Derrotame ||KatsuDeku|| Os

Derrotame

Los pedales de aquel instrumento eran golpeados con delicadeza, por las manos del joven de cabellos verdes.
La audiencia estaba completamente fascinada con la melodia que éste lograba transmitir, se lo podría asimilar con la magia. La manera en que desplazaba sus dedos por las teclas, de manera elegante, como si sus dedos bailaran.

Beethoven Susurró un joven de cabellos ceniza, desde el lado lateral del escenario, conociendo al instante la sonata que se tocaba.
Chasqueó la lengua mientras apretaba sus puños. Le molestaba. Aún siquiera se había presentado y además de que los nervios le estuviesen comiendo vivo, se creía incapaz de superar aquella magnífica presentación.
Varios minutos luego el menor ya se encontraba despidiéndose del público, el cual aplaudía eufórico ante lo anteriormente presentado.

Suerte Kacchan Susurró la melodiosa voz de su platónico. Porque sí, lo amaba. Más no hallaba la manera de expresar sus sentimientos, y lo único que tenía en mente era derrotar a Izuku en alguna competencia. "Nadie va a derrotarme, yo seré quien derrotaré y no necesitaré de ayuda", se repetía el mayor frente al espejo , una y otra vez para convencerse. "Una vez haya ganado, dejaran de reconocerme como el segundo" , se decía.
Izuku no obtuvo respuesta, no se sorprendía. Kacchan solía ser así en esos momentos, pero esta vez se sorprendió de lo cuan decidido se mostraba, y eso le sacó una sonrisa.

Minutos después el de cabellos claros comenzaba a tocar.

Mozart. Una de sus más reconocidas obras. "Buena elección, Kacchan", pensó el menor, mientras se sostenía de una columna. Su vista se había tornado borrosa, pero no, no podía desmayarse ahí. Quería escuchar todo lo que Katsuki tenía para mostrar.
Tomando asiento, observó maravillado la "magia" que el mayor brindaba. La audiencia también maravillada y sorprendida del gran progreso que tuvo. Era fantástico.
Pero no logró resistir hasta el final, cuando ya su cuerpo se encontraba en el suelo, sin muchas fuerzas. Siquiera podía mantener sus ojos abiertos. La melodia se escuchaba a lo lejos hasta sentir que estaba bajo el océano. Ya no llegaba aquella hermosa melodía. "Espero que Kacchan no se haya dado cuenta, no quiero arruinar su presentación". Fue lo último que pensó antes de caer en un sueño profundo.

Deku Escuchó a su lado, obligándolo a lentamente abrir sus ojos y observar de dónde provenía la voz. Sabía quién era, porque nadie más le llamaba así que Kacchan

Hola~ Dijo con voz débil

Apenas terminé me enteré de lo sucedido, no llegué a ver los resultados Comenzó a hablar Seguro saliste primero, de nuevo Río amargado qué fue lo que te sucedió? Intentó no sonar preocupado, más no le salió

Nada malo Mintió Ayer practiqué todo el día y olvidé comer algo, tampoco dormí mucho. Ha de ser eso se excusó

Idiota Comentó el mayor la próxima que me asustes así juro que te mato caminó hacia la mesa, que se encontraba a unos metros de la camilla, y tomó un oso de felpa que estaba sobre la misma lo traje para ti, a penas lo vi me recordó a tu cabello. Osea, mira lo despeinado que está intentó sonar malo

Tienes razón río el menor, pero fue interrumpido por una tos seca. Bakugo por inercia tomó una servilleta y se la tendió, la cual fue recibida rápidamente por el menor el cual cubrió su boca con ésta hasta calmarse Kacchan, me alcanzas el agua que está en la heladera? Preguntó aún sus labios bajo la servilleta, el mayor sin decir nada se alejó en busca de lo pedido. Izuku, aprovechando los segundos a solas que tenía, alejó la servilleta de sus labios viendo como esta se encontraba con manchas de sangre. "Realmente avanza rápido". Pensó melancólico para luego deshacerse del papel