Capítulo I

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Los fuertes bocinazos de los autos hicieron que Regina recuperar la coniencia a pesar del dolor de cabeza.

Sabía que no tenía sentido tratar de ser de los buenos, pese a todo no había podido evitar el plan de Zelena. El portal del tiempo se había abierto y todos los presentes habían sido absorbidos en su vacío.

Esperaba despertarse en el Bosque Encantado, un lugar al cual nunca había querido volver, sin importar cuán terribles se volvieran las cosas en Storybrooke.

Cuando abrió los ojos, la luz artificial confirmó que ciertamente no estaba en ese maldito mundo.

Poniéndose de rodillas, miró a su alrededor para ver los cuerpos tendidos de todos los que habían estado en su fiesta de "héroes", con la incorporación de alguien que no debía de estar allí.

"¿Henry?" preguntó ella, tratando de sonar enojada, pero mientras se sentaba frotándose la cabeza, cualquier enfado desapareció y se puso a buscar cualquier rasguño o daño que podría haber sufrido su hijo. "Te dije que te quedaras con Ruby," suspiró.

"Lo siento", Henry sonrió lo más encantadoramente posible, "quería ver el bosque encantado".

Al determinar que él estaba bien, ella lo abrazó: "Te castigaré cuando lleguemos a casa".

Los hombros de Henry se desplomaron, notó que los demás a su alrededor comenzaban a moverse, "abuela", casi gritó mientras corría hacia la mujer embarazada.

Zelena había interceptado su viaje al hospital, y ahora no lucía particularmente bien.

Regina miró rápidamente a su alrededor y determinó que debían estar en una especie de callejón, y que estaban en algún lugar donde la gente ni siquiera se fijaba en algo a menos que estuviera justo frente a ellos. Ella supuso que fue un golpe de suerte teniendo en cuenta que lo más probable es que aparecieron de la nada.

Regina frunció el ceño cuando notó a Emma de pie en la entrada del callejón, inspeccionando atentamente la calle, "¿algo está mal?" ella le preguntó a su novia.

Los ojos de Emma se dispararon casi como si la hubieran sorprendido haciendo algo mal, hasta que se dio cuenta de que su madre se agarraba el estómago con dolor.

Inmediatamente, mientras sacaba el móvil respondió: "Sé dónde estamos".

Regina inclinó su cabeza y estaba a punto de hacer más preguntas, pero fue interrumpida por la otra mujer que contestaba al móvil.

"Necesito una ambulancia para Hodge Road, hay una mujer de treinta años en trabajo de parto con la posibilidad de aspiración del meconio".

Regina, Henry y David miraron a Emma con incredulidad, pero ella los ignoró y siguió escuchando al operador del otro lado del teléfono.

"Una cosa más", dijo la rubia rápidamente, "pídale al conductor que la lleve al Hospital de Princeton Plainsborough".

David continuó los ejercicios de respiración con su esposa, lo que dejó a su nieto y posible futura nuera dándole a su hija una mirada inquisitiva.

Emma le echó un vistazo a su madre y le ofreció una sonrisa de apoyo, lo que hizo que la tensión cayera ligeramente de su rostro, "Iré a buscar una habitación de hotel".

"¿No vendrás con nosotros?" Mary Margaret chilló.

"Quiero hacerlo, pero no puedo".

Una sirena sonó desde la calle, y Emma suspiró. Justo antes de salir del callejón, ella dijo: "Pronto lo sabrás".

Después de un rato de haber llegado ya al Hospital y no ser atendidos David empezaba a impacientarse.

"¿Por qué nadie la ha visto todavía?" David preguntó con enojo.

La enfermera a la que había abordado en el mostrador levantó la vista desinteresadamente de su papeleo, ella respondió casi como un loro, "los casos se tratan según el nivel de riesgo, una evaluación primaria ha determinado que su esposa no necesita atención inmediata".

David miró hacia la camilla en la que Snow estaba, se veía notablemente más tranquila ahora que estaba en la seguridad del hospital, si fuera sincero, era más la ansiedad por conocer a su hijo que otra cosa.

"¿Podemos al menos tener una habitación privada?"

Ella suspiró y negó con la cabeza, "tan pronto como una sala de partos esté disponible, la llevarán allí".

"¿Cuánto tiempo tomará ver a un doctor?" él casi gruñó.

La enfermera suspiró pesadamente esta vez y se volvió hacia la mujer que trabajaba detrás de ella, "¿House tiene un caso esta semana?"

La otra mujer frunció el ceño antes de negar con la cabeza, "no, los últimos tres casos enviados a su departamento fueron rechazados".

La enfermera asintió con alivio, "entonces podemos atrapar a Cameron".

Su compañero asintió y se volvió para contestar el teléfono.

"Podría llevar un tiempo, pero buscaré a una de las mejores y veré si ella está dispuesta a ayudarte".

"Si ella es una de las mejores, ¿cómo es que esta libre?" David preguntó escépticamente.

"Créanme, no quiere que le exprese mi opinión sobre Gregory House. ¿Eso es un sí o un no a que llame? Porque si no, no la llamo y tendrán que esperar a que alguien más quede libre".

David asintió vigorosamente y la enfermera agarró su teléfono, un momento después dijo, "bajará en cinco minutos, ¿ahora te importaría dejarme sola para trabajar?"

David consideró cuestionar su actitud, pero lo pensó mejor y volvió con su esposa a la sala de urgencias.

Snow suspiró y murmuró: "Ojalá Emma estuviera aquí".

David alzó una ceja hacia su esposa, deseó que ella también lo hiciera y todavía no habían descubierto la razón de su hija para abandonarlos.

"Snow ¿cómo te podría hacer sentir mejor?" Regina suspiró, la alcaldesa estaba más que aburrida, mentalmente juró que iba a golpear a su novia por dejarla en esto sola.

"Ella es la única aquí que me entendería", admitió Snow, le dolió darse cuenta de que su hija había dado a luz y que no había estado allí para apoyarla, y se sintió particularmente egoísta por desear que su pequeña niña estuviera allí para apoyarla.

"Todo va a estar bien, Snow", aseguró David, "estará completamente sano, encontraremos el camino a casa y crecerá con una increíble hermana mayor".

Snow sonrió ante la idea, fueron interrumpidos por el sonido de unos tacones contra el suelo.

Tan pronto como el grupo miró a la nueva llegada, cada uno de ellos abrió los ojos y sus bocas en estado de shock.

La médica no pareció darse cuenta cuando llego a la camilla y les dedicó una sonrisa de bienvenida, "siento la espera, soy la doctora Allison Cameron".

Doctora Swan (SwanQueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora