Watching You Dying [YOONMIN OS]

Watching You Dying

– Por favor no me dejes, te lo suplico, no me abandones.

Lágrimas descendían sin cesar por sus mejillas, acompañadas por leves sollozos. No se lo podía creer. Su vida entera se derrumbaba a pasos agigantados mientras la sangre corría entre sus dedos.

– No...no, esto no puede estar pasando. ¡No te vayas! ¡¿No ves que te necesito?! ¿¡¿No ves que sin ti no soy nada?!?

Su último atisbo de esperanza se desvaneció en cuanto sintió como aquel cuerpo entre sus brazos desaflojaba el agarre y comenzaba a tomar una temperatura impropia de un cuerpo en funcionamiento.

Sus lágrimas se mezclaban con la sangre de sus manos mientras rogaba entre sollozos a Dios que no se lo llevara a la otra vida. Necesitaba una señal, por mínima que fuera, de que aquella persona entre sus brazos estaba viva.

– Por favor, dime algo... Si me escuchas, dame una señal. Dime algo, lo que sea. Llámame idiota si quieres, pero necesito saber que volverás conmigo, que pasearemos de la mano e iremos juntos al cine. Que reiremos y lloraremos juntos. Que gritaremos y nos pelearemos. Lo que sea, pero necesito saber que volveré a ver esa linda sonrisa de la que me enamoré, pero sobre todo, esos hermosos ojos que me enseñan la vida entera, que expresan alegría, tristeza y emoción a la vez. Por favor Jimin, te necesito...

Guardó silencio esperando una respuesta mientras juntaba su frente con la de él en un intento de encontrar su alma. Un minuto, dos, tres, pasaron, pero ninguna señal de que él seguía en el mundo de los vivos. Tomó su pequeña y delicada mano entre las suyas y rogó por última vez.

– Por favor...

Su mirada perdida se transformó en una de asombro cuando sintió una pequeña presión proveniente de su mano siento levemente apretada por aquellos pequeños dedos.

– J-jimin, estás bien... – logró vocalizar desesperado mientras sostenía con nerviosismo el rostro del mencionado entre sus manos y le acariciaba las mejillas con sus pulgares. – Dime algo. Lo que sea...

– L-lo s-siento... – una voz entrecortada salió de aquellos labios de los que desprendía un hilo de sangre.

– N-no te disculpes Jimin, el que debería hacerlo soy yo. No debí haberte dicho eso...

Un sentimiento de culpa invadió repentinamente su ser provocándole un gran nudo en su garganta. Si no fuera por las desagradables palabras que le dijo, estarían todavía en su cama, abrigados y protegidos por el calor que emitía los brazos del otro.

– E-está b-bien... N-no te p-preocupes. T-te extrañaré...

– ¿Qué? No...no, no, no, no, no. Te pondrás bien Jimin, ya lo verás. Saldremos de esta juntos. Pasearemos juntos y haremos todo lo que tu quieras, pero vas a ponerte bien.

– T-te amo, Yoongi.

– Y-yo también te amo, Jimin.

Y sin pensárselo dos veces fundió sus labios con los de él en un cálido, suave y salado beso. Un beso pausado, sin movimiento alguno, solo el contacto de sus labios era necesario para saber lo mucho que se amaban. Las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas y sus manos seguían sosteniendo aquel frío y pálido rostro.

De repente el cuerpo de Jimin se hizo más pesado entre las manos de Yoongi y se desplomó en sus brazos. La vida de Jimin había llegado a su término, con un trágico y fatídico final, pero al menos pudo haber muerto en los brazos de la persona que más amaba en la Tierra. Él siempre quiso morir en los brazos de su amor, y finalmente lo logró.

Yoongi, desesperado, tomó su pulso y gritó al no sentir nada mas que su piel fría. La habitación se lleno de sollozos, gritos desgarrados y gemidos de dolor provenientes de aquel hombre que había perdido a la persona que realmente amaba en sus propios brazos.

Juntó su frente con la de Jimin y suspiró entre sollozos, sin dejar de pronunciar el nombre de su amado y deseando que todo se acabara de una vez, porque no aguantaría... no aguantaría vivir sin la persona que mas amaba en ese mundo.

FIN

O no...

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