Parte 1 Sin Título

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-El día que te conocí, fue como...

+Como si ­hubiese terminado todo.

-Jamás podré olvidar ese momento en el que mi vida cambió.

+El día en el que nos conocimos.

-Ese día pensé que se acabó la espera.

+Que el momento había llegado.

±Supe que nunca más volvería a estar solo.

+Fue un trece de junio. El día en el que nuestras miradas se cruzaron, y la tuya se llevó mi corazón. Bueno, no exactamente. Ya te conocía de antes, bastante antes, pero... digamos que no tuve valor para dirigirte la palabra. Lo más que podía hacer era verte en los pasillos y turnos libres, y si había suerte. Tenías algo que me llamó la atención desde el primer momento, no sé exactamente lo que era, pero lo que sí sé, es que me gustaba, bastante.

-Así que... esa eras tú. Ya decía que me sentía observado. Eras una chica que destacaba un poco a decir verdad. Lástima que fuésemos a clases distintas, me agradaba verte.

+Si, y tanto que era agradable verte. Esos cortos pero intensos momentos, bonitos pero vergonzosos, alegres y tristes.

-Después de esos momentos no te veía.

+Esa cálida sensación se fue nada más perder tu vista.

-Esa inquieta sensación de que necesitaba conocerte permanecía.

+Después de esos segundos llegaba la profesora y mi deber como alumna era entrar a clase y perder esa maravillosa visión.

-Es cierto que había veces que me olvidaba de tu existencia, date cuenta que eran momentos inmediatos.

+Pero al salir de clase...

-Y darme cuenta de que era la hora del descanso...

+Yo era la primera de clase en salir esperando a ver si te encontraba.

-Salía esperando volver a ver esa tierna mirada tuya. Tierna y acosadora. Aun así, eran pocas veces las que lo conseguía; o bien estaba con mis amigos, o bien no te encontraba. Creo que ambos hemos pasado por esos momentos nerviosos e intensos cuando nos veíamos a lo lejos. Había algo que me incitaba a ir hacia ti.

+Y conocerte, preguntarte cara a cara medio temblando que quien eres.

-Preguntarte con la baba a medio caer que cual es tu nombre.

+Pero eso nunca ocurrió así.

-Ni mucho menos.

±Ojalá hubiese sido algo más romántico, o por lo menos algo más normal.

+Habría sido mejor que hubiese sido un encuentro aleatorio, en mitad del recreo o del cambio de clases.

-Si hubiese sido así te prometo que nunca te habría sacado de mi cabeza. En ese caso, habría estado en clase deseando que acabase todo.

+Para salir la primera e ir a verte.

-Hablar contigo, conocerte.

+Y a la salida esperarte.

-E irnos juntos.

+Empecemos por el día que nos conocimos. Empecemos por ese momento.

-Sí, y en efecto, era un trece de junio. Ese día te vi con una de mis amigas más cercanas, lo que sinceramente me sorprendió. Fue nada más sonar la campana de final de descanso. Fui a la clase que me correspondía, geografía e historia, y te vi llegar con ella. Eso sobresaltó aún más mi curiosidad aunque no tuve valor para ir hacia ti y preguntarte que quien eras.

+Sinceramente a mí también me sorprendió que tú estuvieses allí. Ante la curiosidad decidí preguntar a Erika: -¿Quién es ese chico de ahí?- A lo que ella me respondió: -Es un buen amigo mío, si quieres te lo puedo presentar. Ahí pensé que nunca había estado tan cerca de conocerte, pero cundo me di cuenta Erika te llamó por tu nombre: Lucas.

-Dirigí la mirada a vosotras por segunda vez y acudí a mi llamada. Ahí pude ver tus ojos como nunca antes pude hacerlo, noté como un subidón de adrenalina surgió de la nada y recorrió mi cuerpo en apenas un momento. Ahora solo existíamos tú y yo y nadie más. Daba igual cuanta gente estuviese ahí pasando, no era capaz de verla, lo único que podía avistar eras tú. Avancé unos pasos para poder preguntarte cual era tu nombre pero...

+Pero debido a la presión, los nervios y todos esos sentimientos que en ese instante se acumularon, no tuve más opción que salir por patas como una cobarde poniendo la excusa de que llegaba tarde a clase. Ne debí haber hecho eso. Ya era bastante tarde para volver a tras cuando me di cuenta de mi error. El resto del camino que me quedaba para llegar a mi clase de matemáticas lo pasé pensando en la estupidez que había cometido. Y me sentí muy mal por el resto del día.

-Bueno, no tan mal al final. Cuando te vi salir por patas...

+Seguramente te hice sentir mal, lo siento, no era mi intención.

-Tranquila, lo comprendo. Después de que tú te fueses Erika y yo nos quedamos en un silencio momentáneo. Para romperlo le pregunté: -¿Quién era es chica?- Y ella me respondió: -Hannah.- <Así que se llama Hannah.> Me dije. Me quedé un rato pensando en lo bien que te quedaba ese nombre mientras miraba por donde tú te fuiste. Lo bien que te iba con tu ser. Erika me pellizcó de la mejilla y me sacó de esos agradables pensamientos tuyos y me dijo: -¿Quieres su número?- A lo que contesté con un: SI. –Cuando llegue a casa te lo doy– Dijo mientras entraba en clase.

±Ese fue el error.

+Al salir del instituto fui a buscarte pero no te encontré, pero avisté a nuestra amiga Erika a la que le pregunté: -¿Dónde está Lucas?- Me respondió con un: -Se ha ido ya- Mi cuerpo respondió de mala manera a eso. Quería aclararte que no fue mi intención salir corriendo. Y quería volver a ver tus ojos una vez más. Así que me fui a casa a esperar que pasase el día rápido para volver al siguiente día y aclararte todo.

-Yo al llegar a casa me fui a mi cuarto y me tumbé en la cama agotado. Me vino tu imagen a la cabeza y cogí el móvil para que Erika me pasase tu número, que finalmente conseguí. Te dije: Hola, soy el chico de antes, he pensado que podríamos ser amigos ya que Erika me ha hablado un poco de ti y creo que tenemos gustos parecidos. ¿Te acuerdas Hannah?

+Si, también recuerdo que cuando terminé de comer me fui a mi cuarto, me tumbe en la cama y cogí el móvil vi un mensaje de un desconocido. Por curiosidad decidí abrir el chat y al leer eso tuve bien claro que ese eras tú, en ese momento me dio de todo: me puse nerviosa, feliz, alegre, me dio vergüenza e incluso llegue a tener miedo de fastidiarla otra vez. –Hola, si, me acuerdo de ti, lo siento por haberte hecho ese feo, haber salido por patas, no tengo excusa.

-Y yo te contesté: No, no pasa nada, lo comprendo, llegarías tarde a clases.

+Si...

-Si...

+Me dio un escalofrío por todo el cuerpo.

-Que fue desde las puntas de los pies hasta mi cabeza.

+Saqué una inocente sonrisa que me salió sola.

-Me llevé las manos a la cabeza y pensé:

±Esto va a ser bueno.

+Aun así mi deber era ponerme e estudiar ya que estaba con los exámenes finales: -Tengo que estudiar, si quieres hablamos luego-.

-Pero no podía, tenía que conocerte mejor: -¿Cómo te llamas?

+Me llamo Hannah, tú eres Lucas, ¿no?

-Me sorprende hasta que nivel me espías- Dije para provocarte una sonrisa.

+Y tanto que me la provocaste: -No te espío, Erika me lo dijo hoy.

-Vale, te creo... me gustaría conocerte.

Solos tu, yo y nadie másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora