Un demonio debe de ser aterrador, que de solo verlo te mueras del miedo, cada demonio tiene una característica representativa, Kim TaeHyung tiene unos grandes cuernos que sobresalen de su cabeza, con detalles como la corteza de un árbol, sus ojos son de un profundo y amenazante color rojo, colmillos puntiagudos salen a la luz cuando su sonrisa diabólica se dirige hacia ti.
Tiene el poder de quitarle la vida a quien la hora le había llegado, con un solo toque la vida desaparece, cuando él estaba presente. Atrae a la gente con su apariencia humana casi perfecta, atrayente y sexy, su voz cautivadora te hacía perseguirlo, sus ojos marrones te hacían caer en sus brazos, sus rasgos delicados y varoniles te hacían seguirlo hasta donde él quisiera, haciendo que siguieras el camino hasta el infierno, donde te quita la vida sin piedad alguna.
Pero un día mientras estaba en busca de una presa, oculto a simple vista, se encontraba paseando entre los pasillos de un hospital, su vestimenta negra destacaba entre las blancas paredes del lugar, su cuerpo choco con otra persona; cosa que por cierto no debería de haber pasado.
Los dos se sorprendieron y el chico de pelos castaños se disculpó rápidamente, lo único que podía pensar TaeHyung en ese momento era: ¿Por qué?
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