No te llegas a imaginar lo que es la misma rutina dia a dia. No hablar para que no se rian de ti. No hacerte tonar de ninguna forma pra que no te hicieran daño. Alejarte de las personas, porque ellos mismos te obligan.
Puedo decir que mi unica amiga es mi madre, y bueno Gemma tmabien, auqneu no me responda cuando le hablo.Aunque se lo perdona, yo tampoco podria hablar si estuviese en coma. Y desde ese dia, en el cual ella se cayo de aquella segunda planta de la azotea, no solo su vida ha cambiado, sino la mia y la de mi madre tambien.
Atrs quedo aquel niño adorable que reia y disfrutaba cualquier cosa, aquel niño inocente que creia que todas las personas eran buenas...
Ahara mi caparazon no dejaba que nadie entrara, osea que nadie me conociera. Pero despues de que el novio de mi hermana la dirase de la azotea, me habia vuelto totalmente distinto. Y eso del amor no iba conmigo.
Tengo 18 años, jamas he ido a una fiesta con alcohol, jamas he tenido una novia y jamas he mantenido relaciones. ¿Raro, verdad?
Pero mis mañanas se centraban en ir al instituto, las tardes en estudiar y trabajar en la cafeteria de la calle de atras, y los fines de semanas en ir a visitar a mi jhermana en el hospital y leer.
Dia tras dia, semana tras semana, mes a mes y año a año, nada cambiaba desde lo que le ocurrio a mi hermana.
Pero ya me habia acostumbrado, esta era mi vida y tenia que afrontarla.
Guarde mis dibujos en la carpeta y me levante del frio banco del parque, ah tambien hacia eso iba al parque a pintar, esa era mi forma de despejarme de todo.
Gemma, la echaba tanto de menos... Siempre solia pintarla a ella, Gemma sonriendo con un pajaro en la mano, Gemma dormida en el sofa, Gemma comiendo sus cereales favoritos, Gemma tocando el piano...
Hacia ya tres años desde el accidente, y seguia igual, muerta pero viva, perdida entre los dos mundos decidiendo al cual ir...