que estoy aquí.