🌈Capítulo 38: Castigo🌈

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Miriam me llevo al asiento del copiloto de su coche y aún está mareado, pero ya no estaba tan mal como antes.

Me sentó, me puso el cinturón y cerró la puerta. Mis manos aún iban atrapadas detrás de mi espalda, apoyé mi cabeza dolorida en el cristal mientras Miriam se sentaba y arrancaba el coche. Antes de hacerlo, sacó su móvil y escribió algo, al instante ya había recibido la respuesta y seguramente fuera Raoul.

No sabía que cojones estaban planeando estos dos, insistí en Miriam para que me dijera algo, haciéndole preguntas acerca de lo que iba a pasar ahora. Le preguntaba cuál iba a ser el castigo, o que mensajes estaba enviando, pero nada siempre obtenía un silencio por su parte.

No me gusta ser ignorado, y tampoco me gusta ir esposado, así que intente quitármelas pero era imposible, las esposas son de un disfraz pero son bastante buenas las hijas de puta. Intente echándome hacia delante pero el maldito cinturón me bloqueaba y Miriam viendo mis intentos por escapar se reía aún más de la situación.

Llegamos a casa de Raoul, Miriam se bajo del coche y se dirigió hacia la puerta principal tocando el timbre. La puerta se abrió un poco entrando Miriam en el interior de la casa. ¿Me van a dejar aquí? Y encima esposado y en mala postura. Con mis pies toqué varias veces el claxon del coche, rápidamente vi aparecer en la puerta a Miriam la cual venía corriendo.

-¡Agoney! ¡Para!
-No eres mi madre, y yo no soy tu hijo.-Dije burlándome de ella y tocando aún más el claxon.
-Venga, te saco de ahí.

Me agarro del brazo ignorándome todo lo que le decía, y me arrastro hasta la puerta de Raoul, me llevo dentro y me ordeno que me detuviera. Pronto apareció Raoul, caminado sonriente por el pasillo y solo llevaba puesto una bata, se veía sexy. Su sonrisa creció al verme a mi con ese traje.

-Gracias Agente Rodríguez, puede retirarse.-Dijo el rubio, dándole un guiño a Miriam .

-Señor Vázquez, Agoney ha estado actuando de mala manera en el coche de camino a su casa señor.-Dijo Miriam sonriéndome.

-¿Si?-Dijo Raoul mirándome.-¿Que ha estado haciendo?

-Intento quitarse las esposas y no paraba de acribillarme con preguntas pero tal y como dijo no solté prenda.

-Ummmm, ha sido travieso el Agonias ¿no?.-Dijo Raoul riendo y tirando de mi haciendo que perdiera el equilibrio.

-Bueno, voy a dejar en sus hábiles manos a este hombre, adios Hernández.-Miriam me echo un guiño y se fue. Raoul y yo nos quedamos solos.

-Rubioooooo, suéltame yaaa- Gemí tirando de las esposas.

Me ignoró y me llevo al salón, nos detuvimos frente al sofá, me empujo y me hizo caer sobre los agradables cojines del sofá.

-Vengaaaa, Raoul, déjame ir.-Dije quejándome. Se quedo mirándome, con el traje que llevaba, todo ceñido y en su sitio.

Cuando Raoul dejó caer su bata, quede con la boca abierta sin poder gesticular. Estaba desnudo entero, salvo unos calzoncillos de látex muy sexys, que solo tapaban su pene y testiculos, se dio la vuelta y su culo estaba totalmente al descubierto, solo una ligas elásticas rodeando su redondo y perfecto culo. Saco de detrás del sofá una gorra de policía y se la puso en la cabeza y después saco una porra y empezó a moverla en el aire. Tragué saliva al ver su expresión facial, mezclaba lujuria, pasión y maldad, una nueva faceta en él.

-Ahora, Señorito Hernández, ha tenido una noche muy ocupada, ¿verdad?-Chasqueó la lengua y se sentó encima de mi, con sus piernas abiertas al lado de mis caderas.

-Si....fue una buena noche.-Le conteste tímidamente. Yo ya sabía que me veía muy caliente pero teniendo en frente a Raoul con lo que llevaba puesto me hacía sentir insignificante.

-Si, eso he escuchado, también me han dicho que te has portado mal....-Ese tono de voz que usaba ya me tenía a cien.

-No...-Me corto mi defensa sintiendo la porra en mi boca, por lo que no pude decir una palabra más, lo mordí un poco, estaba ya algo excitado y mi boca pedía algo más.

-No no, no hay excusas...Me han dicho que has estado hablando con tu ex en varias ocasiones, que has bebido demasiado alcohol, que montaste shows y que bailaste con un chico....

¿Cuando baile yo con otro chico? No lo recuerdo, traté de explicarle a Raoul que fue una broma de Miriam pero con la porra en la boca todo lo que salían eran murmullos. Vi su sonrisa maliciosa diciéndome que mantuviera la boca cerrada, de lo contrario me metería en más problemas. Trague saliva otra vez, me estaba encantando el dominio que estaba ejerciendo sobre mi.

De repente sentí como agarro mi traje y lo rasgo con todas sus fuerza, haciendo que la chaqueta saliera volando, quedándome con mi torso al descubierto.

-Bueno bueno.....¿Que tenemos aquí? Sin camiseta.....solo una chaqueta. Tener un cuerpo como el tuyo es un delito, depilado y todo...otra cosa que añadir a la lista de travesuras ¿No, Señorito Hernández?- Me estaba volviendo loco.

Negué con la cabeza y por la forma de levantar la ceja supe que es la respuesta incorrecta.

Gemí cuando empezaba a acercarse a mi zona, estaba por los muslos, acariciandolos, tocándolos, dando besos, mi pene estaba muy necesitado en ese momento y apuesto a que él sabía eso pero solo se dedicaba a torturarme.

Cada vez que trataba de escupir la porra, él lo empujaba con más fuerza en mi boca, cosa que me gustaba mucho, finalmente me cansé y lo mantuve yo voluntariamente. Estando aún sobre mi, tocaba y tiraba de mis pezones mientras hacía presión entre su culo y mi entrepierna. En ese momento me miro a los ojos como si quisiera retarme.

-Los chicos malos tiene que ser castigados...-Quitó la porra de mi boca y golpeo ligeramente en mi muslo cerca del culo. Me entremeci ante ese contacto, peor no podía hace mucho más. No debía gritar por mi frustración sexual, mi polla palpitaba por sí sola, era insoportable.

Mantuve mis ojos cerrados, no podía aguantar esa represión sexual, mientras Raoul se la meneaba encima de mi, hasta finalmente correrse encima de mi. Escuche su fuerte orgasmo y ahí estaba yo esperando mi placer. Cuando se bajo de encima mia, todavía jadeando por la culminación, de sentó a mi lado y tiro mi cuerpo sobre sus rodillas. No sabía en ese momento lo que iba a pasar, pero me abrazó fuertemente....no me iba a ninguna parte.

Me bajo los pantalones y levanto la mano y empezó a pegarme en el culo, no fuerte, pero si los suficiente como para sentir algo. Gemí una y otra vez, incluso ya había perdido la cuenta de las veces que me había pegado ya, seguro estarían rojas, de vez en cuando también me acariciaba mis nalgas y las besaba. Lo que más me dolía era mi entrepierna necesitaba descargar toda esa tensión sexual acumulada.

Una vez que decidió que era suficiente, me quito los pantalones y trato de levantarme. Al tener mi culo algo dolorido me tropecé. Raoul suspiró y me levanto en sus brazos llevándome por las escaleras de su casa. Me dio un par de palmadas en mi culo para no perder el hábito, finalmente llegamos arriba, y me sorprendo al ver que estamos en.........el dormitorio.

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HOLAAAAA!
Buah cuanto tiempo! De verdad que lo siento mucho no haber actualizado en un mes o más, pero bueno aquí estoy de vuelta y espero seguir subiendo cada poco tiempo. Bueno espero que os guste el capítulo de vuelta, nos vemos en los comentarios💛🌈
Dadle a la 🌟 y comentadme si os está gustando😊 también os agradecería si lo compartís.
Muchas gracias por leer y espero que os guste mucho. Un besOT 💛💛

Amor, Libertad y Visibilidad💛🌈🌈

UNA RELACIÓN PROHIBIDA #RAGONEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora