Vampiro y Demonio

Cap 2

  Después de muchas horas, uno de los guardias vino abrió la reja y me
desencadenó los tobillos, el cuello y las manos, rápidamente me puso
unas esposas.

-El amo quiere verla en su habitación, vamos.

Me empujó hacia afuera, que bueno que esta vez no me taparon los ojos,
subimos al segundo piso y me llevó a una habitación, tocó la puerta y
pasamos, él estaba mirando por la ventana.

-Señor, aquí la traigo, como pidió.

-Gracias, ahora por favor retírate.

-pero, señor....

-Retírate.

-como diga -hizo una reverencia y se fue cerrando la puerta.

Yo me quedé en mi sitio, mientras él me miraba seriamente, sentía
tanta rabia al estar doblejada, porque las esposas eran de plata, y
eso me debilitaba.

-Phoenix Adele Hawk, nieta directa de Cayden, hija de los Reyes Ins y
Anna, licántropo mitad demonio -dijo mirándome- veo que no te hemos
tratado muy bien, déjame presentarme soy Conrad Aryeh Jones, hijo de
Vlad Tepes, mejor conocido como Drácula y de la Reina demonio Arianna.

-Que quieres? -le especté-

-Yo?, nada, pero eso mismo no lo dirían nuestros padres -dijo
mostrando una carta-.

-no te entiendo.

-Verás esta carta fue escrita por tu padre y mi padre, aquí tienes
para que la leas -dijo entregándome la carta.

La leí y decía:

"Al Señor Vlad Tepes, gracias que confirmamos, entonces cuando su hijo
Conrad y mi hija Phoenix lleguen a la mayoría de edad, se casarán y
así unirán nuestras sangres"

De: Insk Blacktoor
Y tenía la firma de el día de mi nacimiento.

-que?

-lo que leíste.

Leí y releí como cinco veces la carta.

-Ya deja de leer tanto esa carta -dijo quitándomela-.

-Déjame ir.

-que?

-déjame ir.

-oh linda, tu nunca vas a salir de aquí -dijo burlonamente-.

-eh???

-ese juramento esta hecho con sangre, el cual aún después de la muerte
de ellos, todavía sigue intacto, así que...

-he dicho que me dejes ir -me había acercado a el con rapidez
sobrehumana y lo tenía agarrado del cuello-.

Él claramente estaba sorprendido, pero se soltó rápidamente, y me
intentó atrapar, me le escapé, y empezamos a discutir, pero en un
momento me descuidé y el trepó altecho y se dejó caer encima mío,
tumbandome y quedando el encima mío.

-suéltame! -le grité intentando safarme de su agarre-.

-no quize tener que llegar a esto, pero no me dejas otra opción -acto
seguido enterró sus colmillos en mi cuello-.

Sentí un dolor horrible, tanto que pegé un grito alto y desgarrador,
cuando me soltó y se paró, me quedé en el suelo, porque no tenía
fuerzas.

-e..eres...un...moustro..-dije con voz débil-.

-todos lo somos -dijo-

Lo último que recuerdo fue que él salio de la habitación y me desmayé.

  -Conrad-

Salí de la habitación después de que la chica se hubiera desmayado,
ella tiene algo raro, en sus ojos vi rabia, pero también mucha
tristeza, no se que será, pero de seguro el tiempo me lo dirá, se que
lo que hice estuvo mal, pero necesitaba tranquilizarla.

-Ceele -llamé-.

-Si amo?

-Quiero que lleves a la chica que esta en mi habitación, a la
habitación 34, quítale las esposas, cámbiala a un pijama y acuestala
en la cama, si está herida, curala, cuídala, y de ahora en adelante a
las horas de las comidas se la llevarás, cuando salgas cierra con
llave por fuera, dejo su cuidado a tu cargo, ok?

-entendido, señor.

-puedes retirarte.

-con permiso.

La sirvienta se fue y yo subí al balcón a tomar aire fresco porque
estaba muy confundido. En los años que llevo desde que nací, ninguna
chica había intentado siquiera atacarme, y además su sangre.....me
volvía loco. Era muy dulce y medio líquida y un poquito espesa, pero
seguía teniendo ese sabor a misterio.

-Que sera lo que encondes, Phoenix Hawk?