Os Contaré Mi Vida

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Todos hablan de sus dioses, nadie se da cuenta que él que controla a los dioses, vive entre los mortales.

Año 2000 tenía 39 años, en ese cuerpo, estaba reunido, como todos los meses, con los líderes mundiales, a mi derecha, Bill Clinton y a la izquierda Fernando de la Rúa, en el recinto también se encontraban Vladimir Putin, Vicente Fox, Bashar al-Ásad, Tony Blair, entre otras "personas importantes", puras marionetas. Daba las órdenes e indicaciones de lo que tenía que hacer cada país, pero me di cuenta que Bill estaba raro, se le notaba nervioso.
–Tranquilo Bill, esto es solo de rutina, termino y nos vamos –
–Lo entiendo, es que no esperaba que este Apolo y una importante parte de los relámpagos –los relámpagos son mi ejército, seres celestiales como sus oficiales y generales y los mejores mortales de cada mundo por el que paso, Apolo es el comandante en tierra, se destacó siempre por su velocidad de movimiento y sus estrategias en el campo de batalla.
–Es por los problemas que hay en África –
–Me quedo más tranquilo entonces –la reunión terminó con normalidad, despedí a los representantes y, como siempre, Bill se había olvidado su maletín pero también lo hizo Fernando, eso no era normal, al instante, una explosión hizo desaparecer mi cuerpo.
Abrí los ojos y estaba siendo amamantado por una mujer morocha de pelo corto, de unos treinta años, mi nueva madre, detrás de ella un relámpago apuntándole a la cabeza, con una mano dije que no lo haga, la mujer se percató de esto y se dio vuelta.
–Tranquila, nada malo va a pasar amor –dijo el comandante Min, es el encargado de fecundar el nuevo cuerpo que me va a gestar.
–¿Me dejó vivir Antonio? –mi padre asintió.
–¿A que hora llega Heindall? –pregunté.
–Esta en camino –A los minutos llego Heindall, mi guardián.
–Dile a Gabriel que envíe Armagedon a Estados Unidos de América y Hambruna a Argentina –¿Recuerdan la catástrofe de las Torres Gemelas? –. Vamos al Olimpo ya, tengo que recuperar energías, decile a Buda que lo voy a acompañar a meditar por un tiempo, pero antes tengo que hacer una reunión urgente –

La reunión se realizó sin problemas, Bill y Fernando estaban lejos de mi y solo dije una frase –Tienen treinta años para que la humanidad cambie o los erradicare como hice con los dinosaurios –me levante y me fui.

Medite por quince años. Los humanos nos habían cambiado nada, los años pasaron y no detecte ningún cambio, ningún relámpago lo hizo, hasta que el período terminó, pero no era tan fácil como mandar un solo asteroide que extermino a los dinosaurios, tenían mucho armamento nuclear que lo destruirán antes de que se acerque mucho, por eso pensé algo especial para la ocasión.

Mire la Tierra desde la nave Tormenta, mientras me dirigía al Olimpo, que se encontraba en orbita, me di vuelta y vi la multitud de meteoros que se dirigían hacia el planeta y no tarde ni dos minutos en ver las primera explosiones que los hacían trizas, al final a la atmósfera entraron pequeñas fracciones de meteoritos cuando llegó Ares a mi lado.
–Administrador –si, ese es mi nombre, realmente no tengo un nombre, pero así me llaman –, el ataque fallo, ¿Ordeno otro? –
–El ataque no fallo general, la nueva arma iba en esos meteoros –nos miramos con una sonrisa al ver el fin de la humanidad que casi destruye el planeta Tierra.

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