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Estoy despierto pero tengo los ojos cerrados, el cuerpo de Nala me da calor. Abro los ojos y ella sigue dormida.

Creo que nunca me cansaré de verla

La puerta se abre dejando ver a una enfermera con un carrito lleno de comida, me llega el olor a chuletón de buena calidad, mirando en dirección a la enfermera levanto una ceja mirándola con signo interrogante. En toda mi vida he visto que en el hospital den comida de tanta calidad. Sigilosamente la humana se me acerca y susurra

-Es de parte de la doctora Amanda que quiere pedirle disculpas por no se que cosa-asiento en respuesta.

- También le informo que se puede ir a casa ya-asiento otra vez.

Sin esperar a que se despierte le quito la bata, le coloco la blusa con la que vino que le tapa hasta medio muslo y salgo pitando de ese horrible lugar no sin antes coger el chuletón para comerlo en casa. 

De camino a nuestro casa los machos la miraban como si fuera comestible a lo que yo rugía, odio los machitos que meten su pene en cualquier cosa con agujero, ella es mía desde el primer instante en la que la vi y olí. Nala no se ha despertado aún pero es normal, por todo lo que ha pasado, debe ser agotador. Con dificultad abro la puerta y entro en casa, dejo el chuletón en la cocina y avanzo hacia nuestra habitación, dejo a Nala en la cama y me dispongo a darme una ducha bien caliente.

El vapor inunda el baño creando una especie de sauna, enrollo una toalla a mi cintura y con otra seco mi dorado pelo. Dejo de alborotar mi pelo y con la mano quito el vapor del espejo dejando ver mi precioso relflejo

¡Qué bueno que estoy!

Salgo de mi ensoñación cuando un ruido sordo suena al otro lado de la puerta, me coloco unos calzoncillos y abro la puerta, al salir todo el vapor me ha costado ver el panorama pero al verlo no se si reír o llorar. Nala está en el suelo medio dormida y sobándose la cabeza, me siento a su lado, la cojo y la abrazo por detrás meciéndonos un poco, entierro la nariz en su pelo y aspiro su aroma.

-Mmm

-Hola cariño-le susurro al oído causando que su piel se ponga de gallina

-¿Qué ha pasado?

-Has estado en el hospital por ingerir paracetamol, prométeme que nunca más comerás algo raro sin consultármelo antes- le doy la vuelta, sus piernas por encima de la mía y nuestras caras a escasos centímetros.

-Te lo prometo aunque... tienes que decirme que era eso qué hicimos el otro día- ay no.. se acordó.

- Cariño lo que hicimos el otro día fue el amor o hemos tenido sexo aunque nosotros hicimos el amor.

-¿Por qué hicimos el amor?

-Porque tú me quieres y yo te quiero

Su cuerpo se acerca al mío y no puedo evitar mirar sus labios, sin pensármelo mucho la beso de forma tierna. Paso mis brazos por su espalda y la prieto más hacia mí, su cuerpo encaja perfectamente con el mío, inconscientemente Nala comienza a mover sus caderas en busca de contacto, mi mano vuela de su espalda a su muslo interior. Poco a poco voy subiendo hasta encontrarme con su cálido núcleo y un temeroso suspiro sale de su boca, está mojada y lista para mí.

Comienzo a estimular su núcleo pero tengo una mejor idea, deslizo dos dedos a través de sus labios hasta llegar a su vagina, poco a poco introduzco mi dedo anular y corazón tocando su punto G y con la palma presiono su clítoris mientras ella se mueve causándose más placer. Un poderoso orgasmo la atraviesa haciéndola gritar mi nombre.

Me quito los calzoncillos y lubrico mi polla con sus flujos, la tumbo y una vez con las piernas abiertas para mi me introduzco en su cálido interior. La beso, me besa y la pregunta que hace me mata

- ¿Esto es hacer el amor?- la penetro y gime.

-Si-digo entre jadeos.

La penetro, suave pero con decisión.La beso acallando sus gemidos, entre besos y palabras ella se entrega a mí. Su orgasmo llega y sus paredes me ordeñan, suelto mi semilla dentro suya mientras muerdo su hombro. 

Me tumbo a su lado recuperándome de lo ocurrido, ella se acurruca en mi pecho y se duerme. La observo dormir, su cabeza sube y baja con mi respiración, sus labios están entreabiertos y su cara es de completa felicidad. Suavemente la cojo en brazos y la deposito en la cama.

Mañana le diré lo que siento por ella y hablaré con Axel para los papeles, no quiero perder más el tiempo, ella es mía y lo será para siempre.



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