Hace mucho tiempo ¿hace cuanto te preguntaras? Bueno no podría decírtelo pues no hay una fecha exacta pero puedo decir que era cuando las noches eran para dormir, para los amantes y sobre todo para los soñadores con mentes abiertas y bocas calladas.
Aun así las mentes abiertas escribían a la luna pues era la única que acompañaba aquéllas almas pues en el cielo todo estaba oscuro mas la gran luna siempre ahí quieta expectante de las almas que se movían por la obscuras calles del mundo viendo las injusticias y las cosas negativas la hacían sentirse infeliz de no poder ayudar de no poder hacer nada para mejorar aquel mundo sin embargo también se dio cuenta de la belleza y de el amor haciendo aquello un anhelo de saber que se sentía ser amada por algún ser.
Un joven miraba la luna desde su ventana de nuevo contemplándola y esperando que de alguna forma aquella bonita luz llegara a él y llenara de luz de nuevo su existencia, las noches eran tan obscuras y lo único que brillaba en todo ese paisaje era la Luna, noche tras otra mientras el joven de cabellos tan negros como el carbón esperaba que bajara para conversar, no sucedió, pero no se dio por vencido le siguió creando versos para ver si algún día esa luz llenara más que solo una parte del cielo.
La Luna siempre buscaba, ver más allá de todas esas almas, una real, algo que no fuera, solo deseo, y la encontró, ahí en una ventana, era observada, se daba cuenta de aquel alma desesperada sin sentido de ser y una existencia vacía llena de dolor y anhelante de ser llenado por lo mismo, ella supo que debía darle algo por lo mismo tomando rocas flotando en la nada y polvo estelar las puedo a su alrededor y las llamo, estrellas, le regalo un cielo estrellado como regalos para demostrarle que estaba ahí escuchándolo como él lo hacía con ella.
Sin querer ella se había enamorado de el de sus versos, su arte y sobretodo su dolor, su pensamientos que aunque él no lo viera ella con su silencio le entendía ella también estaba sola y parecían dos personas unidas por el alma pues ella misma consideraba que su creación tenía un propósito y hasta ese momento no lo había captado pero ella había nacido para las almas puras las acongojadas, los poetas rotos y la gente rota con retazos recogidos, amantes y enamorados y sorbeto para él su chico de sonrisa torcida y cabello tan negro como el carbón. Me dirán ¿pero que hay con las almas buenas? ¿Las almas no rotas ni vacías? Temo decirles que no existen, todos estamos rotos oh vacios no a los mismos niveles pues nadie puede comparar su dolor ya que todos lo miramos de otro ángulo y afrontamos el dolor, los disgustos, el amor y sobretodo la felicidad de otra manera.
Él la miraba por la ventana comenzando a notar esas pequeñas luces no sabía que nombre darles mientras pensaba un susurro del viento le dijo “Estrellas” y así comenzó las estrellas y la luna, su alma se lleno de calor humano cuando las vio, la alegría vino y el dolor se fue al fin podría terminar su últimos versos a la Luna y contemplarla ya que no estaba sola ahora tenía más vida más color y sobretodo el cielo era perfecto.
¿Se preguntaran que paso con la Luna y el joven de cabellos negros como el carbón? Les diré que están más juntos que nunca pues él se volvió una de sus estrellas la más brillante la más cercana a ella donde la distancia ya no es tan grande y llegan a inspirar a novatos como tu servidora a hacer versos a la Luna.
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Palabra para alguien más
Sonstigespequeños escritos ni largos ni cortos ni sencillos ni dificiles de leer alguno que otro poema que sale de mi ser nada importante, si lo lees espero te guste.