Era una tarde bastante fresca en la calle 34, el viento movia los arboles en un solo vaiven. Me estaba fumando un cigarro y cada fumada me calmaba la ansiedad como el agua calma la sed, habia poca gente en aquel parque, al frente habia un paradero de autobuses rodeado de mucha publicidad y poca gente esperando la ruta.
Medite alguna idea, para mi proxima columna en el periodico pero no se me ocurria nada; abri mi cartera para ver si traia mis credenciales, estaban muy al fondo de la misma , las observe y lei en voz alta: "Ambra Modigliani",periodista del Diario Central.
Pense que era hora de renovarlas, depronto rompio el silencio una persona que dijo:
-Buenas tardes -
Conteste de manera formal:
-Buenas tardes-
La señora siguio su camino para ubicarse ahi en el paradero del bus, a esperar su ruta, la acompañaba una niña de aproximadamente diez años y llegaro a la otra asera, de forma particular solo fueron quedando solo ellas dos ahi.
Segui comodamente fumando mi cigarro y pensando donde buscaria mi proxima noticia, observe al frente y me llamo la atencion la niña que estaba con la señora, la pequeña tenia un vestido y sombrero blanco decorado con una cintilla y una rosa roja. Ella noto que yo la estaba mirando, vi sus ojos brillantes desde el otro lado de la calle y vi la inocencia suspendida en ese instante de tiempo.
Depronto el viento ceso y las calles se sintieron solitarias, algo inquietante, solo estabamos ellas y yo en ese escenario gris de la ciudad.
Ese momento se ve interrumpido por el chillido de unos neumaticos, como si fueran lamentos de animales lastimados, en el asfalto. Una camioneta venia a toda velocidad y se detuvo de forma brusca frente a la niña y su madre, inmediatamente del vehiculo se bajan dos personajes de trajes negros y las someten en una lucha silenciosa es ahi donde la señora alcanza a gritar y logra salirse del vehiculo pero de nuevo es sometida. Y logran cerrar las puertas y de inmediato la camioneta negra de vidrios polarizados se da a la fuga.
En medio de mi asombro vi como se fue alejando aquel vehiculo y en mi mente quedo sellada la mirada de la niña de la rosa roja , senti que algo aterrador acaba de presenciar y desde el interior de mi alma dije estas palabras:
-Maldita sea es un secuestro-
