La Historia Que Nunca Pasó

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Eran los años dos mil y tantos, ¿pero a quien le importa algo que nunca pasó?

-Nos están atacando -dijo un soldado que ya ni recuerdo su nombre.
-No, no, no -se quejaba el Profesor se Fischer, un científico Alemán judío-. Estamos cerca, podemos lograrlo -
-Comencemos -dije terminando de configurar unas cosas en la computadora.
-¿Donde están los soldados que van a ir profesor? -pregunto Vladimir Koslov, un soviético alto, que su familia había muerto defendiendo lo poco que quedaba de su madre patria.
-No irán soldados -dijo Fischer, mientras me distraía con la configuración de la maldita máquina para que esto se acabará ya y para distraerme de las explosiones y sonidos de disparos que se acercaban.
-¿Quien carajos va a ir entonces -le preguntó Giovana Romano, una italiana totalmente antifascista, una mujer tan hermosa como sus ganas de libertad -? Que vengan rápido, ya casi esta todo listo -
-Ustedes -Nos señaló el profesor, no me di cuenta hasta que Giovana me toco por la espalda.
-¿Porque nosotros-pregunté -? Apenas sabemos disparar un arma, no podemos hacernos cargo de esta misión -reproché.
-No conozco una persona que sepa más de historia que tú -dijo el judío -. Otis -me miro -, sabes cada punto de quiebre de los alemanes, Giovana, eres la mejor tiradora de tu promoción, no se porque elegiste la parte científica y tú Vladimir, tienes una capacidad de dirigir puede llevar a la victoria a cualquier ejército, la misión siempre fue para ustedes, pero no se les dijo porque podrían desertar -
-Vamos, debemos irnos antes de que lleguen los enemigos -ordenó Vladimir.
Nos cambiamos con uniformes soviéticos, tomamos fusiles Mosin Nagant(1), de esa época, y subimos a la máquina, Fischer termino con la programación, tomo un fusil y se fue a detener a los nazis mientras esperaba a que se complete la carga de la máquina que nos llevaría al pasado.
-El salto esta por comenzar -dijo una voz robótica que salía de la computadora -. Aseguraos de estar bien sujetos-
-¿Sujetos a que? Esto es solo una plataforma -preguntó Giovana, alse los hombros.
-Salto en 3, 2, 1 -cerramos los ojos, pasaron los segundos y no sentí nada, así que abrí los ojos y los a mis dos compañeros parados en medio de un campo.
-Amigos ya llegamos -abrieron los ojos, estábamos en un campo nevado.
-¿Eso fue todo? -preguntó Giovana.
-Parece ser - respondió Vladimir.
-Pensé que apareceriamos en el búnker -era el lugar de donde veníamos, donde estaba la máquina del tiempo dijo Giovana
-En realidad no, la máquina no solo modifica el tiempo, sino que también modifica el espacio, como un teletransportador, si solo fuera de tiempo, ahora estaríamos en el espacio, muriendo por el vacío, porque si tenemos en cuenta la rotación de la tierra y todos los movimientos del universo, es improbable que apareciecemos en el lugar que necesitamos -explique.
-Más despacio Otis -dijo Vladimir sin entender mucho.
-Por los cálculos que hicimos estamos aquí-resumí.
-¿Y donde es aquí? -pregunto Gio.
-Stalingrado(2) -le dije con una sonrisa - y por el frío que hace estamos a principios de septiembre, tenemos que movernos rápido o el gobierno de la URSS va a caer -
-No otra vez -expresó Vladimir y comenzó a pensar -. Bien, iremos a la ciudad y ayudaremos a las tropas que estén defendiendo la ciudad -
-Necesitamos encontrar a un General o al mismo Stalin, el Ejército Alemán está casi en su totalidad concentrado aquí, por lo que debemos avisar que no se seda ni un paso, porque sino va a ser imbatible si se dispersa por en todo el país, luego llegarán a China, donde no los frenará nadie -
-Bueno, Giovana y tú encargaos de eso, yo iré a buscar soldados para hacerle una emboscada a los malditos alemanes -
-Estoy de acuerdo, y tú ¿Giovana? -
-Hablamos mucho y nos movemos poco, vamos-
Comenzamos a caminar, de la ciudad estábamos a unos cuatro kilómetros, podía ver las explosiones, siempre odie la guerra, por eso fui a combatir, para acabar con la maldita guerra en la que me crié.
Vi aviones llegando a nuestra posición y nos tiramos cuerpo a tierra era un Bf-109(3) seguido por un Yak-3(4) con una línea negra pintada sobre el ala blanca, pero por detrás se le acercaba un Fw-190(5), el piloto soviético, mientras hacía maniobras evacibas, pudo eliminar al Bf-109, pero se les estaban complicando las cosas, no podía sacarse de encima al otro alemán, así que se puso en línea recta, dejando de hacer maniobras, el Fw se puso en posición y cuando estaba por disparar, el ruso hizo la maniobra cobra y se coloco por detrás del caza alemán y lo derribó.
-¡Sii! -grito Vladimir levantando su fusil.
-Apresúrate, debemos llegar antes de que piensen que somos desertores -nos apresuró Giovana seguimos nuestro camino hasta llegar a las líneas de la artillería, los cañones tronaban sin cesar, Vladimir siguió hacia el frente, nosotros fuimos directos con el superior a cargo.
-Necesito hablar con su superior a cargo -le dije a un oficial que estaba dirigiendo las piezas -. Tengo información importante que necesito darle a su superior -
-Discúlpeme, pero no tengo tiempo para sus asuntos -expresó este, Giovana se enojo y lo agarro de su chaqueta.
-¿Acaso no lo entiendo-le grito -? Esto podría cambiar el curso de la guerra y usted no nos permite cumplir con la misión de salvar a la madre patria, sepa que si usted no nos permite dar la información, las muertes de soviéticos en este combate van a ser su culpa -el oficial presto atención a las palabras de la joven.
-Drovzki -llamó a un chófer -, lleve a este hombre y a esta mujer al puesto de mando, es de vital importancia que lleguen en la brevedad y a salvo -se dirigió a nosotros -. Allí encontrarán al general Zhúkov -
-Muchas gracias oficial -dije. Subimos al automóvil y partimos al cuartel general, durante el trayecto tome un bolígrafo que estaba en el coche y comencé a hacer anotaciones.
-¿Señor que escribe? -preguntó el chofer - por cierto, me llamó Iván.
-Unas indicaciones por si muero, usted o Giovana tendrán que entregarlas, de esto depende el futuro de la guerra -asintió.
-Su acento no es soviético, ¿de donde es? -
-Soy alemán, ella es italiana -el chófer freno de golpe y trato de tomar su arma, al darse cuenta que no la tenía entró en pánico.
-Maldito espía -expresó el hombre tratando de golpearme, lo único que se me dio bien en el entrenamiento fue recibir golpes, Giovana sujeto al hombre.
-No somos espías, somos de la resistencia, voluntarios para la URSS. Usted tranquilícese, para que me crea, lea lo que estoy escribiendo y siga conduciendo, es obligatorio que lleguemos rápido -le explique, el hombre reviso lo que escribía y vio que mi única arma era el fusil que estaba junto a Giovana, donde también estaba la pistola de Drovzki la cual ella había extraído.
-No entiendo lo que dice, estas fechas no pasaron aún y aquí parece que sabe lo que pasará -
-Exacto, no somos de esta época, por eso estamos tan seguros de lo que va a pasar, ahora sigue conduciendo -asintió.

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