Todo cambio un día, sin que nadie lo esperase.. ¿Cómo podrían?.. Definitivamente no había manera de pensar que algo así fuera posible, sin embargo sucedió acabando con todos sus sueños y esperanzas.
Ahora solo queda luchar por sobrevivir... aunque...
Silencio… silencio interrumpido solo por algunos quejidos ocasionales de Hinata que ha estado inconsciente desde que logramos escapar de esa loca psicópata, curamos la herida de su hombro, aunque probablemente lo mejor hubiera sido que lo atendiese un médico en un hospital, pero en esta situación dudo que hubiera sido una buena idea, todo está destruido y dudo mucho que los hospitales estén en mejores condiciones; de eso ya han pasado dos días.
-Despierta Hinata…- susurro con desespero; luego de haber escapado llegamos a casa de Enoshita san pero todo estaba desordenado y había rastros de sangre por todas partes, no era difícil imaginar el peor de los escenarios para su familia. Tratamos de no ser fatalistas y solo tomamos lo que pudiera ser de utilidad de su casa, como algunas latas de comida enlatada, medicamentos y un poco de ropa. En el caso de Asumane san ni siquiera fue necesario llegar a su casa para conocer el destino de su familia, los encontramos a todos dentro de un automóvil en el camino… un camión chocó contra ellos y … ninguno sobrevivió, el hecho de que no hayan sido asesinados por uno de esos extraños moustros o zombies no hizo la escena menos desgarradora.
Ahora nos encontramos en casa de Hinata, por fortuna una vez que subimos a la colina todo parecía un poco más normal, el desastre parecía no haber alcanzado todavía esta parte de la ciudad, sin embargo no encontramos a la familia de Hinata, pero logramos conseguir al menos un poco de información; las personas que se encontraban en la colina fueron llevadas a algún refugio en Tokyo por los militares, por el contenido de la nota que dejó la madre de Hinata parece que no les dejaron mucha opción para esperar por su hijo.
-Ugwaagg….-
-Hinata! … resiste- Hinata se remueve en su cama respirando agitadamente con la cara roja por la fiebre.
-Kageyama, traje más agua fría, ¿Cómo está él?- Enoshita san entra con una jarra de agua fría y más toallas.
- Sigue sin despertar – le respondo frustrado sin saber que más hacer.
- Deberías descansar un poco, debemos conservar las energías; no sabemos lo que nos podamos encontrar más adelante- dijo Enoshita san mirándome seriamente.
-Pero…- intenté decir algo pero fui interrumpido nuevamente por Enoshita
- También estas herido y te necesitamos en mejor estado para salir de aquí y buscar ayuda para Hinata; yo me quedaré a cuidarlo, ahora ve a dormir.
-Esta bien, lo haré- accedí sobre todo porque no quiero ser una carga.
****** Capítulos cortitos jeje. Ya tengo demasiados pendientes con capítulos largos jeje. Así actualizaré más seguido. ヾ(@^▽^@)ノ
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