Drops Out | BTS

·One·

Una pequeña niña de aproximadamente 12 años caminaba lentamente mientras seguía leyendo aquella lista de materiales que debería comprar para su inicio de clases en Hogwarts. Su carta había llegado hace unos días, sus padres se emocionaron demasiado al saber que su pequeña hija se convertiría en una bruja muy pronto.

Lo único que faltaba en su lista era la varita, su madre le dijo que buscara la tienda de Olivander's mientras ella se encargaba de comprar las túnicas que llevaría la castaña dentro del colegio.

A lo lejos pudo ver la tienda de Olivander's dónde podría conseguir su varita, corrió tratando de esquivar a la gente que transitaba por el Callejón Diagon, sin avisar chocó estrepitosamente contra un niño de su misma edad , haciendo que ambos cayeran al suelo, ella sobre él.

Unos ojos color azul grisáceo la miraban curiosos, mientras los ojos olivas de la castaña lo miraban con vergüenza y arrepentimiento.

- L-lo siento mucho - dijo mientras se levantaba y estiraba su mano para ayudarle a levantarse- No miré por donde corría, en verdad lo siento - el chico tomó la mano de la castaña y se levantó.

- No te preocupes- le sonrió haciendo que sus pequeños ojos se cerraran- Soy Jimin, Park Jimin- el rubio de ojos grisáceo mantenía aquella sonrisa en sus labios.

- ___ Melts, un gusto- río levemente- vaya forma de conocernos.

- Es casualidad- Jimin levanto un poco sus hombros - ¿A dónde ibas con tanta prisa? Digo, si se puede saber - rascó su nuca un poco nervioso por tal pregunta tan imprudente.

- Me dirigía hacia la Tienda de Olivander's, necesito conseguir una varita - abrió la hoja de la lista y apuntó con su dedo sobre el papel - es mi primer año en Hogwarts, mi madre dice que una varita puede ser igual de importante que un riñón o algún órgano vital - rió.

- Vaya, así que también es tu primer año, que impresionante - el rubio sonrió feliz - Espero que podamos sentarnos juntos en el tren, ¿Amigos? - estiró la palma de su mano hacia la niña castaña.

- Amigos - la castaña estrechó la mano del rubio demasiado gustosa.

- Bueno, creo que es hora de irme debo ir a buscar a mi madre, hasta entonces - se despidió y ella solo siguió su camino hacia la tienda.

Al estar frente a ella, abrió cuidadosamente la puerta y observó el lugar, había cajas de varitas por todos lados, la tienda estaba repleta. Se acercó al mostrador y tocó la pequeña campana.

- ¿Hay alguien? - siguió tocando la campana.

Un hombre salió detrás de una montaña de cajas de varitas y se acercó al mostrador y le miró fijamente para después sonreír.

- Eres idéntica a tu madre, la gran Grace Melts - se sorprendió por el hecho de que él conociera a su madre - Recuerdo la primera vez que tu madre vino para encontrar la varita que sería perfecta para ella - sonrió y dio media vuelta mientras buscaba en los estantes y tomaba una caja - esta es una varita hecha con madera de sauce y tiene un núcleo de pluma de fénix, 28 centímetros, pruébala.

Le entregó un varita muy bonita, al tomarla con su mano sintió una corriente eléctrica pasar por su cuerpo, el hombre le  miró expectante.

- Vaya, creo que por primera vez he acertado a la primera - sonrió - Vamos, que esperas ¡Agitala!.

Así lo hice, al agitar la varita varias cosas empezaron a moverse por el aire y sonreí por ello. Al volver a agitar mi mano las cosas volvieron a su lugar, tomé el pequeño sacó con monedas de mi bolsillo y lo deje sobre el mostrador.